- El 10% de los jóvenes atendidos presenta depresión y han pensado en el suicidio
- Los conflictos familiares y la drogadicción son los principales problemas detectados en las atenciones psicológicas
En lo que va del año se ofrecieron dos mil atenciones psicológicas a jóvenes dentro de las instalaciones de la Casa del Adolescente, informó la representante del departamento de Psicología Humanista, Yegessi Esparza, quien además mencionó que el diez por ciento de los casos presentó depresión y tuvo pensamientos sobre quitarse la vida.
Los problemas familiares, la violencia y la drogadicción son las causas más frecuentes por las cuales los jóvenes presentan ideación suicida, mencionó que esto se debe al proceso de adaptabilidad que el adolescente experimenta, “algunas confusiones que se vienen generando en ellos mismos, más aparte se le da la carga familiar, escolar, social, de que buscan ser aceptados en una sociedad y ante un círculo” acotó Yegessi Esparza.
“Sí se ha logrado brindar la contención también en trabajo de manera preventiva, para que ellos no lleguen a caer a este tipo de situaciones” informó que en todos los caso se logró trabajar a tiempo y los jóvenes se encuentran fuera de recaídas.
“El suicidio es un fenómeno multifactorial, se necesita una ayuda interdisciplinaria y de ámbitos del conocimiento, en este caso si hablamos de la ayuda que presta la Casa del Adolescente, todas las actividades que ahí se dan pueden dar al joven recursos para fortalecer la forma en que el puede afrontar los conflictos” habló la directora del DIF estatal, Marcela Durán Madrigal.
Yegessi Esparza señaló que en promedio se dan 20 consultas diarias y que al detectar depresión en el adolescente se da seguimiento en el departamento, asimismo se crean redes de apoyo dentro de su entorno familiar, escolar, con amistades y pareja sentimental, de ser necesario se canaliza a otras dependencias del estado que puedan proporcionar atención intensiva.
Marcela Durán Madrigal mencionó que se realizan más de 30 acciones en la Casa del Adolescente para dotar al chico de herramientas al afrontar situaciones conflictivas “que el joven pueda tener un lugar en la casa del adolescente donde él sabe que lo pueden escuchar, lo pueden atender, tanto física como psicológicamente, de manera integral”.
Foto: Gilberto Barrón.