La iniciativa del derecho a la vida se cayó porque se descubrió que fue elaborada por la Iglesia Católica y entregada a una fracción de la diputación priísta, para ventilarla en el Congreso del Estado.
Así lo informó a La Jornada Aguascalientes un integrante de la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales de la LXI Legislatura local, cuyo presidente Gregorio Zamarripa Delgado confirmó la especie, aunque se abstuvo de detallarla.
Miguel Ángel Juárez Frías, presidente de la Comisión de Justicia, comentó al reportero haberse opuesto desde un principio a esa iniciativa, por considerar que tenía muchos puntos complejos que iban a desatar largas, espinosas y estériles polémicas, como ocurrió.
El pasado viernes, el Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional aceptó el retiro de la iniciativa de reformas al Artículo 2 de la Constitución local, que protege el derecho a la vida, como había propuesto su promotor, José Luis Alférez Hernández.
En esa reunión, al igual que en la sesión del día anterior en que el Congreso del Estado condenó la injerencia del obispo José María de la Torre en los asuntos legislativos, no estuvo presente Gabriel Arellano Espinosa, ex alcalde que en su tiempo destinó públicamente una parte de su salario al diezmo católico.
Nuestro informante explicó que fue debido a la airada protesta que hizo el obispo de la Torre Martín, en contra del Congreso del Estado, que se investigó más a fondo y se encontró con que de la Diócesis de Aguascalientes salió la iniciativa del derecho a la vida de Alférez Hernández.
El 23 de julio pasado el obispo entregó a los medios de comunicación un documento titulado Una vez más, cuyo epígrafe sentencia: “Es mejor seguir comiendo lentejas en la concordia, que comer bistec de buey en la discordia”, enunciado por el que algunos medios dijeron que el obispo había llamado bueyes a los diputados.
En su texto, el prelado postuló:
“El cambio más peligroso lo constituyen los considerandos. Antes el dictamen tenía 11 hojas, ahora tiene 17. Las últimas cinco son nefastas, puesto que en ellas se hace un gran esfuerzo por desvirtuar el contenido y alcance del derecho a la vida.
“a) Dejando fuera a cualquier concebido de manera extracorpórea, que se logre a través de la investigación o las técnicas de reproducción asistida; b) confundiendo deliberadamente a la concepción intracorpórea con el momento de su implantación en el útero materno; c) despersonaliza al concebido, al darle el carácter de cosa o bien jurídico protegido y negarle expresamente la condición de persona o individuo; d) afirmando que la Constitución federal no reconoce y protege el valor de la vida prenatal; y e) discriminando al concebido o nasciturus (el que ha de nacer), en comparación con todas las personas nacidas vivas y viables”.
Hoy lunes, la Diócesis de Aguascalientes comentará el tema. La iniciativa priísta ya se fue y no volverá, y queda vigente la presentada en 2008 por la diputada del Partido Acción Nacional, Mónica Delgado, la cual ofreció actualizar Alfredo Reyes Velázquez, porque las leyes han cambiado en estos últimos cinco años.
Mientras tanto, hay expectación por saber si José María de la Torre Martín se apega al mandato supremo del Vaticano o también discrepará. Por ejemplo, este fin de semana en Copacabana, Río de Janeiro, el Papa Francisco pidió responsabilidad social a los políticos y sencillez a la Iglesia… Hizo solidario a Jesús con los jóvenes que han perdido la confianza en la política por el egoísmo y la corrupción de los gobernantes y hasta la fe en Dios por la incoherencia de la Iglesia.
En encuentro con la clase gobernante y almuerzo con cardenales y obispos, dijo a los poderosos: “el futuro nos exige una visión humanista de la economía y una política que logre cada vez más y mejor la participación de las personas, evite el elitismo y erradique la pobreza. Que a nadie le falte lo necesario y que se asegure a todos dignidad, fraternidad y solidaridad”.
Asimismo, le reprochó a la Iglesia Católica la sangría de fieles que, desilusionados, buscaron refugiarse en las iglesias evangelistas. “A veces perdemos a quienes no nos entienden porque hemos olvidado la sencillez. La lección que la Iglesia ha de recordar siempre es que no puede alejarse de la sencillez… Tal vez la Iglesia se ha mostrado demasiado lejana de sus necesidades, demasiado fría para con ellos, demasiado autorreferencial, prisionera de su propio lenguaje rígido… Que me perdonen los obispos y los curas, pero la Iglesia tiene que cambiar”.
Foto: Roberto Guerra