- Datos sobre la extensión de la violencia contra las mujeres
- De 2006 a 2011 se incrementó la tasa de homicidios de mujeres entre 20 y 24 años
Los actos de violencia en contra de las mujeres se manifiestan en todos los ámbitos y son ejercidos por diversos sujetos con quienes las mujeres establecen distintas relaciones, desde las más cercanas como la pareja, hasta por desconocidos, pero también directivos o compañeros de trabajo; directores, maestros o compañeros de escuela y por diversos familiares.
La encuesta más reciente (INEGI, 2011) muestra que 63 de cada 100 mujeres, de 15 años y más, han padecido algún incidente de violencia, ya sea por parte de su pareja o de cualquier otra persona. La violencia contra las mujeres más extendida es aquella que ocurre en el ámbito de las relaciones cercanas, como la de pareja, por ende el principal agresor es o ha sido el esposo, la pareja o el novio.
Entre las mujeres de 15 años y más que han tenido al menos una pareja, sea por matrimonio, convivencia o noviazgo, 46 de cada cien de ellas han sido agredidas por el actual o último esposo, pareja o novio en algún momento de su vida marital o durante su relación de pareja o noviazgo.
Entre las mujeres que están o estuvieron casadas o unidas, y que mantuvieron una relación de cohabitación, la prevalencia de violencia de pareja es menor, alcanzando a casi la mitad de ellas (49.1%). Entre las mujeres que nunca se han casado o unido, pero que han sostenido al menos una relación de noviazgo o pareja, 35.9% fueron agredidas por su actual o último novio o pareja. 46 de cada cien mujeres de 15 años y más, han experimentado actos de violencia, principalmente de desconocidos.
El ámbito laboral se ubica como el tercer espacio donde se violentan los derechos de las mujeres; poco más de un cuarto del total de las asalariadas (28.6%) que trabajaron durante 2010, enfrentaron actos de discriminación laboral, tales como: despido, reducción de salario o no re-contratación por su edad o estado civil; menor salario, prestaciones u oportunidades para ascender comparado al que tuvieron los hombres en sus centros de trabajo; otro acto de discriminación es la solicitud de prueba de embarazo como condicionante para su ingreso o permanencia.
La violencia de pareja
Los datos que dan cuenta de la violencia ejercida por el actual o último esposo o pareja, indican que las agresiones más ampliamente experimentadas por las mujeres son las de carácter emocional, ya que el 41.4% ha sido sometida -al menos una vez a lo largo de su relación- a insultos, amenazas, humillaciones, intimidación y otras ofensas de tipo sicológico o emocional. A éstas les siguen las de tipo económico, tales como el control o el chantaje, mientras que las agresiones corporales y sexuales se ubican muy por debajo de aquellas.
En el conjunto de mujeres que mantienen una relación de cohabitación sin matrimonio, es mayor la proporción de violencia de pareja, que entre aquellas que se encuentran casadas, particularmente en la violencia emocional.
Las diversas posiciones y responsabilidades que van asumiendo las mujeres, más allá del espacio doméstico, tienen repercusiones en los arreglos de pareja; de acuerdo con la información, sus parejas masculinas parecen no encontrar vías de resolución pacífica ante los conflictos; ya que es entre las mujeres que trabajan donde se observa una mayor tasa de violencia de pareja en todos sus tipos. Así, mientras en el total de las mujeres la prevalencia es de 46%, entre quienes trabajan ésta alcanza a más de la mitad de las mujeres.
La severidad de la violencia física y la violencia sexual
Las agresiones de violencia sexual, desde el abuso, la intimidación sexual y la violación, son consideradas muy graves. De ahí que al combinar la severidad de la violencia física con la sexual, del 17.4% del total de mujeres de 15 años y más, actual o anteriormente casadas o unidas, que enfrentó violencia física y/o sexual, equivale a 61 mil 211 mujeres (35 mil de las actualmente casadas o unidas y 26 mil de las anteriormente unidas).
