- ONU Mujeres, UIM y Gobierno Federal presentaron tres puntos de vista distintos pero con objetivos similares
- Por la batalla contra el narcotráfico no se atendieron delitos del fuero común, lo que debilitó la confianza en las instituciones
En el marco de la II Cumbre Iberoamericana de Agendas Locales de Género el tema de seguridad pública, seguridad ciudadana y violencia contra las mujeres fue presentado en el panel magistral dos con la ponencia de Irune Aguirrezabal, asesora regional para las Américas de la participación política de las mujeres de la ONU Mujeres, quien destacó que es un desafío global lograr realmente el derecho a la participación política de las mujeres, ya que existe aún un sin fin de obstáculos que no han sido erradicados.
México celebra el 60 aniversario del derecho al voto de las mujeres, en 15 años confirmó haber pasado de un 11.3 por ciento de ocupación femenil en asambleas legislativas a un 21 por ciento; en este 2013 “la tendencia es ascendente sobre todo en el ámbito político”, evidencia del compromiso que los gobiernos y la propia sociedad están despertando hacia el respeto al derecho de las mujeres.
Para la especialista de ONU Mujeres, no puede existir democracia plena sin la participación de la mitad de la población, las mujeres, de ahí la relevancia de la creación de una buena opinión pública sobre la importancia de la igualdad de género para el bienestar común, no sólo para las propias féminas sino también para los hombres.
Destacó la necesidad de la eliminación de todos los obstáculos, pues muchas de las mujeres que por años han realizado actividades de política informal (líderes en comunidades, asociaciones civiles, promotoras) no llegan a puestos públicos como concejalas, regidoras, alcaldesas, “el cambio aún requiere de mucho por hacer para que las mujeres logren participar de manera paritaria en el gobierno”.
Ana Falú, coordinadora de la Red de Género de la Unión Iberoamericana de Municipalistas(UIM), detalló la urgencia de creación de viviendas seguras para erradicar la criminalidad masculina, pues la violencia que sufren las mujeres en el espacio público tiene que ver con sus cuerpos, el acoso sexual, por ello expresó que debe capacitarse a los elementos de policía, funcionarios y autoridades institucionales, para transversalizar el tema en áreas de seguridad y para hacer una planificación correcta, “no es lo mismo vivir en un barrio protegido que uno en las orillas que genera miedo y peligro”.
Por esta razón existen diversos instrumentos elaborados por la ONU Mujeres que pueden ser ejecutados en las diferentes municipalidades de Iberoamérica, uno de ellos y el más destacado, la identificación de los puntos rojos o lugares de peligro, resultado de una investigación estadística y documental sobre los lugares donde mujeres y hombres han sido víctimas de violencia de género.
Un estudio en Bogotá, Colombia mostró que aquellos hombres abusados sexualmente han sido en edades menores a 17 años, es decir niños y adolescentes, lo que reitera el ejercicio de poder de algunos varones sobre los cuerpos de las mujeres y la infancia.
Lucila Guerra, directora general de Planeación Estratégica para la Prevención Social de la Secretaría de Gobernación, explicó en que se basó el Programa Nacional para la Prevención Social de la Violencia y la Delincuencia, así como el lugar en el que se encuentra México en materia de prevención de la violencia hacia las mujeres.
Recordó que en la última década la estrategia nacional de seguridad se orientó al combate frontal del crimen organizado olvidando tomar en cuenta las necesidades a nivel local de la ciudadanía “los resultados de esa estrategia no fueron nada positivos” el costo fue alto desde lo económico –con un aumento presupuestal del 70 por ciento en seguridad– y en el ámbito social.
Según la Encuesta Nacional de Adicciones (ENA 2012) las adicciones en el país aumentaron, tanto en consumo como en edades de los usuarios; pero el dolor humano fue lo más grave con la muerte de más de 70 mil personas en la lucha contra el narcotráfico.
Por estar en la batalla contra el narcotráfico no se atendieron delitos del fuero común, lo cual debilitó mucho más la confianza en las instituciones, “todo ello implicó un repunte en las políticas públicas federales en materia de seguridad”; analizando diferentes prácticas nacionales e internacionales sobre el origen de la violencia, se tomaron en cuenta dos principales, Medellín y Aguascalientes con el programa Convive Feliz.
Contextualizó así que el programa nacional está en construcción, pero ya está siendo el instrumento rector de la política pública en prevención: la seguridad ciudadana cambia el paradigma sobre la seguridad en manos de la policía a manos de la participación ciudadana, con el fin de encontrar los orígenes de la violencia.
Finalmente detalló los principales objetivos de este programa, que se ubican en la parte objetiva de los delitos así como en acciones orientadas a las mujeres y su participación en las ciudades.