Cartita a San Valentín / Vale al Paraíso - LJA Aguascalientes
16/11/2024

 

El 14 de febrero del año 270 ejecutaron al médico Valentino, por no renunciar al cristianismo y haber casado en secreto a las parejas, después de que el matrimonio fue prohibido por el emperador romano Claudio I.

La fiesta del mártir se festejó desde el 498 hasta 1969, año en que la Iglesia Católica decidió eliminarla del calendario litúrgico tradicional.

La desafortunada decisión no hizo mella en la fe de las damitas que imploran su generosa intervención para resolverles algunos problemillas, muy propios de la interminable cadena de insatisfacciones femeninas que atormentan su diario vivir.

De la cibernética Mar, asidua lectora de “Vale al Paraíso” cuando se publicaba en Milenio Estado de México, son las peticiones, casi todas imposibles de cumplir:

Querido San Valentín,

Estarás extrañado de que te escriba para estos menesteres, pero el Niño Dios no tuvo tiempo para atenderme y los Reyes Magos ni me pelaron.  

En esta ocasión no tengo la menor intención de ser humilde, pensar en los demás y tener caridad. Voy a pedir sin medida, pues ya estoy hasta la madre de ser cautelosa en mis solicitudes y recibir miserias. Va mi lista y te aseguro que miles de mujeres como yo pedirán lo mismo, así es que puedes hacer producción al mayoreo:

Deseo tarjetas de crédito sin límites y que  exista un código especial para cuando la presente en la caja de la tienda departamental, siempre pase.


Quiero un verdadero hombre, pero en serio mi adorado Valentincito, no me traigas imitaciones, ¡Di NO a la piratería!

Quiero un pivote en el ombligo que, al ponerme un poco llenita, automáticamente me desinfle las “llantitas”.

¡No quiero volver a depilarme! Porfa pon de moda los vellos en las piernas, axilas, bigote, área de bikini y demás, o me los quitas todos de una vez.

Mi marido, pareja, novio u lo que sea, tiene que adivinar lo que deseo que diga y haga; que sepa lo que me pasa; y lo que quiero que me regale todos los días, incluidos los domingos y días festivos. También anhelo que sea capaz de imaginarse cómo pretendo que se comporte con mi familia, cuando  estoy sensible o no lo quiero admirar ni en pintura al óleo.

Un regalo ideal sería que el embarazo concluyera en siete días y no doliera. El ciclo menstrual te doy chance que dure dos horas. Me gustaría tener un botón en la mano para ser fértil sólo en el momento decidido por mí y propicio para mí, además, que la ropa sufra de metamorfosis, según la temporada: las playeras se vuelvan abrigos, los pantalones de lana en bermudas y así por el estilo.

Si mi hombre se atreve a andar de pretendiente chistosito, pretendido cabrón o está mintiendo, insértale un chip para que se le encienda la nariz como al payaso del circo.

Si se le ocurre ser infiel, haz que no pueda tener una erección en el tiempo que yo decida —quizás no me conviene mucho—, también, que se le caiga el “asuntito” a pedacitos, bueno, esto último mejor no.  

Pompas, bubis, piernas, todo con bombilla inflable, según la ocasión. Las chaparreras desaparécelas con un pellizco suavecito. Y ojalá las abdominales las pueda comprar ya hechas y para llevar.

¡Ay!… Gracias, muchísimas gracias, precioso San Valentín, espero no te sea muy gravosa mi larga lista.

Con cariño,

Una mujer como todas.

Porque alguien tiene que escribirlo: Imbuidos por el Día del Amor y la Amistad, el PAN hace a un lado principio y doctrina, y limosnea la firma de los esponsales con el PRD, en tóxica unión.

Golpeados por el desprestigio y la división, ambos partidos acuden desesperados al supermercado electoral. Quieren comprar la levadura para esponjar la masa del pan y sustituir al sol amarillo —apagado desde la salida de AMLO— por el horno de microondas.

Después de este explicable exabrupto, sólo queda esperar el matrimonio colectivo de las águilas defeñas con las chivas tapatías, a celebrarse en el próximo clásico del futbol mexicano.

Coda: Lo confirmaron en enero. Febrero les gustó pa’ que se largara. Salió por la puerta de atrás. Se fue después de haber trastornado a su partido en Aguascalientes: Jesús María Rodríguez Hernández será recordado como el peor delegado que haya mandado el CEN del PRI a estas tierras, desde 1929 a la fecha.

Lo sustituye Mario Vargas Aguiar. El nuevo heraldo del tricolor llega con los mejores augurios. “Es un político serio, maduro, experimentado, profesional”, describe su buen amigo Fernando Palomino Topete, quien lo conoce desde hace varias décadas, porque fueron compañeros senadores en las legislaturas que lideró el queretano Fernando Ortiz Arana, de 1994 a 2000.

En difícil transitar, Vargas Aguiar deberá sofocar el fuego amigo, amalgamar a las principales expresiones de su partido y posicionar al PRI rumbo a la victoria, porque la coalición opositora PAN-PRD-Panal va viento en popa; el ex gobernador panista Felipe González aspira, suspira y trabaja para hacerse de la candidatura a la Presidencia Municipal de la capital; y Lula Reynoso Femat, hermana del ex gobernador panista LARF, está decidida a jugársela como candidata a diputada local.

El tiempo dirá si los trascendidos fueron simples fintas o meros amagues para calentar el ambiente, o se convirtieron en proyectos de carne y hueso.

Pero por lo pronto, Vale al Paraíso recordar que en política, la “unidad” no es una palabra de seis letras, sino la suma de acuerdos de gran calado.

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