- Presenta Inegi resultados de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2012
- Los rubros a los que los hogares destinan un mayor porcentaje de gasto son: alimentos, bebidas y tabaco
En dos años (de 2010 a 2012) el ingreso corriente promedio por hogar en México aumentó 1.5%, mientras que el gasto se incrementó 0.4%, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
La Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2012 señala que el ingreso corriente total promedio trimestral por hogar pasó de 37,574 pesos en 2010 a 38,125 pesos en 2012, con un alza de 1.5%, tras la caída de 12.3% entre 2008 y 2010.
Sin embargo, esta recuperación no compensa los niveles que se tenían en 2008 y muestra un descenso de más de 11%, ya que antes de la crisis económica mundial, los hogares en México tuvieron, en promedio, ingresos por 42 mil 865 pesos trimestrales.
Características sociodemográficas
La ENIGH estimó en 2012 un total de 117, 449,649 habitantes; de los cuales, el 51.3 % fueron mujeres y el restante 48.7 % hombres.
El 31.8 % de la población total se concentró entre los 12 y 29 años de edad. Por otra parte, el 76.8 % de la población se ubicó en zonas de 2 500 y más habitantes, mientras que la población en las zonas con menos de 2 500 habitantes representó el 23.2 por ciento.
Asimismo, estimó que hay 31 559 379 hogares, integrados por 117 284 429 personas, sin considerar a los trabajadores domésticos, a sus familiares y a los huéspedes. El tamaño promedio de dichos hogares, fue de 3.7 integrantes y el jefe del hogar tuvo en promedio 48.6 años de edad.
Características socioeconómicas
El número promedio de perceptores de ingresos por hogar se ubicó en 2.4, mientras que los integrantes del hogar de 14 años y más, que estuvieron ocupados, en 1.7. Ambas cifras se mantienen sin variaciones importantes desde los resultados de 2008.
Ingresos de los hogares
El ingreso corriente trimestral total de los hogares fue de 1 203 202 598 miles de pesos, del cual el 78.5 % correspondía a ingreso monetario y el restante 21.5 % fue percibido por los hogares bajo la forma de bienes o servicios.
Las remuneraciones al trabajo subordinado continuaron representando la parte más importante del ingreso corriente monetario, aunque en 2012 redujeron su participación en el total, al representar el 62.5 %; los ingresos por transferencias monetarias que recibieron los hogares aumentaron su participación a 16.0 % , en tanto que el trabajo independiente constituyó el 12.7 %, la renta de la propiedad el 5.2 % y el 3.5 % de los ingresos procedieron de trabajos distintos al principal y el secundario en 2012.
El ingreso corriente total trimestral de los hogares aumentó 8.3 %, los otros ingresos corrientes, el ingreso de renta de la propiedad y el ingreso por trabajo independiente crecieron 36.5, 25.2, y 20.8 por ciento, respectivamente. Las remuneraciones por trabajo subordinado, tuvieron el menor crecimiento con el 1.6 por ciento.
La trayectoria de estos incrementos, contrasta con el descenso de las fuentes de ingreso corriente en 2010, que resultaron compensados en su mayoría, sobre todo en el componente no monetario.
Respecto de la parte no monetaria, las remuneraciones en especie crecieron 58.6 %, seguidas de las transferencias en especie y autoconsumo con 26.8 y 25.1 por ciento respectivamente, en el periodo de comparación 2010 a 2012.
El ingreso corriente total promedio trimestral por hogar se incrementó 1.5 % de 2010 a 2012. La parte no monetaria creció más que la monetaria, con 3.4 y 0.9 por ciento, respectivamente. Dentro del ingreso monetario, las fuentes de ingreso con mayores incrementos, fueron la renta de la propiedad con 17.2 %, el ingreso por trabajo independiente con 13.1 % y otros ingresos corrientes con 27.8 por ciento. Por su parte, dentro del ingreso corriente no monetario promedio trimestral por hogar, las remuneraciones en especie crecieron 48.5 %, después de una caída de -43.3 % en 2010; por su parte, las transferencias en especie, se incrementaron 18.7 %; mientras que la estimación del alquiler de la vivienda tuvo un decremento de -7.7 por ciento.
Los hogares pueden ser agrupados de acuerdo con los ingresos que perciben. A cada uno de estos grupos se les conoce como “deciles” cuando se agrupan en 10 conjuntos de igual tamaño, en donde el primer decil está integrado por la décima parte de los hogares que tienen los menores ingresos; mientras que el último decil, por la décima parte de los hogares con mayores ingresos.
Después de la caída del ingreso corriente total promedio trimestral de 2010, solo los tres primeros deciles de ingreso, así como el último, presentaron crecimiento en el ingreso en 2012, con 5.5, 1.0, 0.8 y 4.5 por ciento, respectivamente. Sin embargo, esta recuperación no compensa los niveles que se tenían en 2008. Por su parte, del decil IV al IX, presentaron decremento de menos de 1 por ciento, que se suman a la caída que habían presentado en 2010.
El 30 % de los hogares (deciles VIII, IX, X) concentraron el 62.7 % de los ingresos corrientes totales, mientras que el restante 70 % de los hogares (del decil I al VII) obtuvieron sólo el 37.3 % del ingreso.
En el primer decil, el 37.7 % de los ingresos monetarios provinieron de las transferencias, el 33.8% de remuneraciones por trabajo subordinado, 19.1% por trabajo independiente, 7.1 % de ingresos por otros trabajos y el 1.3 % de renta de la propiedad.
