Estimado lector, la semana pasada platicamos sobre la empresa familiar y las familias empresarias, y como muchas de las empresas familiares desaparecían por problemas sobre todo de sucesión adecuada a la siguiente generación, por lo que hoy escribiremos sobre una figura que es necesaria para el desarrollo de una empresa familiar pero que es poco usada y entendida; el consejo familiar.
El consejo familiar no es sustituto por ningún motivo del consejo de administración de una empresa. Como su nombre lo dice, está compuesto única y exclusivamente por familiares de la empresa y tiene como función el dirimir, comentar y resolver situaciones que afectan a los familiares y la relación de los mismos con la empresa.
Algunos autores dicen que no tiene utilidad alguna, pero se ha visto que los problemas que tienen los familiares con la empresa se van a la misma empresa. Para el buen funcionamiento de un consejo familiar se deben tener en cuenta las siguientes características:
Incluir a los fundadores. Es vital que estén incluidos tanto los fundadores de la empresa como las cabezas de las ramas familiares de las mismas, así como otros miembros que tengan el suficiente prestigio, respeto y trayectoria que ayuden a la toma de decisiones de la compañía y la familia.
Se recomienda que no pase de nueve miembros, ya que un número mayor de miembros llevará a confusiones mayores opiniones y una toma de decisiones más lenta.
Planificar la sucesión. Las reglas de sucesión en teoría deberían estar expuestas en la empresa pero no es así, la familia debe poner en claro las reglas por las cuales se hará la sucesión, si será un miembro de la familia o bien un profesionista externo, y si es un miembro de la familia o un externo bajo qué condiciones se hará.
Estudiar, definir y reconocer la cultura familiar y los valores de la misma. Esto es importante, le da identidad familiar a la empresa.
Fijar la normativa en relación a la venta de acciones de un familiar, así como de los dividendos es decir, de lo que los accionistas van a ganar. Muchas ocasiones piensan los accionistas que todo lo que gana la empresa es de ellos, y como no lo definen, vienen problemas de liquidez.
Dar las políticas de acceso de las nuevas generaciones de la familia a la empresa.
Recibir continuamente y de forma puntual la información y los resultados de la operación de la compañía para garantizar la administración de la misma, y por tanto, su continuidad de la misma y su permanencia.
Se debe procurar, asimismo, la convivencia y armonía de la familia en la empresa para garantizar una calidad administrativa adecuada y en caso de problemas o conflictos familiares, resolverlos por medio del consejo para atenuar las discrepancias y suavizar las soluciones que puedan afectar a uno de los involucrados para que entonces se pueda evitar un roce que afecte el buen funcionamiento de la empresa.
Éstos son sólo algunos (y a mi parecer los más importantes) puntos que un consejo familiar debe llevar a cabo. Como se puede ver, el objetivo del mismo es garantizar una armonía familiar conjunto al crecimiento de la empresa y su continuidad.
Si las empresas familiares hicieran este ejercicio continuamente, no esporádicamente como lo hacen muchos de los consejos familiares, se podría entonces evitar la problemática común sobre si las hijas pueden entrar a trabajar a la empresa familiar o no (sigue siendo un tabú para muchos porque puede el yerno “apoderarse” de la empresa), si se les pagará a los familiares que sean parte de la empresa en base a su productividad o bien nada más por ser parte de la familia, en fin, las reglas claras harán que sea mucho más fácil llevar a cabo la aventura empresarial familiar.
Muchos de los problemas de las empresas familiares se derivan de la falta de este consejo familiar. Que si el sucesor en la empresa es el mayor de los sobrinos-hijos, aunque no sea el más competente. O bien, que todos los sucesores tengan que trabajar en la empresa con mismos sueldos y puestos y muchos de ellos no tienen ni el perfil ni las habilidades directivas necesarias para lograr el éxito. O la negación a poner en lugar de un familiar a un externo que pudiera ser más competente para el éxito empresarial.
Como se anotó al principio, este consejo NO sustituye al consejo de administración, pero muchas de las decisiones paralelas que se puedan tomar ayudan a que se tenga una mejor empresa familiar y ¿quién sabe? Quizá una buena familia empresaria.
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