- CAASA patrocinó la comida del sindicato patronal a los cinco candidatos a alcalde
- Jaime Durán Padilla repitió a los candidatos la frase de Alejandro Martín: “si no pueden, renuncien”
En la “pasarela” empresarial y aunque por escaso margen, Francisco Chávez Rangel, candidato del PRI, aventajó con ideas más viables que las de sus adversarios, “sabemos el qué, vamos por el cómo”; le siguió de cerca José Luis Novales, más lejos Antonio Martín del Campo… Y Medina y Fernández, sin mucho por hacer.
Los poco más de 200 asistentes no imaginaron que degustarían un magnífico platillo, patrocinado por CAASA, la concesionaria del agua en Aguascalientes que ya asumió liderazgo como problema número uno de los aguascalentenses, inadvertido para algunos candidatos.
Asistieron únicamente Heberto Vara Oropeza, presidente de la Canacintra y para echarle porras a Francisco Chávez; Miguel Ángel Godínez Antillón, del Consejo Coordinador Empresarial, que se ha visto lento en estos menesteres claves; y también Roberto Díaz, de la Canacar. Faltó más de la mitad del empresariado representativo local.
Dicen que “en la forma de agarrar el taco se ve al que tiene hambre” y para empezar, todo parecía muy bien, pero esta crónica no puede ser omisa a la gran grosería de Humberto Chávez de Loza, secretario de la Coparmex, habilitado como moderador, cuando al candidato priísta le tocó su primer turno al micrófono: “soy maestro y quiero ponerme de pie”. De Loza lo sentó sin miramientos.
Luego de los honores de ordenanza dio comienzo el evento, con más ganas que técnica. El primero en presentarse al pequeño grupo de patrones fue Jesús Medina, candidato del Partido del Trabajo: ofreció “un gobierno de puertas abiertas”, lo que sería replicado por todos los demás.
Arturo Fernández Estrada, del Partido Nueva Alianza, no llevó nada escrito y “a capela”, ofreció servicios municipales de calidad y dio una primicia, esto es, algo nuevo: “haremos una universidad gratuita, atendida por profesores jubilados y una preparatoria sin carreras improvisadas”.
Martín del Campo se pronunció por un gobierno con sentido social, de cinco ejes y 19 escenarios: para la gente, tranquilo y en paz, de buenas cuentas, buenos servicios municipales y con sustentabilidad ambiental.
Y garantizó que quitaría la fotomulta, “porque es ilegal”, así como darle al Colegio de Contadores la responsabilidad de revisar las cuentas públicas, lo mismo que adelgazar a la burocracia.
José Luis Novales hizo “un esbozo de las muchas propuestas que tenemos” y consideró al empleo y la inseguridad como los principales desafíos. Algo alejado de la realidad, dijo: “lo principal es que todos queremos servicios públicos, el Ayuntamiento no tiene por qué elegir quiénes sí los pueden tener y quiénes no; no puede ser de ricos y pobres”.
Y remarcó: “me opondré con todas mis fuerzas a las instalación de empresas extranjeras en Aguascalientes”.
Llegó el turno de Francisco Chávez Rangel, quien dijo: “hay que tener claro cuál es la función de la Presidencia Municipal… Al gobernador le toca hacer política y al alcalde, administrar”.
Ofreció integrar su administración con perfiles que no obedezcan a imposiciones políticas, sino a experiencia y capacidad, cercano a la gente, no discriminatorio, un gobierno digital en todos sus trámites y con rendición de cuentas.
Jaime Durán Padilla, presidente del Sindicato Patronal, replicó la célebre frase del empresario deportivo Alejandro Martín: “si no pueden, renuncien”. No hay participación electoral, sí hay violencia de género y desempleo urbano, dijo y pidió al que gane que esté cerca de los empresarios.
Alfonso Rodríguez preguntó a Fernández sobre las personas con discapacidad, la respuesta fue atención integral; Ricardo Rodríguez, ex presidente del sindicato patronal, le preguntó a Martín del Campo cómo se vincularía con el Gobierno estatal y el candidato le dio muchas vueltas para decir que su gobierno sería “de puertas abiertas, con él y con todos los demás sectores”.
Julio Sotomayor preguntó a Novales cómo aseguraría el abastecimiento de agua y éste propuso quitar a CCAPAMA, “porque es el palero que todo le justifica a CAASA, cuando hay 17 mil familias sin agua”.
Miguel Ángel Márquez González preguntó a Chávez Rangel cómo deben ser escuchados siempre los ciudadanos; “no me puedo distraer estorbando al gobernador, estaré cerca de la gente”, dijo.
Y el evento siguió pero hacía un buen rato que se habían instalado en él los “lugares comunes”.
Foto: Roberto Guerra
