A causa del fenómeno de la violencia causada por las actividades del crimen organizado en todas sus formas como el tráfico de drogas, de seres humanos y el lavado de dinero entre otros, las autoridades locales han sido rebasadas obligando a las autoridades federales a auxiliarlos, y tanto la Policía Federal, el Ejército Nacional y la Armada de México a combatir a los delincuentes y hacer el papel de las policías tanto locales como estatales.
Por otro lado también en las carreteras los criminales transportan tanto droga, dinero y lo peor de todo, este asunto es sobre las personas que por su necesidad caen en sus garras. Al reaccionar las autoridades ante este problema, tanto estatales y federales comenzaron a buscar tecnologías de avanzada que pudieran auxiliar y agilizar la revisión de unidades terrestres, aéreas y marítimas de una manera efectiva y que no se trastocara la circulación tanto vehicular y de personas, así las cosas encontraron que una compañía británica llamada Global Technical LTD había desarrollado un aparato que detecta a 700 metros a la redonda en tierra firme, 800 en agua, 60 bajo tierra y cuatro kilómetros hacia arriba todos los elementos antes mencionados.
Con esto se pensó en adquirir dicho aparato que según información publicada costaba alrededor de medio millón de pesos cada unidad, este aparato está denominado GT200, el cual a decir de la compañía aparte de su capacidad de detección es fácil de usar pues se puede accionar con una sola mano y consiste en una antena conectada a un mango o sostén de plástico y en este mango un contenedor en el que se insertan tarjetas de acuerdo a lo que se está buscando.
Se dijo que dicho aparato no necesita pilas o alguna fuente alterna de energía pues funciona con la electricidad estática o sea la que se encuentra en el cuerpo de la persona que maneja dicho dispositivo y dijeron que funciona al introducir la tarjeta correspondiente a lo que se busca y ésta señala la dirección donde se encuentra la substancia u objeto, según la página del distribuidor en México “este sistema programable de detección molecular funciona a través de la resonancia molecular de la sustancia; una vez identificada, localiza su ubicación, utiliza la energía del cuerpo humano para su funcionamiento, por lo tanto no requiere ningún tipo de consumibles-baterías”.
Las autoridades Mexicanas compraron se dice miles de aparatos y los pusieron a funcionar en diferentes lugares del territorio nacional y según se dijo gracias a ellos se logró detectar una cantidad muy importante tanto de drogas como armas y dinero contrabandeado, inclusive se habló de personas encontradas en camiones dedicados a la trata de personas que explotan a los migrantes y fueron muchas las personas detenidas gracias a este dispositivo, hasta ahí todo iba bien, pero como tarde que temprano sale a la luz lo mal hecho la historia dio un vuelco sensacional y ésta es:
En enero de 2010 una investigación periodística sometió a un examen científico dicho aparato y descubrió que era un fraude que sólo es una antena con un mango de plástico con lo cual se avisó a todos los países que lo habían adquirido y éstos fueron México y Tailandia los principales compradores, al recibirse esta información se pidió a dos Universidades Mexicanas que hicieran una investigación de este aparato, una fue la Autónoma de México y otra la del Estado de Morelos y llegaron a la misma conclusión, ahora descubierto el fraude las preguntas son las siguientes: quién o quiénes fueron los que adquirieron estos aparatos fraudulentos y qué tipo de pruebas les realizaron, qué va a pasar con las personas que fueron detenidas pues al descubrirse esto son detenciones arbitrarias y como consecuencia se violaron los derechos humanos de estas personas.
Cuántas personas perdieron la vida en acciones derivadas de información de dicho aparato y que fueron señaladas de manera errónea o cuántas extorsiones se dieron para que dicho aparato no señalara falsamente a alguien, esto desde mi punto de vista es gravísimo, y no se ha dado a conocer toda esta historia y qué se va a hacer con los afectados y sus familias.
Según datos revelados la Sedena invirtió en 742 aparatos fallidos, 21 millones de dólares, y la Comisión Nacional de Derechos Humanos reporta que recibió más de 3 mil denuncias de personas afectadas por dicha “tecnología”, pues estimados lectores esto sólo es un botón de muestra de los daños que un fraude puede ocasionar a una sociedad.