- El librero inició por su interés en los libros antiguos hasta que comenzó a verlo como una labor de rescate
Una feria del libro sin libros, no es feria y menos sin la presencia de aquellos que han sobrevivido al paso de los años, la historia y el uso; así es como Adalberto Cortés de Anda ha dedicado su vida a recaudar aquellos textos que las personas piensan botar a la basura y los convierte en objetos preciados por otras tantas.
En esta ocasión decidió entrar al reto de una feria del libro estatal, como lo es la del Instituto Cultural de Aguascalientes, para darse a conocer y continuar con la búsqueda de nuevos públicos; este es un negocio de compra-venta en el que aseguró haber iniciado por su interés en los libros antiguos hasta que lo comenzó a ver como una labor de rescate, “los rescatamos, los promovemos para que los sigan leyendo”. Uno de sus libros ya vendido, por cierto, tiene 50 o 60 años, por lo que Cortés de Anda aseguró que las nuevas generaciones deben interesarse por un título sobre los cristeros o la Revolución Mexicana, por un escritor foráneo o hasta por simples libritos de no más de 30 páginas, pero que tienen su encanto.
Existen otros textos a los que les tocó una época difícil “estamos hablando de la Segunda Guerra Mundial, habían salido de la Revolución Mexicana donde mentalmente andaban muy bajos” al referirse al sentir de los habitantes.
“Me siento contento por tener una labor de rescate que me gusta”; uno de los libros que más interesó al público asistente a la feria data de 1922 y perteneció a un hombre que murió al cumplir 100 años. La familia del dueño decidió vender todos los libros de su biblioteca privada, entre ellos éste sobre partitura musical de piano.
En esta época tecnológica donde se había creído que el libro en físico desaparecería para convertirse en digital, las personas amantes de la lectura lo negaron, entre ellos Cortés de Anda, quien manifestó que ahora entre más antiguo tiene más valor, aunque también depende de la información que contenga, pues según otro de los vendedores de libros antiguos en la feria existen ensayos, textos y libros que datan del siglo XV, pero que tratan sólo de religión, misales, y cosas que no son de mucho interés para las personas.
En cuanto a los precios, un libro interesante y antiguo puede costar desde 50 pesos hasta tres mil, aunque en el caso de los recolectores libreros de Aguascalientes, buscan nunca pasar de los mil pesos pues la cultura de compra-venta de libro antiguo en el estado se encuentra aún baja.
En su totalidad existen más de diez locales dedicados a esta noble labor, que en un comienzo creían que no había libro antiguo en el estado pero fueron sorprendidos: “aquí hay muchas personas que vienen a intercambiarnos libros o a venderlos”, lo cual es de gran importancia pues significa que el rumbo de cientos de libros, por más antiguos que sean, aún tienen camino por recorrer, “cada libro tiene su destinatario y uno como librero es sólo el intermediario” finalizó Adalberto Cortés de Anda, quien añadió que a pesar de que en su mayoría, sus clientes potenciales son historiadores, últimamente parejas jóvenes llegan a comprar textos para decorar sus casas u oficinas.
Foto: Gerardo González