- La población mexicana relaciona las expresiones artísticas con accesorios lujosos para un sector particular, en rincones territoriales o para ciertas familias
- Que se rompan esquemas que la música clásica es sólo para una clase social o ciertos intelectuales: Zaeth Ritter
Existe una gran brecha entre el nivel cultural de México comparado con el de países europeos por la falta de promoción artística, externó Zaeth Ritter, directora de la Orquesta Filarmónica Juvenil Manuel M. Ponce y de la Camereta Cadenza en la Ciudad de México.
Zaeth Ritter, luego de estudiar dirección de Orquesta con Gonzalo Romeu en la Escuela de Música de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), residió varios años en España y Austria donde además de continuar sus estudios en dirección coral, orquestal y de ensambles, fundó la Joven Orquesta de Cámara de Granada
“Mentiría si dijera que no existe una diferencia notable en el nivel artístico porque aquí no ha habido una tradición musical como lo hay en muchos otros países de Europa” y comentó que el arte, en especial la música, es parte central de los seres humanos sobre todo en los países primer mundistas, por lo que se intensifica la conexión y el sentimiento de pertenencia entre la población al participar en los conciertos y presentaciones.
En contraste, apuntó que la población mexicana relaciona las expresiones artísticas con accesorios lujosos para un sector particular, en rincones territoriales o para ciertas familias, “que se rompan esquemas que la música clásica es sólo para una clase social o ciertos intelectuales”.
La promoción musical podría romper paradigmas de estancamiento cultural incluso educativo del país, “concientizar que hay una serie de elementos que la música fortalece a nivel integral que son básicos y que nos harían mejores personas en todos los sentidos.”
De cara al rezago cultural, Zaeth Ritter aclaró que es necesario implementar un programa en educación básica que diera cabida a la enseñanza musical, no como la sección de entretenimiento sino como parte de la currícula básica e integral.
“Había que trabajar en la base que son los niños y ofrecerles una educación musical de calidad y que no sea la clase de música a la hora del recreo o la hora de la pachanga porque siempre es así”.
En referencia a los sistemas educativos de países como Hungría y Alemania el programa musical debería contar mínimo con diez o doce horas a la semana, para ello se capacitaría durante cuatro meses a estudiantes de música o magistrados con nociones básicas en música para impartir las clases.
Al respecto Silvia Navarrete reconocida como una de las representativas pianistas mexicanas, informó que en el estado de Morelos participó en el piloto para aplicar el programa de educación musical dos veces por semana en escuelas primarias de tiempo completo.
“El instrumento mejor es la voz” por lo que advirtió que al no contar con los recursos para comprar los instrumentos, se hizo uso de la única herramienta que permitía sin costo alguno desarrollar capacidades cognitivas musicales en los pequeños, sus voces.
La creación de coros infantiles podría ser la estrategia de promoción artística para aplicarse en todas las instituciones educativas del país, “la música hace que los niños tengan mejor capacidad académica, tener una experiencia de trabajo en equipo que nos hace mucha falta en México”.
Finalmente Zaeth Ritter apuntó que cada vez más jóvenes que se internan en la educación musical profesional pueden integrarse a nuevos grupos musicales y continuar con sus estudios a nivel nacional, “me da mucha alegría ver que cada vez hay más orquestas y que el nivel va elevándose, que se está buscando una excelencia musical y creo que eso es vital, vamos en buen camino pero creo que sí nos hace falta mucho”.
Foto: Roberto Guerra