En el Acto V de Ricardo III entra el espectro de Clarence y le dice a Ricardo “¡Mañana me posaré pesadamente en tu alma! ¡Yo, que fui lavado para la muerte con horrible vino, el pobre Clarence, entregado a traición a la muerte por tu culpa! Mañana en la batalla acuérdate de mí, y caiga tu espada sin filo: ¡desespera y muere!”. El escritor Javier Marías toma este parlamento para titular una de sus novelas más leídas y nosotros hacemos lo mismo para arrancar esta columna con una especie de recordatorio para quienes el lunes 8 de julio escondan la cabeza mientras tiran la piedra de la culpa buscando encontrar a los culpables de la derrota.
Porque, lamentablemente, esta elección se trata no de quién va a ganar, sino de quiénes perdieron. De ser ciertas las encuestas de Acción Nacional y el domingo 7 Antonio Martín del Campo se lleva la alcaldía capital, Javier Luévano la de Calvillo y Antonio Arámbula la de Jesús María, podemos asegurar que no será resultado de las campañas de estos tres candidatos, sino del castigo que apliquen a las administraciones priístas los habitantes de esos municipios recién recuperados para los tricolores y que en tres años no han sabido más que demostrar que regresaron para robarse lo que se les había olvidado y lo que les dejaron.
Si son ciertas las encuestas que fuera de tiempo presentaron los del PRI y ubican en primer lugar a Francisco Chávez Rangel, no será mérito de Guadalupe Ortega Valdivia, mucho menos del delegado Mario Vargas Aguiar, quienes en 45 días lo único que mostraron fue una falta de apoyo real a sus candidatos, seleccionados pensando en dar cumplimiento a las cuotas y compromisos más que en el electorado al que tenían que convencer.
Perdedores los coaligados, el Verde Ecologista de México, más sumiso que nunca, evidenciando la incapacidad de generar una campaña de acompañamiento, mostrando la misma incongruencia de la que acusaron a la alianza PAN-PRD, porque fue en los últimos días cuando los verdes salieron a decir que no estaban del todo de acuerdo con algunas posturas del tricolor, sobre todo en relación a la promoción de los toros… incongruencia menor si se considera que las huestes de Sergio Augusto López proclaman que van por la pena de muerte porque lo del vale de medicinas para todos nomás no les resultó.
Es el mismo caso de los perredistas, si bien la alianza agarró apenas entrando a la curva de aprendizaje a Oscar Estrada Escobedo, en un futuro no muy lejano las tribus que al interior del PRD ha traicionado en beneficio de sus cuates y comparsas, le pedirán que rinda cuentas sobre lo que le toca dirigir, un partido; del que no ha dejado absolutamente nada, los esfuerzos (buenos o malos) de los Ortega, la virulencia consciente de Nora Ruvalcaba y la brillantez como legislador de Gilberto Carlos Ornelas no tienen ya cabida en lo que se ha vuelto el de la Revolución Democrática; si el argumento es que como nunca tendrán representantes en el Congreso o que van a gobernar un municipio, esa explicación no justifica que se hayan acabado el partido al transformarlo en un jingle para la campaña de los panistas. Así lo hicieron brillar.
En el caso de que la sorpresa que tanto anuncian los de Movimiento Ciudadano se cumpla y José Luis Novales Arellano rebase a los otros candidatos, tampoco será mérito de los ahijados de Dante Delgado Rannauro y Armando López Campa, habrá que revisar las declaraciones de hace algunos meses para entender qué hicieron mal los panistas como para desperdiciar un candidato, así como la pugna entre Martín Orozco y Felipe González, de todos los de azul contra todos los de azul, logró que la capital fuera entregada a un partido que no es el suyo.
Sobre la postulación de Jesús Medina Olivares muy poco hay que señalar para mostrar que es una elección de perdedores, bien sabe el astuto político ex priísta que su esfuerzo está en otra parte, no en conseguir la alcaldía capitalina, a grado tal que pegarle por eso sería desperdiciar energías; buena suerte pues con la construcción de una opción de izquierda que ni Héctor Quiroz ni Jesús Rangel supieron construir y sostener.
Una elección que no es de ganadores, repetimos, porque en el caso del Partido Nueva Alianza, decidieron la inmovilidad como una extrañísima forma de ajustar cuentas con el resto del mundo por la aprehensión de Elba Esther Gordillo, con su líder moral en la cárcel, el SNTE ya no supo qué hacer con su brazo electoral y dejó pasar la oportunidad de consolidar al Panal como partido al ni siquiera presentarlo como opción. Arturo Fernández Estrada regresará a cobrar su finiquito al Congreso, sin vergüenza alguna por haber dilapidado los recursos que la sociedad entrega a su partido para hacer campaña, sin tener que rendirle cuentas a nadie de la vileza de agachar la cabeza como estrategia para pasar la factura al Gobierno estatal. El mustio susurro de “vamos solos, pero vamos en contra” será la consigna que se le pueda echar en cara a Juana Alicia Espinosa de los Monteros si es que le alcanza el porcentaje para ingresar al Congreso.
A todos nos toca por supuesto, ante la oleada de guerra sucia y distractores que durante la campaña electoral los “poderes fácticos” pusieron sobre la mesa para que los amigos de la prensa nos fuéramos con la finta, las lonas en el fondo del callejón; las prometidas denuncias que sólo fueron cohetones en rueda de prensa; las acusaciones de todos los colores acerca de dinero sucio en los partidos; el abuso de las redes sociales a través de la aparición de páginas dedicadas a la distribución de contenidos denigrantes; el morbo que despierta la exhibición del cinismo de un político como Luis Armando Reynoso Femat; la vergonzante actuación de algunos funcionarios públicos; el exceso de rumores e información sin confirmar… en todas esas trampas caímos, rendimos nuestro espacio al chisme; el lector suele acusar, no sin razón, a los medios que nos vendemos al mejor postor, en esta ocasión fue la idea brillante pero falsa de que los lectores quieren basura y sensacionalismo, pero nos tragamos todos esos anzuelos y cumplimos un papel mediocre.
Mañana en la batalla piensa en mí, y caiga tu espada sin filo elector, eres el único que puede no estar equivocado.
@PurisimaGrilla