- Expone IMMA montaje conmemorativo al Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer
- Las acciones gubernamentales siguen siendo ineficientes mientras no se articule el plan de acción: Verona Valencia
En el segundo patio del Palacio Municipal, el Instituto Municipal de la Mujer de Aguascalientes (IMMA) anunció el posicionamiento del gobierno municipal con respecto al Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, al presentar un elaborado montaje por parte de Cartografías del Deseo, consistido en un manto rojo cubierto de pequeñas palomas de papel que representaban a todas aquellas mujeres víctimas de violencia así como la sangre derramada en los miles de feminicidios suscitados en los últimos años y todas las personas solidarias que trabajan por la erradicación de la misma.
Verona Valencia, directora del IMMA, manifestó que la violencia constituye un abuso de poder que en el ámbito de la familia, en donde la pareja, generalmente el hombre, ejerce contra las mujeres y los hijos, actos que les arrebata la felicidad, privándolos muchas de las veces hasta de la propia vida.
La dinámica misma de la violencia dice que este silencio se convierte en un pacto concreto, primero dentro de los propios familiares y después de ciudades enteras para que la violencia sea minimizada, naturalizada y ocultada, configurándose en mecanismos sociales que caen en indiferencia y falsas justificaciones.
La instalación artística, conmemorativa a la fecha, es un ejercicio de reflexión para recordar a la sociedad que la solución está en sus manos; si se suman a las voces de las mujeres víctimas de violencia éstas pueden tener la oportunidad de salvar sus vidas o evitar que otras sufran; hizo así un llamado a la población para que apoye a la construcción de nuevas forma de relacionarse basadas en la equidad, igualdad, justicia, no violencia, tolerancia y diversidad.
“La violencia contra las mujeres no es una condición natural de los seres humanos, es un aprendizaje”, es un acto de abuso consciente intencionado que se sustenta en creencias y prácticas sociales basadas en la pertenencia de un sexo, misma que justifica la discriminación, el maltrato y el feminicidio por el solo hecho de ser mujeres.
Para Verona Valencia el trabajo hecho por el municipio ha sido arduo pero no suficiente, se plasmaron programas y proyectos con perspectiva de género orientadas a que las mujeres puedan vivir en una ciudad libre de violencia y discriminación; ejemplificó como la mayor acción de erradicación de la violencia lograr la certificación en la Norma Mexicana de Igualdad Laboral entre Mujeres y Hombres con cero tolerancia a la violencia laboral, el hostigamiento y el acoso sexual entre los trabajadores públicos, aspirando a un cambio de comportamiento entre la población.
A su vez, se fortaleció el IMMA creando la Unidad de Atención a la Violencia Intrafamiliar (UAVI), que brinda servicios integrales de atención y prevención de la violencia con personal profesional y capacitado, misma que impulsó, por primera ocasión en el estado, un programa de reeducación para hombres que ejercen violencia a las mujeres.
Según lo indicó América Aguirre Campos, coordinadora de la unidad de atención a la violencia de género y familiar de la UAVI, en el último año han atendido a cinco mujeres en violencia extrema que han tenido que ser trasladas a otros estados por seguridad, debido a que estar en un refugio no fue suficiente para salvar su vida.
En casos así la víctima ha solicitado transferencia inmediata; en algunas ocasiones piden apoyo para el transporte pues tienen familia o amistades en otros estados, pero en otras han tenido que gestionar recursos para su vivienda y alimentación durante el proceso de investigación y tratamiento psicológico. “Nosotros no obligamos a nadie, son las propias mujeres quienes deciden aceptar o no el tratamiento”.
El tema de los refugios ha sido controversial para quienes trabajan en la lucha contra la violencia intrafamiliar, pues asociaciones han exigido apoyos a los gobiernos sin obtener respuesta, mientras que a otras, como en el caso local de la Fundación Mujer Contemporánea, se bajaron recurso por el IMMA para la construcción de un nuevo refugio.
Aguirre Campos indicó que las asociaciones deben estar cien por ciento capacitadas y asesoradas pues se trata de un tema extremadamente sensible; Mujer Contemporánea ha sido de las fundaciones que ha recibido más capacitaciones para mantener con estrictos controles de calidad su refugio, que en últimos años se había visto saturado por casos que canalizaba tanto el IMMA como la UAVI.
Por ello se creó también un pequeño programa de albergue externo a través de una red con mujeres empresarias, quienes apoyan con recursos financieros, habitaciones en hoteles o cabañas para albergar a todas aquellas mujeres que no cuentan con un espacio en el refugio y que deben atender con urgencia.
La unidad atiende a mujeres de 15 años en adelante, desde su creación se ha registrado tan sólo 15 casos de petición de asesoría por menores de edad que, aunque ya viven con su pareja y tengan hijos, los padres o tutores son quienes deben de acompañarla en todo momento para que pueda hacerse la denuncia legal, “muy pocas han pasado a la denuncia penal pues no todas han tenido tutores con la disponibilidad de horario para hacer toda la tramitología”; ello es signo de que aún en el siglo XXI la burocracia es el peor enemigo de la justicia.
¿Qué falta para erradicar la violencia de género?
Para Verona Valencia se requiere trabajar mucho en el tema, sobre todo en la conexión de más niveles de atención en un sólo modo de actuación a través de la ruta crítica que es la violencia contra las mujeres, tanto desde el ámbito preventivo como de atención.
Esto sería desde los policías, centros de atención, el cómo están establecidas las leyes y cómo se ejerce la atención, los juzgados y los múltiples servicios de atención legal y penal “la sociedad necesita abrir los ojos y darse cuenta que esto es un problema grave que afecta el desarrollo de las parejas, familias, ciudades, comunidades y países”.
En Aguascalientes se cuenta con la UAVI, pero es absolutamente insuficiente para una ciudad que tiene más de 700 mil habitantes, de los cuales la mitad son mujeres, y de ellas el 50 por ciento sufren de violencia en diferentes niveles; está claro que aún a tres años del gobierno de Lorena Martínez Rodríguez, y sus acciones con perspectiva de género, el camino es largo y deberá seguirse invirtiendo, articulando y diseñando estrategias en los tres niveles de gobierno, fundamentalmente con el Poder Judicial, que es el área de mayor ineficiencia.
Foto: Gilberto Barrón | En imagen: Verona Valencia