Burócratas al asalto del edén / Opciones y decisiones - LJA Aguascalientes
22/11/2024

 

Wham! Pow! Sock! Así suenan las onomatopeyas del golpe contundido sobre la frágil humanidad de los servidores públicos que habrán de ser sustituidos, en el próximo relevo institucional de los gobiernos municipales y el estatal en turno, cuyos procesos electorales acaban de finalizar. México, en cuanto estado nacional, no ha atinado en establecer un orden general de servicio civil de carrera –a excepción de las áreas ya consabidas donde este prerrequisito se hace absolutamente indispensable: la seguridad nacional y pública, el Poder Judicial y áreas estratégicas de la Hacienda Pública-, por lo que la conformación de las nuevas plantillas laborales se hace al calor de sombrerazos, “cañonazos de treinta o cincuenta mil pesos”, la simulada legalidad de la exigencia de cartas de renuncia prefabricadas y firmadas de antemano, para obsequiar a las nuevas administraciones el terso relevo de sus cuadros.

Este cuadro esquizofrénico instituido como fórmula, perfectamente funcional al sistema hace crucialmente necesario el recurso a procesos –desafortunadamente inéditos todavía para las bases de trabajadores burocratizados de México-, para afrontar con destreza y dignidad su inevitable desocupación tan instantánea como anticipada. En este preciso sentido, el estado mexicano representado en sus tres órdenes de gobierno, actúa como el padre tradicional mexicano que nos pinta maravillosamente la picaresca popular y es herencia social del paternalismo más recalcitrante: autoritario, borracho, pendenciero, infiel, jugador y –yo añado- dicharachero y aconsejador… “¡Te lo dije!”

Allá en los entretelones del cierre de los años ochenta, el 89 para ser preciso. Asistí a un innovador curso de capacitación denominado: “Administración Moderna del Personal”, ofertado por The World Trade Institute del World Trade Center de Nueva York, que operaba en una de aquellas malhadadas Torres Gemelas, al que fui comisionado por la Subsecretaría de Política Sectorial de la transformacional SARH + Desarrollo Integral. Y uno de cuyos tópicos centrales ocupó el tema de: Carrera y Re-encarrerarse, como primicia del autor Ronald L. Krannich, PH.D., “Careering and Re-careering for the 1990’s –The complete guide to planning your future-”, 1989. Manassas, VA. USA.

Esta guía completa para “planear su futuro” respondió justamente a la imperiosa necesidad de anticipar la nueva ola que ya viene azotando las costas de dos décadas, con el desempleo creciente, acelerado y rampante. Nuestros gobiernos locales, incluido enfáticamente el de Aguascalientes, adolecen, además de esta sobre-determinante influencia neoliberal y trasnacional de los países centrales del Capital, de la congénita inestabilidad de su planta laboral, que opera bajo un crónico y degenerativo recambio trianual de puestos, funciones y abnegados trabajadores públicos.

Episodios de una malhadada historieta que sintetiza la onomatopeya: Wham!, pow!, sock! Pues bien, como hijos desobedientes de este padre irresponsable tradicional mexicano, no queda otra sino ponerse a trabajar asiduamente en los inéditos procesos que proponen los visionarios instructores corporativos de la Tercera Ola.

¡Eh aquí el mapa básico! (Sigo al autor Ronald L. Krannich). En primer término hay que despejar incógnitas y superar mitos geniales como los siguientes: 1º.- Cualquiera puede encontrar trabajo, todo lo que tú necesitas es cómo encontrar un trabajo.– Es un mito del predomino de la forma sobre la substancia. El cual consiste en privilegiar el estilo y la imagen a la hora de buscar trabajo, por encima de los problemas de fondo: la generación de empleos productivos, el desarrollo de habilidades inherentes al trabajo y reubicación (no echar raíces en el mismo lugar). Este tipo de enfoque obedeció a una época de muy bajo desempleo, que ya pasó y no es la realidad imperante de este momento.

2º.- La mejor forma de encontrar trabajo es responder a los anuncios clasificados, acudir a agencias de empleo, meter solicitudes y enviar por correo copias del currículum o cartas de perfil profesional a las oficinas de personal.– Éste califica como uno de los mitos más serios que impide a muchos individuos obtener un buen trabajo. Pues resulta que “los buenos trabajos” dependen críticamente del ajuste apropiado con las habilidades de uno mismo, de sus metas y valores. Siendo un presupuesto falso, el suponer que “allá afuera” existe un mercado de trabajo organizado, coherente y centralizado, al que basta acudir para obtener información de puestos disponibles. Otro falso presupuesto consiste en que uno debe ajustar sus metas y habilidades a las vacantes existentes, en lugar de ajustar el trabajo a las fortalezas personales. Mito 3º.- En un mercado laboral apretado, con alto desempleo, muy pocos empleos están disponibles para mí.– Es una falsa presuposición dado que lo dicho es cierto cuando hay una depresión generalizada o puestos laborales que requieren muy pocas habilidades; porque existe un “mercado oculto” que requiere de habilidades técnicas avanzadas, y que deja de ser explorado por muchos, debido a fracasos iniciales en la búsqueda.

4º Mito.- Yo sé cómo encontrar un trabajo, pero las oportunidades laborales no están disponibles para mí.- Esta asunción se debe a la utilización de métodos ineficaces como los ya comentados, y a no buscar debidamente en esos “mercados ocultos” que demandan habilidades más desarrolladas, o bien, decisión de reubicarse en la geografía laboral. Mito 5º.- Los empleadores están sentados en el asiento del chofer, y tienen mano sobre los solicitantes.- Existen muchos patrones que son pésimos a la hora de contratar y cometen frecuentes errores; muy pocos conocen lo que el trabajo específico implica, y algunos solicitantes les “hacen sentir bien”, sin tener las habilidades para el puesto; hay que ayudar al patrón a empatar las necesidad del empleador con las habilidades personales. 6º.- El mito acerca de que los patrones emplean a los candidatos más calificados, con más educación, habilidades y experiencia, y no teniendo yo vasta experiencia o numerosas calificaciones, no tengo oportunidad.– El error consiste en no distinguir la información que es estática o escrita y pre definida, de la información dinámica que puedo yo concertar cara a cara con mi contratante.


Mito 7º.- Es mejor ir a un mercado creciente de trabajos, en donde los trabajos abundan.– Un ejemplo de campos crecientes es, por ejemplo, la ingeniería espacial o nuclear; pero, se trata de  espacios que se agotan rápidamente, porque se saturan y acuden a ellos en masa, como tú. Es equivalente al mito de ajustarte tú al trabajo, en lugar del trabajo a ti; en el largo plazo funciona más hacer lo que te gusta a ti y no al revés. 8º.- Gente que tiene 40 años de edad, es difícil que encuentre trabajo.– Eso es cierto si buscas trabajos de jóvenes; pero esta circunstancia no debe ser disuasiva para buscar empleo, sobre todo que requiera experiencia, madurez y estabilidad. 9º.- No debes cambiar de trabajo y carrera más de una vez o dos, los empleados “chapulines” son discriminados al emplear.– Lo que era verdad hace 30 años, ya no lo es en el mundo actual. No confundas los malos hábitos de las experiencias positivas. 10º.- Tú puedes planear lo que quieras, pero obtener un empleo es cuestión de suerte.- La verdadera suerte es saber estar en el lugar correcto, en el tiempo correcto y esto es posible solamente con una excelente e impecable planeación, como está dicho.

En suma, fuera mitos, y superemos la irresponsabilidad del paternalismo predominante. [email protected]

 


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