Ahora sabemos que los mexicanos somos los miembros de la OCDE que más horas trabajan, los que menos ganan por sus labores y encima somos los menos productivos. Lo que llama la atención es que en este club de países básicamente desarrollados, somos de los más felices, lo que corresponde a un bienestar subjetivo.
La necesidad de conocer el “bienestar subjetivo” surge de un consenso internacional creciente, motivado por el informe originalmente comisionado por el gobierno de Francia a dos economistas premios Nobel (Joseph Stiglitz y Amartya Sen) así como al presidente del observatorio francés de coyuntura económica (Jean Paul Fitoussi) dado a conocer en el año 2009. En el informe de lo que ahora se conoce como Comisión Stiglitz se concluye que: “si bien el Producto Interno Bruto (PIB) es el mejor agregado macroeconómico para medir el nivel de actividad de las naciones, resulta a todas luces insuficiente, o incluso inadecuado, como indicador de bienestar bajo la modalidad de PIB per cápita o valor agregado por habitante”.
Ahora bien, cuando hablamos de Bienestar de qué hablamos. Se trata de determinar si una persona cuenta con determinados satisfactores y si puede ejercer capacidades fundamentales del ser humano, pero cuando se le añade “Subjetivo”, ¿qué significa eso? Significa que el bienestar no es sólo una mera propiedad o conjunto de propiedades que un analista o un experto puede atribuir a objetos de medición, sino también “una condición o estado experimentado por los sujetos, quienes dicen de sí al respecto”. Sin su testimonio vivencial, sin que nos den su parecer sobre su propia vida y los factores que en ella influyen, la identificación de su bienestar es algo que quedaría incompleto.
Así, el bienestar subjetivo se va a centrar en cómo son experimentadas por la persona sus condiciones de vida. Los conceptos de bienestar subjetivo y bienestar auto-reportado, se manejan luego como sinónimos, pero el segundo de estos términos (bienestar auto-reportado) se fue adaptando como nombre del cuestionario o módulo temático porque facilita la comunicación al momento de transmitir en los hogares la intención del mismo.
La UDEM, a través de su Centro de Estudios sobre el Bienestar, ha sido pionera desde 2002 en realizar estudios multidisciplinarios del bienestar y la calidad de vida en México. El muestreo de la UDEM arrojó, algo importante: que los solteros, los casados y quienes viven en unión libre son las personas más satisfechas y felices con su vida, mientras que los separados, los viudos y los divorciados son los menos satisfechos. Podríamos decir que quienes han perdido su relación fundamental en la vida, se encuentran en medio de mayores vulnerabilidades frente al “auto reporte” de su propio bienestar.
El Inegi presentó un cuestionario, denominado Módulo de Bienestar Auto-reportado (Biare), que al parecer será aplicado con regularidad, para captar el bienestar subjetivo de los mexicanos, y así encontrar qué tan satisfechas están las personas con sus vidas, tanto en su conjunto como en relación a los diferentes dominios o aspectos de su existencia. En fin, saber qué tan felices son, pero también qué tan satisfechos se encuentran con sus vidas.
Entre el grupo poblacional considerado, según los resultados de la medición del Biare, en una escala del cero al 10, la valoración mexicana promedio de felicidad superó a la de satisfacción con la vida, al ubicarse la primera en 8.4 y la segunda en 8.0 puntos.
Por ejemplo, en la Encuesta Social Europea, fueron incorporados muchos elementos relativos a la inserción de los individuos en su entorno social, que permitieran aportar nueva información estadística. En México podrían agregarse asuntos tales como derechos humanos, cohesión social y participación ciudadana, familia, género y vulnerabilidad, salud física y mental, así como información estadística obtenida, por primera vez en una escala mayor a los estudios de caso, para aquéllos cuya áreas de interés sean la sociología y la antropología o incluso la psicología e historia social. Ello es así, porque Biare proporcionará, en cierto sentido, un primer autorretrato de la población adulta mexicana en la segunda década del siglo XXI.
Según un cuestionario sobre bienestar subjetivo, 83.5 por ciento de los mexicanos dice estar satisfecho con su vida. Este porcentaje califica por cierto la vida familiar como un factor determinante de su felicidad, a pesar de sentirse insatisfecho con su situación económica. Lo que no es un dato menor, dado que es superior al que expresan los habitantes del Reino Unido, donde 75.9 por ciento dijo sentirse en esta condición, señaló el presidente nacional del Inegi al dar a conocer los resultados.
Los temas que más satisfacción proporcionan a los mexicanos son: vida familiar 8.6 puntos, autonomía 8.5, mientras que salud, vida afectiva y apariencia registraron, según la encuesta, 8.2 puntos cada uno. Los temas con más bajas calificaciones fueron: situación económica 6.5 puntos, circunstancias del país y el tiempo libre, 6.8 puntos respectivamente.
De acuerdo con el cuestionario, las personas encuestadas que tienen entre 18 y 70 años de edad, 47.3 por ciento dijo estar satisfecho con su vida; 36.1 por ciento moderadamente satisfechos; 11.8 por ciento poco satisfechos y 4.8 por ciento insatisfechos. Sobre la relación entre satisfacción con la vida y la edad, las asimetrías son imperceptibles: entre el grupo de 18 a 29 años con 8.1 puntos; y el más bajo (y apenas dos décimas abajo) el grupo de 45 a 59 años con 7.9 puntos. Por su parte, tanto el grupo de 30 a 44 años como el de 60 a 70 años tienen una valuación de 8.0 puntos.
La satisfacción con la vida es mayor a medida que se consideran grupos de población con mayor nivel educativo, apunta el Biare. En este renglón las diferencias sí son notables: el promedio de satisfacción con la vida (en escala de cero a 10) es de 7.8 entre quienes tienen primaria completa; de 8.0 entre quienes tienen secundaria completa; de 8.2 entre quienes tienen preparatoria terminada; de 8.4 entre quienes tienen licenciatura y 8.7 entre quienes tienen posgrado, casi un punto más que los primeros.
Por condición de actividad se observa que estudiantes y jubilados tienen los mayores niveles de satisfacción con la vida, 8.6 en ambos casos, mientras que quienes trabajan para el mercado y quienes lo hacen en labores domésticas están en segundo lugar con 8.0, y el menor nivel de satisfacción con la vida se observa entre los desocupados con 7.5 en escala de cero a 10.
La satisfacción con la vida reportada por las personas solteras es prácticamente igual que la de las casadas, 8.1 en ambos casos. En términos de felicidad, el promedio correspondiente a las personas casadas es 8.5, ligeramente superior al de quienes están en unión libre y de los solteros, con 8.4 en ambos casos.
México: Satisfacción con la vida, por variables (1 a 10 Biare*) Inegi 2012
* Módulo de Bienestar Auto-reportado (Biare)
Para el director de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, (Flacso) sede México, Francisco Valdés Ugalde, es importante asumir al bienestar subjetivo como un indicador estratégico, gracias a la generación de estadísticas que promuevan la relevancia de este indicador en la deliberación democrática y en la toma de decisiones públicas.
El director Valdés explica que, para entender a las democracias contemporáneas es necesario “medir el grado y la calidad de la información con que los ciudadanos toman decisiones en el ámbito público. De la información con la que cuentan los ciudadanos se deriva su voto, incluso la aceptación o el rechazo de una política pública”.