Después de una temporada de exceso de emociones, sobre todo para los que siguen a otros pilotos y estaban conformes con que el campeonato, como en todos los deportes tenía un favorito. La temporada para los aficionados de Ferrari fue frustrante, pero hasta en la frustración existe una emoción. Para los de Mercedes fue ilusionante al inicio y trepidante cuando Rosberg se ponía a manejar. Para los seguidores de Raikkonen fue espectacular, como él mismo; entre los berrinches, declaraciones, la gran primera parte de la temporada, los podios y el contrato con Ferrari todo fue maravilla para él, excepto las últimas tres carreras; a mi parecer, fue más por berrinche que por enfermedad que no las corriera. Lotus fue la sorpresa con un Grosjean atrevido y que para 2013 tendrá a otro conflictivo piloto en el venezolano Maldonado.
Para los latinos la temporada deja un sabor de boca semiamargo, Checo tuvo una temporada para el olvido, al igual que McLaren, aunque cuando pudo, el tapatío demostró su talento, pero no se dejó de egos que lo llevaron a salir de la escudería y hoy en día aspirar a la última plaza en la máxima categoría: Force India, que muchos la dan por hecha. Para Maldonado pasó algo similar con el Williams que no le daba en muchas ocasiones ni para entrar en la Q1, una nueva temporada con un equipo de mayor potencial es esperanzador. Al que mejor le fue, a pesar de sólo conseguir un Top-Ten, fue a Esteban Gutiérrez que además de renovar contrato fue nombrado el novato del año; esperanzador futuro para el regiomontano que demuestra más ecuanimidad que Checo, lo que le puede ayudar en su carrera. Hasta aquí la primera resaca de la Fórmula 1.
Foto: Archivo LJA