Queda un día para cerrar el año, uno con grandes hazañas en el mundo del futbol, desde un enano que se convirtió en el más galardonado entre los gigantes, hasta un equipo que batió récord tras récord para terminar no sólo con un trébol, sino con el caramelo por el que todos peleaban.
Empezamos el año como lo terminamos, hablando del balón de oro. En enero, Lionel Messi se convirtió en el único jugador en la historia en ganar cuatro veces el ballon d’or. El argentino recibió el galardón por cuarta vez consecutiva dejando nuevamente a Cristiano Ronaldo en la carrera. ¿Será el 2014 la quinta saga de esta película o Cristiano por fin podrá tomar el preciado balón? El 13 de enero lo sabremos.
Probablemente el premio más preciado de la temporada no era la Champions. Muchísimo se habló sobre el incierto futuro de Pep Guardiola, el ex entrenador del Barcelona se había tomado un año sabático y estaba en busca de trabajo. El Chelsea, el Manchester y muchos otros gigantes querían sus servicios sí o sí. Guardiola sorprendió al mundo una vez más y firmó cuatro años de contrato con el Bayern. Un equipo armado, serio y que no ofreció a Pep la mejor suma de dinero, pero sí la mejor propuesta futbolística.
Lo siguiente es la Champions. Se jugó la segunda mitad del mejor campeonato del mundo y en las semifinales había dos alemanes y dos españoles. El poderío teutón fue inesperado. Primero el Bayern goleó 4-0 al todo poderoso Barcelona en Múnich, un día después Robert Lewandowski se hizo cargo del Madrid anotando un póquer. 4-1 para el Borussia. Las semifinales de vuelta fueron un trámite y poco después se enfrentaron en Wembley protagonizando la primera final alemana en la historia. El Bayern se impuso 2-1 y así ganó su tercer título del año además del nuevo entrenador. Un equipo que lo ganó todo, y de qué manera, más de 20 puntos de ventaja en la liga, humillando al Barcelona en la Champions y venciendo al Borussia en dos de las tres finales de la temporada, ¡qué año!
Con la campaña 2012/2013 concluida, se abrió la ventana de transferencias para el siguiente año. La primera campanada la dio el Fútbol Club Barcelona. Los blaugranas anunciaron la llegada de Neymar, la joya brasileña pretendida por medio Europa. Después, el Real Madrid hizo gala de su incontrolable hambre por comprar jugadores y no sólo trajo a Isco, Carvajal e Illarramendi, no, compró por una suma no revelada al galés Gareth Bale haciéndolo el hombre más caro no sólo del mundo, sino de la historia. Versiones hablan de 100 millones de euros, otras un poco menos otras un poco más, lo único seguro es que fue el fichaje bomba del verano, hasta ese momento.
En el último día de transferencias el Real Madrid haría otra incomprensible movida. Con el déficit que dejó la llegada del galés los blancos vendieron por la mitad, 50 millones de euros, a Mesut Özil. El alemán tomó rumbo a Londres y se enfondó la camiseta del Arsenal. Vaya semanita de transferencias.
Con los nuevos jugadores, los viejos equipos se pusieron a trabajar. Cuando llegó esa época del año en que los premios ya se oían, Josep Blatter, presidente de la FIFA, protagonizó uno de los momentos más bizarros del año. Cuando le preguntaron sobre Messi y Cristiano, Blatter no contuvo las ganas de demostrar con mímica lo que uno y otro hacían en la cancha. Al mencionar a Cristiano lo comparó con un comandante y la polémica comenzó. Para mí, uno de los momentos más divertidos de la década, para otros, una grave falta de respeto, ustedes sean los jueces.
Parea terminar el año no habría mejor manera que incrementar el suspenso del mundial y así terminar el 2013 con el sorteo. Una ceremonia que dejó a más de uno inconforme y a muchos más enamorados. El sorteo no hizo más que incrementar la mala imagen de FIFA, no sin antes sortear a tres campeones del mundo en un solo grupo, a los dos finalistas de hace cuatro años juntos, y casualmente a Francia y Suiza en el grupo más fácil de todos.
No sé qué esperar del 2014, pero lo que sí sé es que ya quiero que empiece. Primero para ver si alguien será capaz de vencer a Messi en el balón de oro, segundo para ver si Pep Guardiola es capaz de llenar los zapatos de Heynckes, y tercero, lo más importante, Brasil 2014. Estoy seguro que será un gran año para el futbol y no puedo esperar para ver qué nos espera en la tierra del Jogo Bonito.
