Previo a la elección, en la parte alta de las campañas, Gabriel Arellano intentó hacer una de esas jugadas que sólo a los colmillos largos (tipo Manlio Fabio Beltrones) le salen, por un lado le susurraba a los amigos de la prensa que estaba decidido a jugar todo su capital político para apoyar a Francisco Chávez Rangel y así, mostrar el músculo indispensable para que se le considerara como candidato a gobernador ahora que termine Carlos Lozano de la Torre, pero en otras mesas de café, les dictaba a los columnistas cachorros que no era cierto, que no tenía ninguna pretensión y que eran puras invenciones, que él tan tranquilo en el puesto que alguna vez despreció, porque para ser diputado había que estudiar mucho.
Las habladas del ex alcalde le infundieron ánimos a sus incondicionales y permitieron ver que de eso se trataba todo, que Arellano Espinosa anduviera tan echado para adelante se entendió no como el apoyo que se supone que compañeros de partido deberían entregar a su candidato, sino como el banderazo de salida para que un grupo político pudiera reclamar sus migajitas de poder. Ahí tiene yéndose en banda a Bertha Mares Ríos, quien envuelta en la bandera del arellanismo y esgrimiendo su poder de convocatoria y arrastre popular, renegó del priísmo para lograr arrancarle a Jorge López Martín la candidatura de la coalición Unidos por ti al Distrito XIII y perderla contra Enrique Juárez Ramírez. Ahora Bertha Mares podrá culpar a los panistas de que no le dieron las cobijas y souvenirs indispensables para movilizar al contingente a su favor, pero lo cierto es que, además de su soberbia, es víctima de su ingenuidad política, fue quizá la única que se creyó que Gabriel Arellano todavía tiene una fuerte influencia, a la mejor no vio al hoy diputado rogarle exaltado al procurador Felipe Muñoz Vázquez que ya diera carpetazo al asunto del helicóptero.
Vueltas de tuerca. La primera, la mención a Manlio Fabio Beltrones se debe a que los sabelotodos postelectorales ahora dicen que como ya se sabía que el PRI iba a perder la capital, Beltrones prefirió cancelar su visita de apoyo a Francisco Chávez, que ésas eran las primeras señales; si a ésas vamos, el nombramiento de Mario Vargas Aguiar como delegado en Aguascalientes puede ser leído como un signo, la mediocridad de su desempeño permitiría esa inferencia. La segunda, recordar a la perdedora Bertha Mares Ríos se relaciona con el título de esta columna, un aforismo de Lichtenberg (“Hay ineptos entusiastas. Gente muy peligrosa”) y la reacción a las declaraciones de Arellano Espinosa. La tercera, evidenciar que el juego todavía le queda grande a Gabriel Arellano sólo tiene el propósito de evidenciar que a la generalidad de la clase política local, se le notan las costuras de sus intenciones y que era obvio que las mentadas de madre del ex alcalde sólo tenían como propósito llamar la atención de Carlos Lozano de la Torre, lo que no logró. La cuarta, con la mención del gobernador entramos de lleno al rumor que hoy sueltan los aprendices de hechiceros que, cobardones, no se atreven a culpar al titular de la administración estatal del resultado desastroso de las elecciones, pero sí son buenos para indicar que el “gran perdedor” es Lozano de la Torre. Disentimos.
¿Perdió el gobernador? Primero, recordar uno de los comentarios de Lozano de la Torre a La Jornada Aguascalientes: “A veces se trabaja mejor con otros que con los nuestros”. Bajo ese entendido, que de los 11 municipios sólo tres hayan sido ganados por la Alianza para Seguir Progresando (Gustavo Padilla en Cosío, Margarita Gallegos en San Francisco de los Romo y Pablo Macías Flores en Tepezalá) sólo significa que los manteles en las mesas de negociación no podrán ser tricolores, pero no cambia que los futuros presidentes municipales sean quienes tengan que sentarse a negociar con el gobernador la repartición de los recursos federales; no es que nos guste, es que así es, pero bien pensado, ¿de veras le van a decir que no desde Asientos José Manuel González (Panal) o desde El Llano César Pedroza Ortega?, para seguir con las preguntas, ¿cree que se animarán a contradecir la estrategia de Mando Único Javier Luévano en Calvillo o Fernando Marmolejo desde Rincón de Romos? Nosotros tampoco y si así lo hicieran, es que no entendieron la visita del secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos Zepeda, a las instalaciones de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, donde Rolando Eugenio Hidalgo Eddy recalcó insistente que el Mando Único se encuentra incorporado en todo el estado.
El que parte y reparte… O ya para salir del tema, dudamos que Antonio Martín del Campo en la capital y Antonio Arámbula en Jesús María conformen el dúo dinámico que le ponga trabas a la estrategia de desarrollo que elaboró el Gobierno estatal para la Zona Metropolitana de Aguascalientes, ¿o se van a poner como Gregorio Zamarripa contra Luis Armando Reynoso?
Sobre la futura conformación del Congreso estatal y la búsqueda de responsables. Van de nuevo las preguntas, de los 18 distritos en juego, la Alianza para Seguir Progresando perdió ocho, no vamos a recordar que el dirigente del PRI es Guadalupe Ortega Valdivia, porque nos van a acusar de inocentes, además el fracaso se le quiere endosar a los padrinos de los candidatos, sólo por poner unos ejemplos, si a ésas vamos, de esos ocho perdedores, una era aportación del Verde Ecologista, Brenda Karina Acosta Ramírez en el VIII, ¿el fracaso es de Sergio Augusto López Ramírez?, en el X Leonardo Montañez se llevó de calle a Lourdes Dávila, ¿la derrota es del panista Arturo González Estrada, quien la nombró coordinadora de Comunicación Social años atrás?; en el VI cosechó lo que sembró Rafael Urzúa Macías, ¿a quién culpar si el candidato decía “Mi oferta política es tan simple, que a la mejor da risa” y terminaba asegurando que la gente no iba a votar por el PRI, pero que a la mejor por él sí?; Normando López Meixueiro quien fracasó en el XVII no sabe de otra lealtad que no sea a Joel Ayala, emperador de los burócratas, ¿es culpa del presidente de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado?
La del estribo. ¿Perdedores?, perdedores de a de veras quienes hoy dejaron solo a Francisco Chávez Rangel en la Sala Presidentes del Comité Directivo Estatal del Revolucionario Institucional, acribillado por los amigos de la prensa que no saben de fidelidad alguna y no tuvieron empacho alguno en hacer leña del árbol caído.
@PurisimaGrilla