A dos semanas de concluida la Feria Nacional de San Marcos, y una del inicio de las campañas electorales en el estado, todo pareciera indicar que nos hemos encontrado con un domingo ordinario, que cuenta con pocos elementos para convertirse en algo extraordinario.
Todo comenzó un sábado en el que se realizaron diversas actividades de esparcimiento, mismos que pueden hacer que el fin de semana haya sido un tanto más relevante. Cuestiones como el evento del Día del Servidor Público, en que se festejó a los empleados de este sector. Fue una celebración realizada en la Isla San Marcos, amenizada con algunos artistas, así como un evento de motociclismo en el Estadio Victoria podría pensarse fue parte de la influencia del fin de semana.
En contraparte a ello, llegó el domingo, un día que la mayoría de la población aprovecha y destina para el descanso y para asimilar que comenzará una nueva semana. Los domingos de un poblador de la ciudad de Aguascalientes transcurren de manera ordinaria, pudimos constatar que como buena ciudad con alto grado de religiosidad, las iglesias son uno de los recintos más visitados en el día, es una tradición y parte de la educación de los aguascalentenses, o al menos de la mayoría de éstos.
Su día comienza levantándose un poco tarde, ya que muchos laboran el sábado. Una vez levantados, se dirigen a realizar el correspondiente desayuno, para lo cual no puede faltar asistir a los famosos menudos del centro de la ciudad, sobre todo si se fueron a festejar el Día del Servidor Público.
La mañana continúa, en la que la gente asiste, como ya dijimos, a las iglesias, y luego busca un rato de libre esparcimiento, el cual se ha visto un poco minado por las altas temperaturas que se han registrado. Los parques y jardines son un lugar obligado de visitar, como el parque Rodolfo Landeros Gallegos, donde los visitantes buscan una fresca sombra para disfrutar de un delicioso picnic. Los menos deciden visitar restaurantes al norte o sur de la ciudad y convivir en familia, visitar cines y centros comerciales para realizar compras diversas.
La tarde llega, y luego de haber tomado los “sagrados alimentos”, así como haber realizado otras actividades ya mencionadas, el aguascalentense promedio, como todo buen aficionado al futbol, se instala frente al televisor para deleitarse con la final de la Liga Mx, torneo del futbol mexicano donde el Cruz Azul se disputó con el América un campeonato más. No faltan las “caguamas” y la botana. ¿Qué pasa después?, nada más y nada menos que disponerse a seguir con el festejo del triunfador, si es que de verdad se es aficionado del club.
Otros en cambio aprovechan la mañana-tarde para asistir al Óvalo Aguascalientes a presenciar la carrera NASCAR, en su sexta edición, con una afluencia de más del 60 por ciento al graderío, aguantando el sol y mirando cómo los automóviles alcanzan altas velocidades, arriba de los 200 kilómetros por hora.
Finalmente, preparar a los “chamacos” para que terminen sus tareas, se bañen, cenen y se vayan a dormir, porque es lunes y la escuela los espera. El padre y la madre se disponen a descansar y esperar que llegue ese pesado inicio de semana que les espera, confiando en la bendición de “diosito o la virgencita”.
Ésa fue la crónica de un domingo ordinario, así es como concluye un día más y un fin de semana obligado para un aguascalentense ordinario. El usual poblador de la ciudad se despreocupa del entorno y se ocupa en su descanso, merecido o inmerecido, pero necesario.
Increíble que le denominen a esta mamarrachada de texto ‘crónica’. Cuando empezó este periódico sí sabían hacerlas, pero ahora ya hasta confunden los géneros. Lamentable.