Tengo opiniones divididas en lo que respecta a esta cinta, por momentos puedo decirles que me encantó y unos minutos después siento que es necesario que cambie de opinión porque la odié, creo que todo tiene que ver realmente con el enfoque -o el ánimo si ustedes gustan- con el que uno acude al cine.
Si van pensando que se trata de una película seria que retratará algún tipo de realidad o que va a abordar de manera formal una problemática actual, o quizás que van a “fingir” que lo es, les recomiendo que mejor la pasen por alto y sigan su camino hacia documentales y ese tipo de cine. Pero, si por otro lado, lo que andan buscando es un buen rato de entretenimiento, en el cual a nuestras neuronas no se les exija otra cosa que levantar los pies y relajarse, entonces esta es el largometraje para ustedes.
Lo cierto es que a Hollywood oficialmente se le han acabado las ideas por este año, ya que La caída de la Casa Blanca no sólo es una clon -o cuando menos el hermano gemelo bueno- de Olimpo ha Caído, sino que prácticamente podría pasar por un remake de Duro de Matar –no dejen de notar que se compartieron desde el nombre del protagonista hasta la camiseta- pero no por ello deja de ser una experiencia muy entretenida.
No cabe duda que al director Roland Emmerich le gusta explotar cosas, y por lo que nos ha dejado ver en este y otros de sus filmes, los principales landmarks norteamericanos -como la Estatua de la Libertad, el Capitolio y la Casa Blanca- son sus blancos preferidos, y vaya que sabe usar su pirotecnia (ok, ok, efectos especiales), para provocar tensión, marcar el ritmo y hacer más interesante la trama.
La historia es muy sencilla y, honestamente no aguanta un escrutinio muy detallado, pues si uno empieza a intentar ahondar en cosas que de pronto no tienen sentido, el oropel se desprende un poco, y entonces, comienzas a notar que las motivaciones son tan débiles que resultan ridículas, que hay situaciones dentro de la logística del funcionamiento de la Casa Blanca que son poco verosímiles y absurdas, amén de que muchas acciones desafían no sólo la lógica, sino la física y, cuando sale la niña ondeando una bandera, casi van a sentir que quieren soltar la toalla, pero resistan el impulso pues, a pesar de esto, y si logran evitarse todos los cuestionamientos, y se dedican sólo disfrutar, sin duda la van a pasar muy, pero muy bien.
En la realidad que plantea la película, el presidente de los Estados Unidos es James Sawyer -quien por cierto se parece bastante a Obama-, y está en negociaciones con los países del Medio Oriente para alcanzar una muy anhelada paz, al parecer, los dirigentes de los países en cuestión ven con buenos ojos la propuesta. De manera simultánea conocemos a John Cale, quien es un policía de seguridad encargado de cuidar al presidente de la Cámara. Cale es un héroe condecorado de la Guerra del Golfo, y está en la búsqueda de un nuevo trabajo dentro del Servicio Secreto.
Desafortunadamente la entrevista para ese trabajo soñado no sale muy bien, y todo parece indicar que John se va a quedar con las ganas de obtenerlo. Como premio de consolación el joven aprovecha que ya está en la Casa Blanca y le regala a su hija adolescente un tour por la misma, su timing no podía ser mejor, justo ese día unos malvados terroristas han decidido hacerse del control de la residencia oficial del Presidente norteamericano, y con muy poca resistencia logran su cometido.
Afortunadamente John Cale -no confundirlo con Mclain- andaba por ahí y, buscando proteger a su hija, termina cuidándole las espaldas al presidente Sawyer. De aquí en adelante será una corretiza por todos los salones, pasadizos, habitaciones y hasta los jardines en donde los malos, con todos sus recursos, buscan atrapar a los buenos y sus dos pobres pistolitas. ¿Quién ganará? Aunque se lo imaginen, no dejen de ver esta cinta que los hará, desde soltar una buena carcajada, hasta mantenerse al borde del asiento por un buen rato y quizás hasta una buena sorpresa se lleven, lo único que no harán, es aburrirse y eso hoy en día, bien vale la pena el boleto, las palomitas y hasta los nachos.
Productor: Bradley J. Fischer, Harald. Kloser, James Vanderbilt, Larry Franco y Laeta Kalogridis; Director: Roland Emmerich; Guión: James Vanderbilt; Fotografía: Anna J. Foerster; Edición: Adam Wolfe; Música: Thomas Wander y Harald Kloser; Elenco: Channing Tatum, , Jamie Foxx, Maggie Gyllenhaal, Jason Clarke, Richard Jenkins, Joey King, James Woods y Lance Reddick ; Duración: 2 horas 11 minutos