Opinión / Lecciones “indignadas” - LJA Aguascalientes
19/11/2024

Hace algunas semanas Genaro Lozano publicó un interesante texto sobre lo que podría aprender el movimiento de los estudiantes mexicanos #YoSoy132 de experiencias recientes en otras partes del mundo, especialmente de lo ocurrido en Estados Unidos, el norte de África y España. Fue una aportación necesaria, pues no ha faltado quien ha querido ver en los estudiantes mexicanos la continuación de un ciclo de protesta internacional que va de Nueva York a Madrid, pasando por El Cairo.


A pesar de que existen diferencias notables entre esas experiencias y el caso mexicano, me parece oportuno retomar lo planteado por Lozano y hacer un balance de los logros de esos otros movimientos como una oportunidad de aprendizaje. Lo haré con el caso de los “indignados” españoles. El momento para hacerlo es inmejorable: recientemente se cumplió el primer aniversario del movimiento, también llamado 15-M (por la fecha de su inicio, 15 de Mayo de 2011) lo que detonó la aparición de bastante material que permite reflexionar sobre las potencialidades de un movimiento social que comparte ciertos rasgos con el mexicano (ambos son urbanos, juveniles y universitarios, con uso intensivo de las nuevas redes sociales, por ejemplo).


¿Qué fueron capaces de hacer los indignados? Aunque es una empresa difícil establecer una relación de causalidad entre movilizaciones y cambio social, el profesor de la Universidad de Salamanca, Salvador Martí i Puig, ha señalado tres ámbitos donde el movimiento 15-M tuvo impactos claros y puede considerarse exitoso: en las conductas de los ciudadanos, en la organización de los propios movimientos sociales y en la agenda política española. Veamos:


Cultura cívica y socialización política. El movimiento 15-M supuso una repolitización de un amplio sector de la población española, fungiendo como “parteaguas de una cultura política ciudadana más crítica y exigente”. La aparición de los indignados rompió la pauta de atonía ante un contexto de crisis, el “sentido común de la resignación”. El movimiento fungió además como un espacio de socialización política para una generación de jóvenes etiquetada como desinteresada en política y ninista, a pesar de ser la mejor formada de la historia del país. Resultó que los jóvenes, estigmatizados como perezosos y frívolos, no pasaban de todo, sino sólo de la política tradicional: la representada por los partidos políticos.


La carga simbólica de la experiencia de las múltiples “acampadas” del movimiento también fue importante: cada plaza se convirtió en una gran asamblea. La imagen de la multitud escuchando a un ciudadano (joven, profesor universitario, ama de casa, o anciano) hablando de los grandes temas del país creó un ágora contemporánea, un ambiente de verdadera isegoría. La ciudadanía se reapropió de las calles y plazas como el espacio público y deliberativo por excelencia.



Permanencia e innovación. Como señala el sociólogo Sidney Tarrow (en su obra El poder en movimiento), el mantenimiento de la acción colectiva es uno de los elementos constitutivos de un movimiento social. Esta permanencia ha sido otro de los triunfos de los indignados españoles: en ella tuvo un importante papel su capacidad de innovación comunicativa y organizativa, y sobre ello también se pueden extraer lecciones.


La acción colectiva de los indignados se difundió de forma inmediata a través de Internet en páginas web, Twitter, Facebook, y mediante el uso intensivo de webcams y smartphones. Martí i Puig considera que esta capacidad para comunicar de forma inmediata lo que pasaba a una “generación de nativos digitales” fue lo que generó el efecto bola de nieve y la replicación del movimiento en distintas ciudades. Se trató de una convocatoria y movilización que fue más allá de la tradicional “mediación militante”. Si anteriormente a la hora de prever una movilización se estudiaba la densidad asociativa de una localidad (pues las redes de microconfianza establecidas “cara a cara” que ahí se tejían activaban, en determinadas circunstancias, la protesta), el 15-M demuestra que la conectividad virtual reemplaza estas redes de microconfianza, y que la activación militante puede ya realizarse prácticamente sin mediación.


