- Además de su creación, festeja el Día Internacional de la Alfabetización
- INEPJA requiere de prestadores de servicio social pues presupuestalmente hablando no podría pagarse todo el trabajo de capacitación
El pasado 31 de agosto el Instituto para la Educación de las Personas Jóvenes y Adultas de Aguascalientes (INEPJA) cumplió 32 años de haber iniciado sus labores en el estado. El día de hoy, en el segundo patio de Palacio de Gobierno, se presenta un evento conmemorativo en el que se festeja el Día Internacional de la Alfabetización, así como el aniversario de este instituto descentralizado.
Este evento conmemora también uno de los logros que tuvo México con la entrega del Premio de Alfabetización Rey Sejong de la Unesco al INEA, por estar debajo de las cifras que marcan a una entidad con problemas de analfabetismo “esto fue un trabajo difícil porque un proceso de alfabetismo dura en promedio de 11 meses a 2 años”.
Francisco Reyes Agüero, titular del INEPJA, detalló que en 1981 surgió el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA) como una respuesta de la Secretaría de Educación Pública que, en ese entonces, se encontraba trabajando en el abatimiento del analfabetismo. Posteriormente se instauraron delegaciones en toda la república y, en el caso de Aguascalientes, en ese mismo año (1981) se instaló la primera delegación del INEA, así como salas de estudio “con un poco de incierto en el sentido presupuestal pues se tomó el presupuesto que se tenía de PRONAF” un programa al combate del analfabetismo, y por otro lado de Conafe, que era el Consejo Nacional de Fomento Educativo.
Se comenzó a trabajar sobre todo en el ámbito rural, aunque desde 1968 el gobernador Enrique Olivares de Santana, sabedor de las necesidades que tenía Aguascalientes, empezó a trabajar por erradicar el analfabetismo instaurando el mes de septiembre como fecha cívica de la lucha contra el analfabetismo; años después se fijó el 8 de septiembre como el Día de la Alfabetización a nivel internacional
En 1998 se decretó que la educación mínima fuera la secundaria, lo cual generó oportunidad en la entidad de crear en el mes de agosto al INEPJA como un organismo público descentralizado que se dedica, no sólo a combatir el analfabetismo, sino también la falta de primaria y secundaria llamado rezago educativo.
Para los años 80 la población del Estado no rebasaba los 400 mil habitantes (380 mil personas aproximadamente según los datos del INEPJA) y se trataba de una entidad rural dedicada más a tareas de textil, bordado, ganadería y agricultura. Fue transformándose a lo industrialización con la llegada de grandes empresas como Nissan; entre esa población tan pequeña había un porcentaje muy alto de analfabetas “de 1981 a la fecha se ha trabajado intensamente en sacar del rezago educativo a 166 mil personas”.
Según Reyes Agüero, lograr convencer a esa población de salir de ese estado tan precario en el que se encontraba fue muy complicado pues se tenían a más de 25 mil personas analfabetas, hasta que aceptaron las herramientas para que pudieran seguir superándose con el paso del tiempo.
En los casi tres años que lleva al frente esta administración se han atendido a poco más de 24 mil personas que se encontraban en rezago educativo. Esto representa el 2.9 de la población total, “la administración se recibió con el cuatro por ciento, lo que nos indica que el analfabetismo en la población se ha reducido considerablemente” esto en personas mayores de 55 años.
Para el Instituto esto es una tarea diaria y constante donde no se puede “bajar la guardia” pues cada microrregión debe ser atendida, aprovechando que el estado no tiene conflicto de distancias como en otros estados de gran tamaño ni de alfabetizar en lenguas indígenas al español, “tenemos la suerte de vivir en un estado con los municipios cercanos; y tranquilo, sin delincuencia organizada”.
Cabe hacer mención que el INEPJA cuenta con alrededor de 170 empleados de los cuales 100 pertenecen a un sindicato que se creó a nivel nacional como Trabajadores de la Educación para Adultos. El resto es personal administrativo.
El trabajo fuerte de capacitación y alfabetismo lo hacen las figuras solidarias que realizan la labor de capacitar. Son un estilo de prestadores de servicio social para la comunidad que se ejercen ya sea como promotores de plazas, asesores o enlaces regionales, “estas personas tienen una gratificación de acuerdo a reglas de operación de la SEP pero no es un sueldo base” ni tampoco existe una relación laboral con el Instituto sino que pertenecen a un Patronato por la Educación de los Adultos, que existe en todas las entidades federativas.
Este patronato se dedica a reclutar y verificar que exista este tipo de prestadores de servicio, capacitarlos para que puedan hacer la labor, pero también se vincula con las empresas para que cada una ponga un asesor y pueda contribuir al abatimiento del rezago educativo, “lo que aporta el INEPJA es la capacitación directa de estas figuras a través de una convenio de colaboración con el patronato”.
La razón de la existencia de este tipo de personal es porque presupuestalmente sería imposible pagar un sueldo a casi mil figuras solidarias, teniendo en cuenta que el recurso anual que se recibe entre federal y estatal no supera los 54 millones de pesos, de los cuales aproximadamente el 70% llega de la federación.
Este fue un modelo constatado por la SEP y el INEPJA aceptado por la federación mientras que en el área académica se colabora con el Instituto de Educación de Aguascalientes (IEA) para lograr convenios con bachilleratos y universidades por medio del servicio social de los alumnos.
Foto: Gilberto Barrón.