- El jurado calificador fue integrado por Patricia Soriano Troncoso, Mario Benedetti y Octavio Fernández Barrios
- Los ganadores fueron: Marco Antonio García Rosales, Emilio Said Charruff y Nunik Rangel Sauret, así como ocho menciones honoríficas, dos de carácter especial
En honor al centenario luctuoso de José Guadalupe Posada, grabador aguascalentense a nivel nacional, por iniciativa del Instituto Cultural de Aguascalientes (ICA) se creó la primera Bienal internacional de grabado José Guadalupe Posada, esto en lugar del concurso nacional de grabado con el mismo nombre, todo ello con el apoyo del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta).
Después de un largo proceso de selección, la mañana de ayer el jurado calificador, integrado por Patricia Soriano Troncoso, Mario Benedetti y Octavio Fernández Barrios, presentaron los resultados finales, de donde surgieron ganadores: Marco Antonio García Rosales con su obra Cene, Emilio Said Charruff por Arquitectura doméstica y Nunik Rangel Sauret con su obra La tras-ca (tríptico), Todos oriundos del Distrito Federal
La técnica presente en los tres ganadores fue la xilografía en madera y punta seca por la que serán acreedores, además del reconocimiento internacional, a la cantidad de diez mil dólares cada uno.
Por haber sido candidatos para premio, se otorgaron dos menciones con carácter de especial para el oaxaqueño Eduardo Daniel Salazar Ruiz, con su obra La sentencia y a José de Simón Casuso por Manifiesto al cubo C, oriundo del Distrito Federal.
A su vez concedieron seis menciones honoríficas, entre ellas Marisa Boullosa de Guanajuato, Ernesto Alva Franco y Ana María Pilar del Distrito Federal, Sebastián Fund Mosocovich de Veracruz, Carlos Castañeda y Andrés Vázquez Gloria de Aguascalientes.
Para el jurado, el dar un fallo final representó un trabajo exhaustivo y con mucho compromiso dado que la afluencia de participantes fue muy numerosa y con obras de “excelente calidad”, sin embargo, el jurado propuso al ICA considerar una serie de observaciones para la siguiente Bienal, donde incluya en la convocatoria una especificación detallada de los procesos y materiales utilizados para la producción de la obra. Debido al éxito de esta primera edición sugirió ampliar la exhibición de obras seleccionadas a otros espacios del Instituto, lo cual represente por lo menos un 20 por ciento de la participación total.
“Consideramos que debería cambiarse el nombre del certamen a Bienal internacional de estampa”, esto a fin de precisar los términos y conocimientos de la disciplina, y que por ser internacional no haya restricciones geográficas de los participantes. Finalmente, Patricia Soriano Troncoso sugirió que la estructura y redacción de la convocatoria sea realizada por un comité especializado en la materia, a manera de clarificar las características de participación.
Por parte de Fernández Barrios se aclaró que la razón de que los ganadores sean oriundos del Distrito Federal responde a una atmósfera de reflexión y análisis sobre “la estupenda calidad de los artistas mexicanos”, pues proponen investigaciones interesantes, rutas y direcciones de la gráfica contemporánea nacional.
Para Mario Benedetti fue una grata sorpresa el encontrarse con una calidad artística de tan alto nivel; “me ha impresionado mucho su producto pues aún con las nuevas tecnologías siguen guardando las tradiciones”, y es que para el artista es interesante que “jóvenes tan jóvenes” tengan esa sensibilidad e intuición de utilizar las nuevas técnicas digitales sin que faltara la xilografía (que es lo tradicional).
Aseguró que fue una tarea difícil y angustiante, pues con tantos puntos de vista la discusión era “inacabable” y no se lograba encontrar un punto de acuerdo, “se escogieron seis pero ya eliminar tres me entristeció un poco”, aunque al final todos quedaron de acuerdo y satisfechos con los resultados.
Guillermo Saucedo, director del Museo José Guadalupe Posada, explicó que el jurado no supo ni autor ni origen hasta después de haberlos analizado y seleccionado; por ello, a pesar de que pueda haber rumores de favoritismo, existen pruebas contundentes que fue la calidad de las obras por las que el premio “quedó en el país”.
En su totalidad la Bienal recibió 785 obras de 429 artistas, de las cuales 151 fueron estampas de 14 países y 634 estampas de 22 entidades mexicanas; de ellas, el jurado externó haber seleccionado 74 obras de igual número de autores para exponerse en la sala temporal José Luis Cuevas del Museo Posada.
Dichas obras serán exhibidas a partir del 30 de octubre y hasta el 26 de enero del 2014, para luego ser instaladas en diferentes partes de la república. A la par de este evento se llevará a cabo la premiación formal de la Bienal con sus respectivos ganadores.