Lamentable que se vote por “el menos peor” y no por el mejor de los presidenciables
Convocan al voto razonado y a pelear por reducción de costos en la educación pública
Un grupo de ciudadanos libres y apartidistas -como se autoproclamó- mostró en Plaza Patria su postura de cara al 1 de julio. Destacó el llamado al voto razonado y a un mayor interés de a sociedad en temas políticos pues, según los antiguos griegos, quien optaba por separarse de tan importante renglón bien podía ser considerado como un “idiota”.
También se precisó la importancia de votar por algún candidato a la Presidencia de la República, independientemente de su nombre o partido de pertenencia.
Dada la frecuente falta de relación entre los mexicanos y la vida de los partidos, se anotó una frase de Nicolás Maquiavelo: “Cada pueblo tiene el gobierno que merece”.
Uno de los ponentes consideró que en torno a la actual contienda electoral no se votará por el mejor, sino por “el menos peor”. Tildó de “muy lamentable” tal situación.
“Cada uno de nosotros tendrá a su favorito, pero no precisamente el que mejores propuestas tiene, muchos de nosotros ni siquiera conocemos las propuestas de nuestros candidatos. Ese favorito con base a quien menos gordo me cae, o al que más guapo es”.
El participante en turno, pues el micrófono quedó abierto a la comunidad, consideró que sin la exigencia de la ciudadanía ninguno de los aspirantes a cargos de elección popular practicará un trabajo en regla.
“En la medida que seamos más participativos es la medida en que ellos se van a sentir más comprometidos”.
Por su parte, la socióloga Refugio Martínez reparó en el tema educativo para referir que “llegue quien llegue al poder”, a nivel nacional sólo el 30 por ciento de los solicitantes de educación superior logran hacerse de un sitio en las universidades públicas, mientras que en países como Chile o Argentina este porcentaje se ve doblado.
Asimismo, comentó, se debe luchar por la reducción de los cobros en colegiaturas, toda vez que en escuelas privadas dichos desembolsos ascienden a varios miles de pesos, cuando la Universidad Nacional Autónoma de México demanda de algunos sus estudiantes 20 centavos anuales por concepto de inscripción, 25 centavos por credencialización y 20 más por seguro médico.