En contraste, en el decil X, las transferencias representaron sólo el 15.3 % de su ingreso, mientras que las remuneraciones por trabajo subordinado el 58.9 %, el 10.2 % como renta de la propiedad, 12.9 % de trabajo independiente y 2.6 % como ingresos de otros trabajos.
En 2012, la ENIGH estimó 74 848 105 perceptores, el 75.0 % de ellos (56 145 737 perceptores) se encuentran en localidades con 2 500 y más habitantes, que obtuvieron el 88.2 % de los ingresos corrientes monetarios totales. Adicionalmente, de los perceptores de estas localidades, el 56.4 % percibieron hasta dos salarios mínimos, mientras que el 84.9 % de los perceptores que viven en zonas con menos de 2 500 habitantes obtuvieron hasta dos salarios mínimos.
Del total del ingreso corriente monetario de los perceptores que vivían en las localidades con menos de 2 500 habitantes, el 21.0 % lo obtuvieron de transferencias de instituciones de gobierno, privadas o de otros hogares; el 52.4 % como remuneraciones por trabajo subordinado y 18.2 % por trabajo independiente. Por el contrario, en las zonas de 2 500 y más habitantes las transferencias representaron el 15.3 % del ingreso de los perceptores, mientras que el 63.9 % del ingreso representó una remuneración por trabajo subordinado.
Para apreciar la evolución de la desigualdad de los ingresos, se utiliza el coeficiente de Gini. El valor obtenido de este coeficiente en 2012, para la distribución del ingreso por deciles de hogares fue de 0.440, mientras que el cálculo de 2010 arrojó un coeficiente de 0.435. Las pruebas de significancia realizadas indican que esta variación no es estadísticamente significativa, por lo que no se puede afirmar que aumentó la concentración del ingreso.
También es usual calcular el coeficiente de Gini para la distribución del ingreso por deciles de personas, lo que permite observar el efecto positivo de las transferencias en la distribución del ingreso. Así en 2012, la concentración del ingreso, medida con el coeficiente de Gini, habría sido de 0.503, de no haber habido transferencias, en tanto que el valor del Gini se reduce a 0.470 si se cuentan dentro del ingreso las transferencias recibidas.
Gastos de los hogares
En 2012, el gasto corriente total trimestral fue de 1 064 991 775 miles pesos, 7.2 % más que en 2010, cuando ascendió a 993 635 982 miles de pesos de 2012. Cabe destacar, que en 2010, el gasto monetario y total, también habían presentado crecimiento.
El gasto corriente monetario se incrementó en 6.2 % mientras que el no monetario en 10.4 por ciento. Dentro del gasto monetario, el gasto en alimentos, bebidas y tabaco se incrementó en 10.2 % y el gasto en educación y esparcimiento en 7.6 % con respecto a 2010. Por el contrario, el gasto en cuidados personales decreció en -4.7 %, vestido y calzado -2.2 % y cuidados de la salud en -1.4 por ciento. Respecto a la parte no monetaria del gasto, las remuneraciones en especie tuvieron un incremento de 58.6 %, seguido de las transferencias en especie con 26.8 % y el autoconsumo con 25.1 por ciento.
El gasto corriente total promedio trimestral por hogar creció en 0.4 % de 2010 a 2012, situándose en $33 746 pesos trimestrales. Por su parte, el gasto corriente monetario promedio por hogar decreció en -0.6 % y el no monetario creció 3.4 por ciento.
Los hogares no modificaron sustancialmente la estructura de gasto corriente monetario, que tenían en 2010; destinando la mayor proporción de sus ingresos a la adquisición de alimentos, bebidas y tabaco (32.8 % en 2010 y 34.0 % en 2012), seguido del gasto en transporte y comunicación, que se mantuvo constante en ambos años con el 18.5 %, 13.8 % en educación y esparcimiento, 8.9 % en vivienda y combustibles, 7.3 % en cuidados personales, 6.1 % en artículos y servicios para la casa, 5.1 % en vestido y calzado, 3.9 % transferencias de gasto, y 2.5 % en cuidados de la salud, en 2012.
En el 10 % de los hogares con menor ingreso (decil I), el 46.4 % de sus percepciones se destinaron al gasto en alimentos, bebidas y tabaco, mientras que en los deciles V y X, este rubro de gasto representó el 35.2 y 14.4 por ciento, respectivamente.
Los rubros de gasto con mayores diferencias relativas entre deciles son: educación y esparcimiento; y transporte y comunicación. El decil I destina el 5.2 % de su gasto en el primer rubro, mientras que el decil V y X destinan el 10.4 y 19.9 por ciento, respectivamente. En relación con el segundo rubro de gasto mencionado, el decil I destina el 9.8 % de sus recursos, mientras que el decil V, gasta el 16.7 y el decil X el 19.7 por ciento.
De acuerdo con la clasificación a los alimentos por tipo de nutrientes, los hogares destinaron el 46.0 % de su gasto en alimentos que contienen proteínas de origen animal, 36.3 % a alimentos compuestos de calorías, carbohidratos y grasas, 14.4% a alimentos con vitaminas y minerales y 3.3 % a alimentos con contenido de proteínas de origen vegetal.
Las localidades con 2 500 habitantes y más, destinan 7.8 puntos porcentuales más, al gasto en proteínas de origen animal, respecto de las localidades de menos de 2 500 habitantes, al representar el 47.4 y 39.6 por ciento de su gasto total en alimentos, respectivamente. Por su parte, el gasto en calorías, carbohidratos y grasas representó el 41.2 % del gasto en alimentos en localidades con menos de 2 500 habitantes, mientras que en localidades de 2 500 y más habitantes, representó el 35.2 % de su gasto en alimentos.
Con información del INEGI
Foto: Gilberto Barrón