Cocina Política / Vecino asesino II - LJA Aguascalientes
22/11/2024

Los vecinos de la Cocina. El domingo ante pasado, a las nueve de la noche, decidí sacar a pasear a Panchito y Kika -estos nombres son reales- y que por estar encerrados mucho tiempo, necesitan ejercitarse. Aunque ya era tarde, pensé que por ser domingo y vivir yo en una zona turística muy vigilada, no tendría mayor problema. Salí de casa tranquila con los dos cachorros alegres y festivos, pero al llegar a la esquina me encuentro con que un señor había atravesado su carro, un auto de color negro con la carrocería en pésimo estado. –No puede pasar señora- me dice el fulano en tono autoritario. Creo que no se esperaba mi respuesta, ¡Óigame usted mentecato! -exclamé exasperada- seguro es usted de los ruidosos del 112 ¡Siempre con sus fiestas en domingo! Y es que déjeme informarle, apreciable lector y lectora, que mis vecinitos de atrás se organizan unas fiestas ¡De dar miedo! Con música a todo volumen, karaoke y bailongo ¡Hasta que el cuerpo aguante! El problema es que los que no aguantamos somos mi familia, mis otros vecinos y yo, que debemos trabajar al día siguiente. Así que ahí nos tiene llamando al 080 una y otra y otra vez, para suplicar envíen a la policía alcaldesal a mediar con los bulliciosos vecinos.

Como le decía, al ver ese auto impidiendo el paso en la esquina de mi casa, yo creí que se trataba de una ocurrencia más de mis jaraneros vecinitos, pero ¡Oiga Usted! El conductor del carro desciende del mismo y con voz firme me repite ¡No puede pasar señora! Y no insista porque es cosa de armas. ¡Ay Jesús María y Rodríguez! Estimado lector y lectora, levanto la vista y observo una escena como las que uno sólo ve en las noticias televisivas. La calle entera bloqueada con camionetas, algunas con torretas policiacas. Hombres con batas blancas y cubre-bocas. Más hombres y mujeres vestidos de civiles, pero con armas a la cintura, chalecos antibalas y equipos de comunicación inalámbrica. ¡Mire Usted! Preste gran atención a lo que voy a decirle: regularmente de esta Cocina a la esquina, cuando camino con Kika y Panchito que son más bien pachorrudos,  hago unos cinco minutos. Pues en esta ocasión, debí regresar a mi casa-cocina en un par de minutos cuando más. ¡Viera que susto! Yo ya no quise saber más y me encerré en mi casa-cocina, a piedra y lodo y con el Jesús en la boca.

Al día siguiente, me percaté que habían sido colocados sellos de aseguramiento en una de las casas de atrás. Además, desde ese día a la fecha, una patrulla bloquea la entrada a esa casa en forma permanente -¡Al fin enviaron la patrulla que tanto pedimos los vecinos- y sin descanso hay oficiales de guardia.

Entre vecinos corre el rumor que esa era una casa de seguridad pero que tristemente, ya encontraron muertos a los secuestrados, lo que justifica la presencia en escena de los peritos que observé el domingo en comento.

Más historias. Mire Usted, apreciable lector y lectora, yo tendría otras historias para contarle. Pero me temo que Usted tiene más para contarme a mí y eso, es realmente lamentable. Yo le puedo hablar del vecino de mi hermano Josué en Posada Blanca –recuerde que no estoy asentando nombres reales-, que fue asesinado a golpes delante de su propia esposa y resultó ser tan clase mediero como narcomenudista. O le podría referir que a Mirna González la sometieron y robaron en su casa unos individuos de su propio vecindario, y aunque ella los tiene identificados no los denuncia porque la amenazaron con hacerle daño a su nieto. Y le podría relatar que… mejor aquí le paramos.

¿Cuestión de percepción? Algo está sucediendo en Aguascalientes. Basta con que Usted converse con las personas que cotidianamente le rodean para darse cuenta. Según cifras publicadas, con base en estudios técnicos, las autoridades nos explican que la inseguridad que nos aflige  es en gran parte una cuestión de percepción. En este mismo espacio editorial se publicó la semana anterior una nota al respecto. Pero lo cierto es que también puede observarse en los estudios publicados, el inquietante aumento en el número de delitos y víctimas.

La reflexión de esta Cocina, tiene por objeto dejar claro, a la gente buena de nuestra tierra, que la delincuencia vive y convive hoy entre nosotros. Que atrás quedaron nuestras puertas de casa abiertas, nuestra provincial confianza y nuestra vida sin sobresaltos. Alerto al querido lector y lectora sobre la necesidad de entrarle a la era del vecino vigilante, de las alarmas, las mirillas en las puertas y todo cuanto nos ayude a protegernos y proteger a los que amamos. Ignoro si será un asunto de percepción. Pero por aquello de las dudas, la próxima vez que toquen a su puerta, así sea su amable vecino o su entrañable  vecina, mejor verifique primero por “la ventanita”. Y no es miedo… es precaución.

Le recuerdo que en esta su cocina se come, se lee, se estudia y se platica de todo, especialmente de política.

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