Tras el banderazo de arranque para los grandes blockbusters del año que sin duda representó el estreno de Iron Man 3, continúan llegando a nuestras salas de cine las cintas más esperadas del 2013, claro que lo hacen a cuentagotas, lo que está bien pues eso nos permite dedicarle toda nuestra atención a la película en cuestión cada semana.
Ahora fue el turno fue para En la oscuridad la nueva entrega de la franquicia de Star Trek, y permítanme asegurarles que este filme llenará las expectativas de todos, tanto de los fans de hueso colorado de la saga interestelar, como del público que asista sólo buscando un buen rato. Aunque quizás sea buen momento para decirles que probablemente no resultará atractiva para los más pequeños de la casa, además de que está catalogada con la clasificación B.
Siendo ésta, una película de ciencia ficción/acción, no podía tener mejor director que J.J. Abrams, quien es un genio en este tipo de géneros. Su nombre es garantía -en cine y televisión- de una historia bien hecha, bien contada y perfectamente producida. No por nada le confiaron la continuación de la franquicia de Star Wars.
Hace cuatro años, cuando Abrams hizo SU primer cinta de Star Trek, reviviendo una franquicia que inició en los 60 en televisión y que continuó por décadas -a veces con paso fuerte y otras tambaleante-, tanto en la pantalla chica como en la grande, y que cuenta con un fuerte grupo de seguidores, no muy receptivos a que se cambie la trama original, logró lo impensable, hacer de la entrega número 11 —para el cine— de la saga una cinta en sí misma que podía verla y entenderla todo el que asistiera al cine.
Ahora, como les comentaba, lo hizo de nuevo, aunque En la oscuridad tiene muchas más referencias a la historia de la franquicia, por lo que quienes no somos grandes conocedores de ésta podemos disfrutarla igual que los versados en el tema. ¡Y vaya que hay cosas para disfrutar! Utilizando toda la tecnología de punta para crear efectos especiales, imágenes computarizadas, CG, CGIs, así como novedosas técnicas de edición, Abrams logra situarnos en el futuro, en el tiempo de la Flota Estelar, el presente del Capitán Kirk, Spock y el Enterprise y lo hace de una manera brillante pues toda esa tecnología y efectos no avasallan la cinta, no son lo más importante de ésta, sino que le dan fondo y estructura, es decir, sirven para hacernos sentir que estamos en ese futuro, para hacérnoslo real, para que creamos posible todo lo que ahí pasa.
Nuestra historia comienza poco tiempo después de que se conformó la tripulación del USS Enterprise: los encontramos en una de sus misiones de reconocimiento en el planeta Nibiru, en donde el Capitán Kirk, una vez más, desobedece la Primera Directiva de la Flota Estelar (no interferir con las civilizaciones que encuentran en sus viajes) para salvar a Spock. Esta violación genera una nueva discusión tanto con Spock como con sus superiores y trae como consecuencia la pérdida de su rango y, lo más importante, de su nave.
Aunque el castigo resulta ser de corta duración, pues la intervención de un nuevo villano, obliga al Almirante Marcus, mandamás de la Flota Estelar, a devolverle el Enterprise a Kirk, junto con toda su tripulación (excepto Scotty), 72 torpedos prototipo, una nueva científica y un plan de vuelo que lo llevará al corazón del territorio Klingon.
Finalmente nos toca ver a los Klingon, en una estupenda escena de acción, en la que una vez más todos esos gadgets tecnológicos para crear imágenes y efectos añaden valor a la escena, sin tomarla por asalto.
Como resultado de esa lucha, conocemos al villano Khan, un humano genéticamente alterado para ser un súper hombre cuya historia plantea una nueva situación al Capitán: ¿Quiénes son los buenos y quiénes los villanos? ¿Será que tendrán que aliarse con Khan en contra de la Flota Estelar?
Como conocedora, de forma superficial de esta franquicia, lo que más me gustó —aparte de que es espectacularmente atractiva a nivel visual— es que no se perdió la esencia de los personajes originales, los que conocemos pero que están en el futuro al ser esto una precuela. Los conocemos en su sentir, en su pensar y, con ello, entendemos su actuar. Creo que en la serie de televisión nunca había escuchado hablar tanto a Sotty, Chekov, Sulu y a Uhura, pero lo más importante es que en este filme podemos entender por qué son tan importantes para el Enterprise y para su Capitán. La película es mucho más que explosiones y batallas: tiene corazón.
Productor: J. J. Abrams, Bryan Burk, Damon Lindelof, Alex Kurtzman y Roberto Orci; director: J. J. Abrams; guión: Roberto Orci, Alex Kurtzman y Damon Lindelof basadis en Star Trek de Gene Roddenberry; fotografìa: Daniel Mindel; Edición: Maryann Brandon y Mary Jo Markey; música: Michael Giacchino; elenco: John Cho, Benedict Cumberbatch, Alice Eve, Bruce Greenwood, Simon Pegg, Chris Pine, Zachary Quinto, Zoe Saldana, Karl Urban, Peter Weller y Anton Yelchin