Sé que debo escribir sobre lo que pienso de esta cinta, pero creo que todavía no tengo una opinión definida, pues en esta época en la que están por iniciar las festividades decembrinas y vemos arbolitos, nacimientos y santa clauses por todos lados, es difícil no contagiarse del espíritu de paz y armonía que se respira en estas épocas, así que a uno le dan ganas de hablar de cosas felices, tiernas y que calienten el corazón -películas tipo Disney o cuentos de navidad para que me entiendan- no obstante, tras terminar la proyección de Intriga, lo único que siente mi corazón es una terrible tristeza.
Con esto no quiero implicar que se trate de un mal largometraje, sólo reflexiono en que no se trata de uno feliz.
Entre los aspectos que me encantaron fue el manejo del suspenso que tiene el director Denis Villenueve, apoyado por una fotografía muy ad hoc a la historia y una muy interesante edición que en conjunto se complementan estupendamente para tener al espectador con el corazón en la garganta y al borde del asiento durante casi toda la proyección.
Sin embargo, la historia en sí no tiene tanta fuerza pues si uno analiza los sucesos que se presentan a lo largo de los eternos 151 minutos de proyección, ya sin la magia entretejida por director, fotógrafo, editor y actores, es imposible no darse cuenta que el argumento es bastante chafa y las motivaciones -principalmente de los villanos- son algo endebles.
Les cuento, en una tarde del día de Acción de Gracias los Dover -Papá, mamá, hijo adolescente e hija menor de edad- visitan a los Birches -papá, mamá, hija adolescente e hija menor de edad- tras la cena y durante la sobremesa que le sigue, las niñas deciden salir sin compañía a la casa de los Dover. Poco después ambas familias se dan cuenta de que las pequeñas han desaparecido y tras una frenética búsqueda dan aviso a la policía.
Aquí entra en escena el detective Loki quien pronto descubre a un sospechoso que, al parecer, estuvo vigilando a las niñas durante la tarde. Este sospechoso es Alex Jones, un hombre de treinta y tantos años que parece el candidato perfecto para haber cometido la fechoría, eso, claro, si no contáramos con que tiene un coeficiente intelectual de un niño de diez años; lo que de inmediato influye para que sea puesto en libertad.
Esta situación no hace nada feliz a Keller -papá Dover- así que maquina un plan para secuestrar y torturar a Jones para que confiese en dónde escondió a las niñas. Con la ayuda de Franklin -papá Birch- pone en marcha su idea y, de esta manera, los espectadores nos convertimos en testigos mudos de una de las escenas más violentas y emotivas de toda la cinta.
Mientras les cuento la historia me doy cuenta que la película sí me gustó como tal, lo que pasa es que es una de esas obras que resultan incómodas para el público que la ve, pues por momentos -y sobre todo si uno es padre- es fácil ponerse en los zaparos de Keller, quien a pesar de ser un hombre profundamente religioso, no duda en convertirse en un salvaje dispuesto a todo para salvar a su hija. Pero también es fácil ponerse en el lugar de Jones pues, si Keller está equivocado, y hay suficientes pruebas que apuntan a que lo está, este padre preocupado se ha convertido en el verdugo de un hombre-niño que no entiende lo que le sucede y no tiene más remedio que sufrir en silencio todo el abuso al que es sometido.
Entonces, como espectador, uno termina como pelota de ping-pong viajando de un lado al otro de la balanza moral, intentando discernir si lo que unos u otros de los personajes están haciendo y decidiendo está bien o mal.
Las actuaciones de todos los involucrados en este largometraje son excelentes y no cabe duda de que elevan el valor del mismo. Particularmente Hugh Jackman está perfecto como Keller, con toda esa fuerza emocional que le caracteriza como actor invertida en interpretar a un hombre furioso, terco, violento y perseguido por la culpa y el remordimiento. A Terrence Howard, con su cara de yo no fui, le cayó como anillo al dedo el papel del padre preocupado, pero con fuertes principios de justicia que no duda en echar de lado cuando le conviene. Pero es Jake Gyllenhaal quien me parece tuvo el mejor desempeño de todos, pues fue capaz de transmitir perfectamente al público toda la fuerza, pasión, frustración y enojo que se esconden detrás de las formas medidas y controladas del detective Loki.
Intriga es una de esas películas que, independientemente de cómo se resuelvan -no daré más detalles para no arruinárselas- no lograrán que el espectador se vaya tranquilo a casa, pues lo más seguro es que por un buen rato se esté preguntando cosas como ¿qué hubiera hecho yo? Y ¿sería capaz de vivir con las consecuencias de mis actos?
Productor: Broderick Johnson, Kira Davis, Andrew A. Kosove y Adam Kolbrenner; Director: Denis Villeneuve; Guión: Aaron Guzikowski; Fotografía: Roger A. Deakins; Edición: Joel Cox y Gary Roach; Música: Johann Johannsson; Elenco: Hugh Jackman, Jake Gyllenhaal, Viola Davis, Maria Bello, Terrence Howard, Melissa Leo y Paul Dano. Duración: 2 horas 31 minutos.