- Problemas con el magisterio hablan del panorama que el país podría afrontar
- El gobierno de Peña Nieto descubre su autoritarismo: Jesús Rangel de Lira
El Poder Legislativo, quien por acuerdos propios debió tomar en cuenta la opinión de la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (CNTE) antes de aprobar dos de tres leyes secundarias de la reforma constitucional en la materia -propuesta por el presidente Enrique Peña Nieto-, fue brincado por un Poder Ejecutivo que presenta rasgos de autoritarismo, refirió Jesús Rangel de Lira, diputado plurinominal por el Partido del Trabajo.
“Eso trastoca a un poder que es autónomo. No le están dando el trato que se merece al Poder Legislativo, evidentemente eso no nos lleva a la gobernabilidad, nos lleva a problemas como los que se están dando actualmente con las protestas de los maestros”, quienes por miles han bloqueado las sedes de las cámaras de Diputados y Senadores.
En mayo pasado, la CNTE logró un compromiso para llevar a Congreso de la Unión una propuesta alternativa de Reforma Educativa, dentro de la cual se rechazaba la autonomía de gestión de recursos en los planteles.
Asimismo se solicitaba que la evaluación al magisterio no se estandarizara, sino que fuera ejecutada de los niveles superiores hasta los inferiores.
En su momento Peña Nieto anotó que la reforma no quedaría sujeta a negociaciones.
En la Sección I del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, radicada en Aguascalientes, se ha criticado la postura de la CNTE.
“Desde nuestro punto de vista, como Partido del Trabajo, tienen razón -dijo Rangel-. No han sido valoradas sus aportaciones, en la redacción final que se somete a aprobación a fin de cuentas no aparecen los comentarios vertidos en esas mesas de diálogo. A final de cuentas el Gobierno Federal está aprobando lo que quiere aprobar”.
La tendencia a respaldar únicamente los proyectos propios, anotó, pone en peligro la trascendencia de los movimientos sociales.
-¿Perdió el piso Peña Nieto?
-No podemos hablar de que haya perdido el piso. Más bien trae una estrategia muy específica que busca obtener el control absoluto del poder en este país. No tenemos claro que las reformas [Educativa, Laboral, Energética y Hacendaria] vayan a beneficiar al país, a la clase media y a los trabajadores fundamentalmente.
De tal modo, consideró, la desigualdad se construiría desde el gobierno. Manifestó que Brasil debió ajustar a la baja su tasa de crecimiento producto de la ola de protestas por los gastos oficiales. Tanto los inversionistas como los consumidores han perdido confianza en aquel mercado.
“En México, Hacienda acaba de ajustar las expectativas de crecimiento a 1.8 [por ciento anual]. Por el desaseo político, por la falta de sensibilidad está provocando este tipo de reacciones de sectores tan importantes como el de los maestros nada más por no tener en consideración sus puntos de vista”.
Con dichas cifras, manifestó el petista, este año no habrá más de 600 mil nuevos empleos en el país. Lo indicado sería general poco más de 1 millón 300 mil.
“Va a ser dramático, no se van a generar los empleos, los salarios van a seguir contraídos, vamos a tener un problema ya no nada más económico, social, de pobreza, lo vamos a tener también de tipo político, provocado por la falta de sensibilidad de este gobierno”.
Foto: Roberto Guerra