- Conferencia magistral en el Congreso del investigador Ruy Pérez Tamayo
- “Nada nos es ajeno”: Gilberto Carlos; trabajar para los demás: Ríos Alba
Toda conducta moral debe pasar por la biología, es decir, las leyes de la naturaleza, antes que a las divinas o a las de los hombres, dijo el investigador del Colegio de México (Colmex), Ruy Pérez Tamayo, en una conferencia magistral que impartió en el Congreso del Estado.
Agregó que la sociedad reconoce discapacidades visibles con rampas, señales de tránsito, atención especializada y ayuda útil, pero las enfermedades invisibles no pueden ser vistas, y sólo se puede saber de ellas si se toman dos acciones: comunicarla a los demás, y por las consecuencias adversas que manifiesta.
Ejemplificó con el caso de una trabajadora del servicio doméstico, que padece epilepsia, que comunica a su patrona el padecimiento y ésta se pone alerta; en contrario, cuando no se comunica, la paciente sufre un ataque convulsivo en la cocina, con quemaduras graves y sólo entonces se enteran los demás de su padecimiento.
Añadió que las enfermedades autoinmunes son aquellas que están exentas de algo, como las epidémicas; a fines del siglo XIX y principios del XX, Pasteur y otros investigadores descubrieron células y sustancias químicas que eliminan, es decir, que se conocen con el aparato inmune, como en la anemia hemolítica o la tiroiditis.
También hizo uso de la palabra el neurólogo de la UNAM, Antonio González Guardado, quien se refirió a la esclerosis múltiple como una enfermedad discapacitante y visual; “el ser humano es trascendente, en cuerpo, alma y relación social”.
El pediatra Ismael Landín Miranda usó la voz sólo para aclarar que el ponente era el científico Ruy Pérez Tamayo y nadie más, y ponderar que “la salud debe ser una responsabilidad compartida”, luego de lo cual se pasó a la fase de preguntas y respuestas del auditorio.
La más impresionante de todas fue la emitida por Pérez Tamayo, al recordar que el término de bioética data de hace 40 años, y dijo que su origen se halla en la discusión de la época acerca de “toda conducta moral que debe pasar por la biología, es decir, las leyes de la naturaleza, antes que las divinas o las de los hombres”.
Lo bioética no sólo tiene que ver con la conducta moral médica, sino de todas las carreras, “que por supuesto todas ellas requieren de cursos de filosofía y bioética que las actualicen y modernicen”, dijo el investigador del Colegio de México.
Antes, al presentar el evento, uno de sus promotores, el presidente de la Comisión del Migrante del Congreso, Gilberto Carlos Ornelas, parodió a Emerson y dijo que: “Nada humano nos es ajeno, nada debe ser ajeno a la salud pública”.
Mariela Salazar Aguilera, presidente de la Fundación Mexicana para la Investigación e Intervención de Pacientes con Enfermedades de Origen Autoinmune, A.C., padece de una enfermedad invisible que se traduce en pérdida de fuerza física -miastenia- y narró las dificultades para sobrellevarla.
En su turno, el presidente de la Comisión de Salud del Congreso, José de Jesús Ríos Alba, no se quedó atrás y citó a Hermann Hesse en El lobo estepario, para decir que: “El que trabaja para sí mismo se hastía; el que trabaja para los demás, se enajena”.
Gregorio Zamarripa Delgado, a nombre del Congreso del Estado, entregó reconocimientos al doctor Pérez Tamayo y a Marisela Salazar Aguilera.
Foto: Roberto Guerra.