De este conjunto, 14.2% ha enfrentado violencia “moderada”, al tratarse de jalones o empujones; 53.6% ha vivido violencia física y/o sexual grave, al haber experimentado violencia física grave, o bien abusos sexuales, o violencia física moderada junto con abuso sexual, o sólo violencia física muy grave. El tercio restante (32.1%) enfrentó violencia física y sexual muy grave, que incluye los casos de violencia física grave o muy grave junto con abusos sexuales.
En Aguascalientes, la violencia física y sexual que enfrentan las mujeres actual y anteriormente unidas por parte de su pareja o esposo es predominantemente grave y muy grave (85.8%); en el contexto nacional podemos señalar que las principales diferencias se ubican en Coahuila y Tabasco, donde se presenta la menor proporción de mujeres con violencia grave y muy grave (77 y 80% respectivamente); frente a las más altas que se observan en Nayarit, Tlaxcala y Zacatecas donde alcanza el 89 por ciento.
El 12% de las mujeres que han enfrentado cualquier tipo de violencia por parte de su pareja, ha pensado o intentado alguna vez en suicidarse (5% lo intentó; 7% lo pensó). Pero quienes presentan el mayor porcentaje en esta situación son las mujeres que han enfrentado violencia física y/o sexual; de éstas el 24.8% lo ha pensado o lo ha intentado (10.7% lo ha intentado y 14.1% lo ha pensado).
Las muertes violentas
La violencia homicida tuvo un aumento constante en la década pasada. En el año 2006 se registró un total de 26 homicidios en el estado (19 hombres y 7 mujeres); mientras que en 2011, el total de homicidios registrados en todo el estado ascendió a 105 personas (90 hombres y 15 mujeres).
De manera particular, las defunciones por homicidio de los hombres pasaron de representar el 73.1% en el año 2006, a 85.7% en 2011, del total de los homicidios en la entidad.
En el caso de las tasas de homicidios de mujeres de 2006 y 2011, se observa que en Aguascalientes la tasa fue el doble de la registrada en 2006 (de 1.2 a 2.4 por cada cien mil mujeres).
A nivel nacional, la tasa pasó de 2.3 muertes por cada 100 mil mujeres a 4.6 en 2011, siendo dos veces mayor a la registrada en 2006. Comparando los datos estatales con los nacionales, se observa que para este 2011 en el país se registra una tasa dos veces mayor a la observada en la entidad.
La violencia homicida tiene una característica central, que según algunos historiadores se mantiene casi similar desde hace siglos en el mundo occidental, alcanzando su máxima intensidad entre los hombres jóvenes de 20 a 29 años, y también entre las mujeres, aunque con tasas más bajas; es en estas edades donde existe un mayor riesgo de morir por causas violentas.
En 2011, entre las mujeres jóvenes la tasa más alta se ubica entre quienes tienen 25 a 29 años, donde cerca de cuatro de cada cien mil mueren por agresiones intencionales; entre los hombres de 25 a 29 años asciende a 26 por cada cien mil.
En Aguascalientes las tasas de muertes por homicidio entre los hombres jóvenes de 20 a 24 años, es siete veces más alta que la observada en este grupo de edad para el año 2006, situándose así en 16 homicidios en el grupo de edad observado.
El grupo de edad de 20 a 24 años, registró la tasa más alta dentro de todos los grupos de edad presentados, ubicándose en 15.5 a nivel general, en 28.1 para los hombres y 3.6 para las mujeres.
Para el periodo de 2006 a 2011, dentro de las mujeres el rango de edad donde se observa el incremento más alto de la tasa de homicidios es el de 20 a 24 años, con 3.6 puntos más; mientras que en el grupo de edad de 15 a 19 años se observa un decremento en esta tasa de 1.8 puntos.
Para el periodo de 2006 a 2011, dentro de los hombres el rango de edad donde se observa el incremento más alto de la tasa de homicidios es el de 20 a 24 años, con 23.9 puntos más; mientras que en el grupo de edad de 10 a 14 años se observa un decremento en esta tasa de 1.6 puntos.
Con información del INEGI
Foto: Roberto Guerra