Por otro lado, la estructura reticular del 15-M, su voluntad descentralizadora y de naturaleza horizontal, también explica su permanencia en el tiempo. El 15-M tuvo mucho de confederación de movimientos locales soberanos y simbióticos. Y ello explica por qué el movimiento no se agotó y fue capaz de continuar luego del desalojo de la Puerta del Sol en Madrid o de la Plaça de Catalunya en Barcelona, las principales ocupaciones de espacios públicos. Lo hizo porque, en palabras de Ramón Cotarelo, se trata de un mecanismo de protesta líquido, fragmentario, inaprensible, y por eso mismo, indestructible.


Establecimiento de la agenda. Los indignados fueron capaces de introducir en la agenda política española ciertos temas antes ignorados. Desde el diagnóstico de la crisis que atraviesa España hasta demandas y propuestas concretas. Para V. Navarro de la Universidad Pompeu Fabra, “las acciones del movimiento 15-M han dado gran visibilidad a unos temas, tales como las enormes insuficiencias de la democracia española o la excesiva influencia de la banca en la vida política del país, que han sido ignorados por los establishments”.


Por el lado de las propuestas, el movimiento tuvo capacidad para generar diversas iniciativas concretas. Un ejemplo: ante el aumento de desahucios y desalojos producto de la crisis, una de sus propuestas fue la incorporación de la “dación en pago”: una modificación a la ley hipotecaria que hiciese obligatoria para los bancos la aceptación de la entrega del inmueble como cancelación total de la deuda. Esta propuesta se incorporó como tema de campaña por los dos grandes partidos y ha sido objeto posteriormente de diversos debates en el Congreso.

Termino con un acercamiento a un tema clave también para el caso mexicano: la relación entre movimiento y elecciones. En el caso de los indignados, esta relación ha sido compleja y ambivalente. Para empezar, la cercanía de unos comicios tuvo un papel importante en el nacimiento del movimiento: el evento detonador del 15-M ocurrió una semana antes de unas elecciones locales en España. Esta cercanía posiblemente actuó como un inhibidor de las autoridades a la hora de utilizar la fuerza para desalojar a los manifestantes pacíficos (de ello dependía en buena medida la imagen internacional de España). Con ello se incentivó a los ciudadanos a salir a la calle pues la percepción de que hacerlo era posible, poco costoso y gratificante aumentó. En términos de Tarrow, la cercanía de las elecciones amplió “la estructura de oportunidades políticas” propiciando la emergencia del movimiento.

Más recientemente, muchas críticas a los indignados se centraron en su incapacidad de impedir el triunfo de la derecha y el Partido Popular (PP) en las elecciones de noviembre de 2011. Desde el diario catalán La Vanguardia se dijo, por ejemplo, que la victoria de PP (con mayoría absoluta), alejado como está de los postulados del movimiento, demuestra que el 15-M se difumina. Sin embargo, de acuerdo con un estudio de opinión posterior, el apoyo al movimiento tras esas elecciones no cayó sino que tuvo un aumento (moderado): de 66 por ciento en junio de 2011 a 68 por ciento en mayo de 2012 (75 por ciento entre los jóvenes). Es decir, que resultados electorales adversos no determinaron el fin del movimiento, nacido para trascenderlos.


Si bien los indignados llamaron a no votar por el PSOE o PP (entonces en la oposición) y en ese sentido fracasaron, el resultado de las elecciones significó para ellos también un triunfo: una de sus críticas más grandes ha sido hacia la poca representatividad del sistema electoral español. Y eso quedó demostrado en noviembre: un partido con 30 por ciento de sufragios, por medio de la fórmula electoral, obtuvo más del 50 por ciento de los escaños parlamentarios. El déficit democrático y el sesgo conservador del sistema electoral quedaron manifiestos tras esas elecciones.


Twitter: MaxEstrella84


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