- Urge vincular con mayor detalle a la legislación con las autoridades
- Cinco millones de casas deshabitadas en el país así lo confirman
El urbanista Óscar López Velarde Vega dijo que no existen instrumentos para aplicar y actualizar la planeación, administración y control del uso y destino del suelo urbano y ambiental, por lo que urge vincular con mayor efectividad a leyes y autoridades.
Se refirió a lo anterior el integrante del Consejo Consultivo Nacional de Desarrollo Urbano y Vivienda, en su participación en los Foros Temáticos de los Programas Nacionales de Desarrollo Urbano y Vivienda 2013-2018, nuevo marco jurídico e institucional para el desarrollo urbano, el ordenamiento territorial y la vivienda.
El especialista dijo que las cinco millones de viviendas deshabitadas, según el Censo Poblacional de 2010, el desorden urbano y la dispersión de la expansión física de las ciudades, las microcasas que no representan viviendas dignas y adecuadas, las colonias, barrios y fraccionamientos sin equipamiento, infraestructura y servicios básicos, la especulación inmobiliaria, el agravamiento del cambio climático, la contaminación y el despilfarro de recursos naturales, ante todo del agua y la energía, la devastación ecológica:
“Son tan sólo algunos de los principales efectos del acelerado proceso de urbanización y edificación de viviendas, que no responden a políticas congruentes y vinculadas de desarrollo regional, urbano y habitacional, ordenamiento del territorio y sustentabilidad”.
Ello justifica a su vez, “la impostergable necesidad de adecuar y compatibilizar a la mayor brevedad la legislación, planeación, administración y gestión urbanística y habitacional en México, en los niveles federal, estatales y municipales”.
En otra parte, López Velarde Vega dijo que las ciudades no pueden seguir basando su crecimiento en asentamientos humanos informales, que hacen más costosa la introducción de servicios y deterioran el ambiente, que buena parte de ellos ocupan terrenos no aptos para la urbanización por ubicarse en zonas de riesgo:
“El reto ofertar por la vía legal, ordenada y de acuerdo con la capacidad socioeconómica de la población, la tierra que demanda el desarrollo urbano y la vivienda: Erradiquemos el círculo vicioso de la ocupación, expropiación y regularización”.
Puntualizó que “la buena gestión urbana es la clave para la reducción de la pobreza y el desarrollo sustentable, lo que requiere de un gobierno que en todos sus niveles tome oportuna y adecuadamente sus decisiones: La efectiva descentralización y el fortalecimiento de las autoridades locales, ante todos las municipales, así como la participación social, son medidas que contribuirán a mejorar la calidad de vida de la población”.
Al exponer sus puntos de vista en dichos foros Óscar López Velarde enfatizó: “Urge vincular con mayor detalle y efectividad la legislación y a las autoridades ambientales y las urbanas de los tres órdenes de gobierno, a efecto de resolver a la mayor brevedad los problemas de inexistencia, desactualización o inaplicabilidad de los instrumentos de planeación, administración y control del uso y destino del suelo tanto urbanos como ambientales.”