Cristina Pedroza
- Sondeo realizado entre 40 jóvenes entre los 17 y 25 años de edad
- Te hace mucho menos daño la mariguana, pues con el alcohol cometes tonterías, señaló uno de los encuestados
Si bien hablar de la mariguana no es un tema novedoso, ya que ha estado presente durante cientos de años en diferentes sociedades y aunque el consumo de esta hierba no representa nada alarmante para algunos grupos sociales, en algunos otros casos sí constituye una problemática.
Se podría decir que el mundo entero sabe de ella y que es muy significativo el índice de consumo en algunas poblaciones, al grado de que en los últimos tiempos la población joven es quien revela la importancia de esta droga, tanto así, que la consideran como un deseable sustituto de drogas aún más poderosas, como en el caso del alcohol.
Se llama mariguana (porro, faso) al preparado elaborado a partir de las flores, hojas y tallos pequeños provenientes de la planta Cannabis Sativa, es un término genérico empleado para denominar a los cogollos de esta planta, que son sus flores femeninas; en el cannabis están presentes unos 60 compuestos químicos con efectos psicoactivos (es decir, con capacidad para alterar el funcionamiento normal de nuestras neuronas). Se les conoce como cannabinoides. Cuando se habla de que la mariguana modifica la percepción hacemos referencia a efectos como percibir los colores con mayor intensidad, escuchar los sonidos de forma diferente, o sentir por ejemplo, que el tiempo pasa más lento.
Los seres humanos han cultivado esta planta en el transcurso de la historia como fuente de fibra textil, aceite de semillas y alimento (generalmente, con variedades de bajo contenido en THC, llamadas cáñamo). Se ha utilizado durante milenios como planta medicinal.
La ingesta de mariguana produce diversos efectos, los cuales varían de una persona a otra, la duración es de dos a cuatro horas; algunas personas experimentan mareos y aturdimiento, mientras que otras sufren depresión y tristeza. Esta droga modifica la percepción del tiempo y la profundidad, puede inducir un comportamiento descuidado y errático, así como risa incontrolable y un apetito voraz.
Es una de las pocas plantas cuyo cultivo se ha prohibido o restringido en muchos países; sin embargo ante estos efectos y factores de problemas en la sociedad, han hecho que se le dé una muy similar comparación con el alcohol, que es un depresor del sistema nervioso central, que pertenece al grupo de sedantes.
El alcohol etílico o etanol es la droga que se encuentra en las bebidas alcohólicas, aunque existen otros tipos de alcoholes como el metílico, que se utiliza principalmente en la industria, cuando se ingiere en pocos minutos el alcohol llega al cerebro, donde actúa y se aprecian los mayores efectos; el consumo excesivo de alcohol en un corto periodo puede producir la muerte, es un tóxico que, circulando por la sangre, alcanza todos los órganos y sistemas del organismo, por lo que se pueden producir importantes y múltiples problemas relacionados con su consumo: afecta a la respiración intracelular, la producción de neurotransmisores y el metabolismo, así como también demanda energía para su neutralización en el organismo, la que deja de ser utilizada en la oxidación y eliminación de las grasas, por lo que éstas se acumulan en las arterias y órganos como el hígado, igualmente tiene una acción reductora del apetito, lo que conduce a la desnutrición.
Con estos datos y conocimiento previo de lo que provocan estas dos drogas, se realizó un sondeo entre 40 jóvenes, entre los 17 y 25 años, en la ciudad de Aguascalientes; se les cuestionó ¿qué piensan del alcohol y en qué se diferencian estas drogas?
Sus respuestas revelaron que prefieren consumir mariguana que alcohol, puesto que la mariguana despierta los sentidos y el alcohol los entorpece.
Sin embargo, algunos jóvenes consideraron que las drogas son completamente nocivas para la salud sicológica y que son un desacierto social, a diferencia del alcohol, que es socialmente aceptable, además de legal.
Los encuestados señalan que la mariguana es una mejor opción que la ingesta de alcohol, pues para ellos es relajante, inspiradora, algunas frases que usaron fueron: “te da sabiduría, concentración”, “tus sentidos se despiertan y te conviertes completamente sensible a tu entorno”, “es como encontrarte contigo mismo”, “me gusta fumarla antes de ir a la escuela, pues me siento más capaz”, “me inspira para componer música”, “mil veces prefiero consumir mariguana que alcohol”, “para empezar te hace mucho menos daño la mariguana pues con el alcohol cometes tonterías, te hace actuar impulsivamente”, “en mi caso la utilizo para dormir, estudiar, tocar y escuchar música”.
Lo que se pudo observar en el transcurso del sondeo es que la mayoría de los jóvenes, no posee la totalidad de la información, sobre una y otra droga, y que pese a que en algunos detalles pudieran tener la razón, lo cierto es que podemos advertir confusión en su planteamientos, sobre todo al considerar que la pueden dejar o suprimir de su vida en el momento que ellos quieran.
Foto: Archivo LJA