- Entrevista con el director, productor y actor defeño, iniciador del teatro musical en Aguascalientes
- Quiero seguir haciendo ópera, musical, teatro de sala, tengo ganas de hacer todo mientras tenga vida
Con 6 años en esta ciudad de Aguascalientes Rafael Paniagua se ha establecido como el parteaguas del teatro musical local, hoy representa parte importante para la producción del espectáculo el Lago de los Cisnes pero, más allá de esta obra clásica convertida en un magno espectáculo de danza, música y efectos especiales, este productor defeño es un amante del teatro en general.
En entrevista para La Jornada Aguascalientes destacó ser una persona feliz porque cada día son más los interesados en hacer musicales en el Estado: “para mí el musical es la forma más completa de mostrar lo que un artista puede hacer con sus habilidades” llámese voz, cuerpo o gestión corporal al bailar, cantar y actuar; por ello no está de acuerdo con aquellas personas que creen que este género teatral es espectáculo.
El origen del teatro es musical, coros que cantaban canciones en las comedias y tragedias con un poco de actuación, “nuestra vida cotidiana es un musical”, por tanto se debería tener más apertura en el tema, principalmente los creadores de teatro y espectáculos, ya que se trata de todo un proyecto integral, amén de otros géneros teatrales, la musicalidad está en todas partes.
Para este productor musical es muy grato ver cómo en los últimos años el mercado musical se ha abierto a una mayor cantidad de público, ya que Aguascalientes contaba con un vasto número de personas con gran talento escondidos en sus hogares por falta de oportunidades.
Además, señaló, se trata de uno de los géneros más difíciles en el ámbito teatral pues es el más completo, “no es frívolo en lo absoluto porque el que está ahí en el escenario se entrega en cuerpo y alma” tomando el papel lejos de solo maquillaje y vestuario.
Aunque expresó nunca haber pensado en llegar a este estado y hacer musicales, se considera defeño de nacimiento pero ya aguascalentense de corazón; desde niño tuvo el contacto directo con el ambiente teatral musical, ya que por asuntos familiares estuvo toda su infancia en los camerinos del teatro Blanquita, “nací con la música adentro”.
Comenzó con un ferial y terminó hasta hace unos meses haciendo ópera con la obra Carmen, “no es algo fortuito, la vida te acomoda todo, nunca me imaginé estar dirigiendo una ópera” y ahora se define como amante de la ópera, aunque manifestó que de no haber conocido la obra “otro canto sería” pues es un género muy difícil por el nivel vocal musical complejo, pero seguirá trabajando.
“Quiero seguir haciendo ópera, me gusta el musical, el teatro de sala, tengo ganas de hacer todo mientras tenga vida”, hasta circo, incluso reveló que probablemente no tardará en hacerlo pues toda expresión artística es digna de ser representada.
Su opinión ante las carreras en artes
Si bien en las licenciaturas en artes escénicas o musicales pareciera que el futuro de los alumnos egresados depende siempre de los recursos públicos; Paniagua asegura que estudió en un instituto que para muchos es “chafa” (Andrés Soler) porque egresaba a todas las grandes estrellas de la televisión; ahí “aprendí que si yo me sentaba a esperar –como muchos de mis compañeros que se quedaron allá– a que alguien me dijera o invitara a hacer algo jamás hubiera progresado”.
Razón por la cual tomó la decisión de convertirse en empresario a los 20 años produciendo su primer obra de teatro, aunque detalló que ello no fue un mérito sino todo lo contrario “todo salió mal y perdí mucho dinero” sin embargo las personas que estudian cualquier carrera que tenga que ver con el arte, tienen que tener ya una mente con visión empresarial “yo soy mi empresa, mi producto a vender” si no sabe uno mismo como venderse, crear o formar proyectos autosustentables y se está en la espera de que el gobierno les ayude, jamás crecerá.
Para Paniagua ésta debería ser parte de la educación del artista, el cómo venderse, aquí citó al actor y productor mexicano Mauricio Cedeño con una frase muy acertada al tema “todos tenemos dos talentos no importa lo que hagas, talento para lo que vas a hacer en la vida y tu talento para venderte” si ya se logró desarrollar el segundo será un músico, artista, productor o director con grandes posibilidades de éxito.
¿Qué les falta a estos jóvenes egresados?
“Les falta aterrizarse, dejar de ser idealistas, romper con el paradigma de que por ser artista tiene que sufrir siempre la miseria, vivir en el alcohol, las drogas y los sentimientos o emociones más oscuras; el artista que vive en el cliché del artista nunca va a poder hacer nada”.
Por ello debe dejarse atrás ese cliché de artista fodongo y sucio y ponerse a trabajar, bañarse, salir de casa con la ropa más decente e ir a tocar puertas “hay que buscarle para conseguir un futuro”.
A su vez manifestó que el diseño de los planes de estudios de esas carreras tiene un grave problema, el ser diseñadas por dos o tres personas ajenas al tema, lo autoriza la SEP y se queda establecido: “tienen que convocar a gente especialista en el tema que aporte su experiencia para crear un plan educativo bueno” y más que bueno realista para el futuro de los egresados.
Foto: Gerardo González
