- Indígenas en Aguascalientes son invisibilizados
- La mayoría de los indígenas se encuentran en malas condiciones y con un alto nivel de pobreza
Uno de los grandes obstáculos del país es la ignorancia de las culturas mexicanas, la barrera de invisibilidad hacia los pueblos indígenas no sólo los aísla sino que los restringe en oportunidades, siendo esta una de las razones por la que familias enteras se ven obligadas a emigrar de sus regiones, explicó María del Carmen Woutto, presidenta de la asociación Mancomunidad de la América India Solar (MAIS).
“Si uno le pregunta a alguien en Aguascalientes dicen que no hay indígenas, sin embargo migran muchos indígenas y se quedaban en situaciones muy graves”, recordó que en Aguascalientes hace diez años los grupos indígenas se resguardaban en tapancos de la zona ferrocarrilera y por decisiones gubernamentales fueron desplazados, porque imprimían una imagen urbana no deseable para la ciudad en desarrollo.
Fue a través de apoyo federal que MAIS recibió la casa ubicada en calle Hornedo, en el centro de la ciudad capital; luego de un proceso de restauración de paredes, techos, drenaje y ventanas, el hogar de las culturas en Aguascalientes ahora se viste de colores para darle albergue transitorio a indígenas que llegan al estado.
“Creo que algunas cosas vienen de Dios y desde un primer momento llegó una familia, sin nosotros buscarla”, fue ese el primer eslabón de una cadena que, a decir de María del Carmen Woutto, se ha hecho más fuerte y que a pesar de las carencias ha seguido creciendo.
Es así que, de voz en voz, cada uno de los cuartos en casa MAIS se ocupan; actualmente son ocho familias con sus hijos, un total de 35 niños, quienes habitan y reciben despensas como ayuda por parte de la asociación.
“Mensualmente llegan 40 personas indígenas pero no todos quedan aquí, a veces no tenemos lugar porque estamos saturados”. La presidenta de la asociación apuntó que en su mayoría son huicholes provenientes del estado de Nayarit, y mixtecos de la región de Oaxaca, sin embargo por temporadas llegan indígenas de Chiapas, Michoacán y Querétaro.
Carolina, de 40 años, tiene ya diez años viviendo en Aguascalientes. El primer refugio que encontró al haber llegado de Oaxaca fue casa MAIS, “andábamos de un pueblo a otro y a otro, pero como ya los niños crecieron se nos hace difícil (seguir) moviéndonos de un lugar a otro”. Ella y su esposo venden semillas en los cruceros y, a pesar de las complicaciones, han encontrado un camino adelante junto a sus cuatro niños.
“Aquí puedo trabajar y darle estudios a ellos, allá no hay para darle estudios, no hay trabajo, allá está bien difícil”, mencionó que la ayuda que tanto María del Carmen como otros integrantes de la asociación, otorgan, es un alivio para los migrantes que transitan por el estado.
La mayoría de los indígenas se encuentran en malas condiciones y con un alto nivel de pobreza, “quisiéramos que ellos tuvieran igualdad de oportunidades porque la mayoría no saben leer ni escribir”, detalló Del Carmen Woutto que una de las principales acciones de casa MAIS es ayudar a los indígenas a concluir la primaria y avanzar en su educación, dándoles herramientas que los ayuden no sólo a conseguir un empleo, sino defenderse en la sociedad.
Mariana Mora, asesora en educación, capacitada en el Instituto Nacional de Educación para Personas Jóvenes y Adultas, imparte los cursos de alfabetización para los adolescentes y adultos en casa MAIS, “al principio sí era difícil porque son algo cerrados, pero ya me agarraron confianza y yo a ellos, llevo casi un año”, actualmente son cinco personas las que reciben este taller; los niños que ya cursan la primaria son apoyados por ella en sus tareas, los días lunes, miércoles y viernes de 17:30 a 19:30 horas.
Expresó que los indígenas “se están perdiendo, son nuestras raíces y no están visibles, saben que están ahí pero no voltean a verlos, la gente no conoce que existe un lugar como MAIS”, sin embargo Mariana Mora señaló que el verdadero reto es rescatar y darle difusión a sus lenguas.
Al respecto María del Carmen Woutto comentó que “hay un proceso de aculturación que podría enriquecerse sin olvidar lo propio; si toda la gente estaría bien informada, haciendo visible lo que es tuyo, preservamos la cultura”, en ese sentido casa MAIS busca no sólo albergar sino reflejar la cultura que en su interior se concentra.
Jesús Capetillo, Chunga, artista urbano, se sumó a la asociación hace poco más de seis meses en conjunto con los artistas de Colectivo Gráfica Popular, representaron en las paredes un mural que contiene los colores y deidades de la cultura principalmente huichol, “es una ofrenda que estamos regalando a las personas, a los residentes de casa MAIS, a la comunidad y a la sociedad, lo denominamos ofrenda porque cualquier persona se puede deleitar de la cultura que es propia de México”.
Chunga expresó que el arte es uno de los medios que permite mantener la cultura mexicana y hacerla llegar a quienes no la conocen, “poco a poco estamos haciendo diseños con sus creencias, estamos plasmándolas y fortaleciéndolas”, la meta será llenar a casa MAIS de murales.
No son necesidades diferentes a las de cualquier humano, los indígenas sufren por la ignorancia y la doble moral de Aguascalientes, aseveró Chunga, “es una sociedad dentro de otra sociedad, más que talleres o labor altruista la solución es convivir con los demás, sumarnos”.
En el marco del Día del Migrante, y a poco de cumplir diez años, casa MAIS invitó a la ciudadanía a llevar despensas, cobijas y, sobre todo, a abrir fronteras uniendo los pueblos que habitan en el estado, “nuestra ilusión es que se difunda la cultura y que realmente vayamos hasta ser un punto cultural para Aguascalientes, porque la riqueza de la cultura mixteca, virarica, huichol, maya, tarasca es muy grande y poder empaparnos de ese simbolismo nos daría una postura de un México diverso y muy rico culturalmente”, concluyó la presidenta de la asociación, María del Carmen Woutto.
Foto: Gilberto Barrón