la escuela de los opiliones
El vodka, las horas y el libro / La escuela de los opiliones
Leo una antología Porrúa de cuentos rusos. Para mí, los rusos son como el vodka (ya sé): eran más soportables en la juventud y …
El cinismo de los abandonados / La escuela de los opiliones
Quiero empezar esta columna comunicando lo feliz que me hace la cacería internacional de ex gobernadores priistas. Parece un deporte que rápidamente está instituyéndose como …
El Méjico viexo / La escuela de los opiliones
Por alguna misteriosa razón, supongo tiene que ver con mis traumas infantiles y un órgano de nostalgia en el cerebro, escucho los veinte éxitos de …
Somos Legión / La escuela de los opiliones
Hace muchos años, las historias que más disfrutaba de los X-Men eran las más cerebrales; especialmente esas porque se ponían bien locochonas y no trataban …
Un metro, un túnel, el otro / La escuela de los opiliones
Cuando me subo al metro, invariablemente, recuerdo un chiste medio pelado que todavía me hace reír mucho, dependiendo de la entonación y el entusiasmo …
Estudio de un ladrillo / La escuela de los opiliones
Una de las cosas que aprendí a anticipar con mi perra orejona, es que a mitad de alguno de nuestros paseos hay una buena posibilidad …
El texto programado / La escuela de los opiliones
Hace unos días, leí en PCGamer que la moral en la mayoría de los videojuegos es una fórmula matemática. El autor dice que la sencillez …
¿Tiene un minuto para hablar de cuervos? / La escuela de los opiliones
La primera imagen de cuervos que recuerdo son unas caricaturas de patas amarillas y picos gordos. Las vi alguna vez por accidente, y todavía pueden …
Una broma que nació hace un siglo / La escuela de los opiliones
La música, por su brevedad, sus facilidades tecnológicas, sus alcances fáciles y lúdicos, es más fácil de dominar por el mercado. Parece imposible que …
El dolor de los pies / La escuela de los opiliones
El título de la columna es porque me duelen los pies. Así culminan, en el punto más álgido, siglos de estudio en talleres literarios cuyos …
Tres de padres / La escuela de los opiliones
Pikateca: señor de mediana edad que usa ropa deportiva color amarillo pikachu para andar en bicicleta, sugiero también su aplicación a los corredores y los …
Nuestras últimas palabras / La escuela de los opiliones
No tienes consciencia de tus últimas palabras hasta que has perdido a alguien. Y quién sabe. Quizás recuerdes lo último que te dijeron, quizás lo …
Los bicitecas cyberpunk / La escuela de los opiliones
Desde que delimitaron los caminos para bicicletas en mi pueblo bicicletero, los fines de semana tengo el placer de ver todo tipo de fauna que …
Caminatas de alta resolución / La escuela de los opiliones
Cuando estoy aburrido, en vez de salir a caminar, repaso videojuegos en Steam. Hay algunos de ellos que son calificados como Walking Simulator o …
Claridad / La escuela de los opiliones
La tortuga nada hacia mí. Creo que ignora que está encerrada en su contenedor de plástico. Arriba de ella está la ventana. ¿Cuántos de …
Yo lo hubiera mandado a dormir, tío / La escuela de los opiliones
He dormido mal varios días porque no puedo olvidar una pregunta al aire. Qué rápido una cuestión personal puede volverse un lío metafísico, un peldaño …
Buenas noches / La escuela de los opiliones
Quiero escribir mi columna antes de que me mate el 2016. Si la estás leyendo, quiere decir que lo logré. Pude mandarla como un …
San-Chi y el árbol de invierno / La escuela de los opiliones
En una vieja historia china, Confucio se aprovechó de un joven emperador; lo hizo prometer que no entraría en guerra con ninguno de los cinco …
Matar un águila a guijarros / La escuela de los opiliones
Nadie hizo nada porque creyeron que era imposible. Incluso el horror de imaginarlo les daba un acceso de ansiedad y prefirieron esperar. Todavía no es …
Una boda / La escuela de los opiliones
Para probarme a mí mismo que siempre puede ser peor, esta vez escribo mi columna en una boda. Soy un personaje de loca comedia americana. …
Aguinaldo / La escuela de los opiliones
Todavía recuerdo las fechas del Buen Fin (en mi cabeza suena como el mantra recitado por un chillón en un episodio histérico). Por si no …
El hedor de todos los males / La escuela de los opiliones
Una defensa común en las redes sociales es descontextualizar una cita y ponerle el nombre de algún escritor famoso, respetable, preferiblemente ganador del Premio Nobel …
El uber de un solitario neón / La escuela de los opiliones
Ojalá pudiera incluir la música de sintetizadores en alguna parte, pero no sé cómo. Este es uno de esos momentos vergonzosos cuando la mitad de …
Las islas / La escuela de los opiliones
Escribo mi columna mientras paseo en un Gandhi. Una mano en el celular, la otra empuja las montañas de libros en descuentos. Otro volumen de …
Problemas de ser una simulación / La escuela de los opiliones
En algunos círculos, hay gente que no puede evitar una que otra risita cuando le dan vueltas al argumento de que no somos la realidad …
La transmutación de Shakespeare, la traducción del oyente / La escuela de los opiliones
Mi relación con Shakespeare es un poco extraña. Es cierto que alguna vez estudié letras inglesas; tuve que leerlo, escucharlo en voz de Alfredo Michel …
Apuntes de un creador independiente / La escuela de los opiliones
En las comunidades de videojuegos es muy importante especificar que eres independiente (y tienes tu propia habitación -sin intervención de mamá-, te compras tus propios …
