- Filantropía y altruismo se ha convertido en un coto de poder que pervirtió la función de la sociedad civil organizada en México
- A México le falta ese proceso de maduración para entender que toda la vida social y asistencial puede ser rentable
Según la percepción de Rafael Estrada Cano, especialista en generación de ecosistemas financieros y miembro de la Fundación Lobbying Social de la ONU en México, para construir una ciudadanía responsable financieramente hablando se debe de eliminar todo sentido paternalista del estado.
En el marco del desarrollo de la Semana Nacional de la Educación Financiera, teniendo como sede la Universidad Panamericana, se ha desarrollado la conferencia magistral Evolución Generacional y Retos del Ciudadano Financieramente Responsable, Sustentable y Sostenible, teniendo como ponente a Rafael Estrada Cano, quien frente a un público integrado por estudiantes de la institución mencionada relató una ponencia en la que hizo especial énfasis en el papel que tienen los jóvenes en la construcción de los nuevos valores empresariales, tomando en cuenta el desarrollo de actividades de carácter sustentable y sostenible, quien además destacaría “la calidad del ser humano es lo que hoy cuenta, ya no basta con ser un buen administrador que genere ganancias”.
Además agregaría que las empresas deben de conformar ecosistemas financieros en los que logren la armonía entre sustentabilidad y sostenibilidad, dos conceptos que señaló, se confunden muy comúnmente pero siempre hay que diferenciárseles.
Al término del evento se le pudo cuestionar acerca de esos retos que enfrenta la sociedad mexicana, ante lo que argumentaría que una ciudadanía responsable financieramente debe de dejar de lado todo indicio de política social paternalista por parte del Estado, señaló que como respuesta a ello se puede generar un proyecto social sustentable y sostenible sin que se piense que se ha caído en la prostitución de éste.
Respecto el papel de los gobiernos en dicho proceso, agregó “la clase política en México lo que menos hace es buscar un modelo de sociedad sustentable”. En relación con ello aseveró que la filantropía y el altruismo se han convertido en un coto de poder, mismo que ha pervertido la función de la sociedad civil organizada en el país.
Como respuesta a dicha problemática, Estrada Cano argumentaría “a México le hace falta ese proceso de maduración que toda la vida social y asistencial puede ser rentable”.
En referencia con el papel de las empresas, destacó que deben de dejar de lado toda concepción de modismos y acciones que pretendan convertirse en una presunción como lo son la generación de membretes como “empresa socialmente responsable”, sino preocuparse no sólo por eficientar los procesos y recursos, contar con oficinas inteligentes o hasta impartir cursos de ética, lo que requieren dijo “son personas que tengan el sentido de la responsabilidad social y con valores” acercándose a un esquema en el que aporten a su entorno como ecosistema financiero.
Finalmente expresó que las instituciones académicas cuentan con una gran responsabilidad en la formulación de jóvenes que se preocupen por obtener o no perder ese sentido de responsabilidad social, ya que pareciera que sólo se les instruye para ser empresarios exitosos pero no se les educa para que lo hagan de una manera responsable, cuestión en la que hasta la familia tiene un importante papel.