Enredos Financieros / Harto de la corrupción - LJA Aguascalientes
15/11/2024

 

Estimado lector, empezamos la semana con noticias financieras no muy favorables, ya que por segundo mes consecutivo, la economía ha decrecido con respecto al mes anterior, esto, sin duda, es preocupante y señal de alarma para el gobierno de Peña, ya que si bien es cierto mucho se habló de que con las reformas estructurales el país alcanzaría niveles de crecimiento altos, la verdad es que no sólo con las reformas el país tendrá la posibilidad de seguir creciendo, de hecho, por muchas políticas públicas que se realicen para que se logre el crecimiento necesario, el país acelera con el freno de mano puesto, y ese freno de mano es la corrupción.

Estoy harto de la corrupción, no es posible que pasan días, o meses y nos enteramos de situaciones escandalosas de desfalcos millonarios a estados, y de endeudamientos terribles para los mismos, y no sólo eso, ya también se ha destapado la corrupción en el Vaticano, el secreto a voces. Tan es así, que el Papa Francisco en su homilía del día 17 de mayo de este año, al hablar de Pedro, el apóstol fundador de la Iglesia como la conocemos (sin entrar a discusiones, ya que la actual Iglesia es Constantiniana no Petrina). “Pedro era pecador, no corrupto. Pecadores sí, todos, pero corruptos no. Hay que reconocer los pecados y dejarse ayudar”. Es decir, ya anticipaba un poco lo que tendrá que hacer para salvar a la Iglesia y pone en un nivel distinto, en otro escalón a los corruptos. Ya el mismo Dante Alighieri en su Divina Comedia pone a los que cometen fraudes en el octavo círculo del infierno, sólo por arriba de los traidores que se encuentran en el noveno círculo. Allí él ve a ellos en brea hirviendo, quemándose por la eternidad por sus oscuros secretos.

Pero como bien decía Jesucristo “Nada oculto permanece para siempre”, la cloaca se ha ido destapando.

No es posible que Moreira esté exiliado, “feliz” gastando su fortuna en otro país sin que reciba castigo o haya resarcimiento del daño patrimonial a su estado, que fue por más de 20 mil millones de pesos. Granier actualmente se declara inocente de toda culpa, cuando es evidente el desfalco que hizo, el fraude y el enriquecimiento ilícito fue de varias decenas de miles de millones de pesos, en un estado donde la pobreza tiene niveles muy altos y la educación no es la mejor del mundo. Gobernó el estado del “edén” para dejarlo convertido en un infierno. Sin más, en nuestro estado tenemos también nuestras propuestas a candidatos a gobernador para el octavo círculo del infierno, con Luis Armando Reynoso y Camarilla (Raúl Cuadra, Ventura Vilchis, entre  otros) con una demanda en su contra por fraude en la compra de un tomógrafo por 14 millones de pesos (una bicoca, comparado con otros estados) pero evidentemente ésa será la punta del iceberg, y Gabriel Arellano, que ha librado varias batallas en su contra por la compra fraudulenta (está documentado, aunque las argucias y lagunas legales les han permitido permanecer impunes) por la compra del helicóptero municipal a un sobreprecio demostrado.

Lo triste de esta situación es que no pasa nada. No ocurre ninguna situación de resarcimiento, encarcelamiento o de cualquier otra índole y el pueblo parece que lo acepta y lo ve como algo ya común.

¿Por qué esta actitud?

Probablemente porque todos somos culpables en mayor o menor medida. La corrupción se esconde a través de pequeñas acciones “piadosas”. Es aquél que para evitar la fotomulta (sea justa o no es una situación legal, ya se podrá dirimir en otras instancias su pertinencia) pone una mica oscura en sus placas para evitar ser sancionados, o aquél que para conseguir trabajo, o una plaza, o un contrato busca la persona que tiene “la llave” que le permita acceder a esos recursos y por tanto pagarle por “sus servicios”. Es aquel religioso del credo que sea que manipula a sus fieles para la compra de cualquier bien o para el beneficio personal y no de su congregación (sea la congregación que sea).

Es corrupto aquél que miente “piadosamente” para obtener un beneficio en perjuicio de otra persona o entidad, es aquél que “pisa” a sus compañeros de trabajo y los minimiza, los pulveriza para que él pueda subir en el escalafón organizacional.


Es corrupto aquél que roba la propiedad intelectual de otros para su uso y beneficio, y no sólo eso, sino que llega a demandar a otros.

Es corrupto aquél que pudiendo ayudar a otros, se hace de la vista gorda y grita para que se les ayude cuando ya no puede ser imputable a él esa responsabilidad (vean a Fox, gritando y escupiendo sandeces sobre qué hacer en el gobierno cuando él no hizo nada para remediarlo por seis años).

Es corrupto aquél también, que pudiendo cambiar las cosas, no lo hace y pone como pretexto el establishment, el statu quo de las cosas.

En fin, ¿queremos que acabe la corrupción? Empieza por ti mismo, por cambiar tu espacio tus convivencias y tu actuar. Cuando lo que decimos y pensamos se convierta en acciones, es cuando veremos que el México que queremos será posible.

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