Mantapsan, Corea del Norte. 12 de febrero de 2013. Los sismógrafos de los países vecinos del llamado “Reino Ermita” comienzan a oscilar desenfrenadamente, como manecillas de reloj bajo los efectos del viagra. Horas después, el gobierno norcoreano reconoce que ha realizado una prueba utilizando un aparato nuclear en miniatura con un gran poder explosivo.
Ese mismo día, el ministerio de Defensa de Corea del Sur indica que el impacto ha sido de 7 kilotones -1 kilotón equivale a mil toneladas de TNT-. Por su parte, el Instituto Federal de Geociencias y Recursos Naturales de Alemania estima el estallido en 40 kilotones. Finalmente, el Ejército ruso dice que la explosión sobrepasó los 7 kilotones.
El presente artículo pretende explicar al amable lector el génesis del programa atómico de Corea septentrional, la continua tensión entre las dos Coreas y cómo esto podría hacer del país asiático una especie de Nuclear-Mart.
En 1990, comenzó el programa nuclear norcoreano cuando Pakistán vendió la tecnología centrífuga a cambio de recibir asesoramiento en cuestiones de misiles. Posteriormente, en 1993 la información para lograr el enriquecimiento de uranio fue entregada al entonces líder norcoreano, Kim Il-Sung –esta información fue corroborada en 2011 por Abdul Qadir Khan, el padre de la bomba atómica pakistaní-.
Corea del Norte expulsó a los inspectores de la Agencia Internacional de Energía Atómica en 1994. Esta provocación motivó al entonces mandatario estadounidense, Bill Clinton, a enviar miles de soldados a la península coreana para una posible guerra contra los díscolos coreanos boreales. Sin embargo, gracias a la mediación del ex presidente Jimmy Carter, se logró que el régimen norcoreano accediera a congelar y luego desmantelar su programa atómico. Todo ello a cambio de recibir petróleo, la construcción de dos reactores de agua ligera y eventuales relaciones diplomáticas.
Los norcoreanos recibieron un aliciente extra para continuar con su programa nuclear cuando el 29 de enero de 2002 George W. Bush, el Texano Tóxico, describió, en su discurso del “Eje del Mal”, a su país como “un régimen armado con misiles y armas de destrucción masiva, que hambrea a sus ciudadanos”.
Posteriormente, en octubre de 2006 y mayo de 2009, Corea del Norte llevó a cabo ensayos nucleares. Esto a pesar de haber destruido la torre de enfriamiento del reactor nuclear de Yongbyon y entregar documentos clasificados a su archirrival, los Estados Unidos de América.
El primer indicio de que Corea del Norte se estaba convirtiendo en una “tienda de conveniencia” en cuestiones nucleares salió a la luz pública en 2007, cuando la aviación israelí destruyó una instalación secreta en Siria, la cual había sido construida con la asesoría de técnicos norcoreanos. Además, se supo que el país asiático había vendido tecnología en misiles a Irán.
Siguiendo con sus provocaciones en noviembre de 2010, el ejército norcoreano lanzó una mortífera salva de artillería contra la isla surcoreana de Yeonpyeong. El incidente en cuestión llevó a las dos naciones al borde de la guerra.
Para presionar todavía más a los Estados Unidos, Corea del Sur y Japón, el régimen del líder norcoreano, Kim Jong-un, lanzó un misil de prueba, Taepodong 2, sobre el mar Amarillo a finales de diciembre de 2012 –ver La Jornada Aguascalientes 26/12/12-. El aparato balístico tiene la capacidad de golpear las bases estadounidenses en Guam, Hawái y Alaska.
Como respuesta, Corea del Sur y los Estados Unidos llevaron a cabo maniobras navales en enero de 2013, en las cuales simularon el lanzamiento de un ataque nuclear contra Corea del Norte. Los ejercicios náuticos causaron la tercera prueba nuclear norcoreana.
Agregándole más leña al fuego, el día de hoy, 19 de febrero, Corea del Norte amenazó brutalmente a Corea del Sur, durante un debate en la Conferencia de Desarme de las Naciones Unidas acaecida en Ginebra, Suiza. El plenipotenciario norcoreano, Jon Yong Ryong, dijo: “un cachorro recién nacido desconoce el temor a un tigre. El comportamiento errático de Corea del Sur sólo pronostica su destrucción final” (Reuters 19/02/2013).
Tal declaración dejó atónitos a los embajadores de Alemania, España, Francia y Gran Bretaña.
Finalmente, los acontecimientos arriba narrados hacen pensar al escribano que el verdadero mensaje del reciente ensayo nuclear norcoreano es que, debido a su tamaño en miniatura, las armas atómicas norcoreanas están en venta. Algo en verdad peligroso
Aide-Mémoire.- El escribano y el CAEEI felicitan al Ejército Mexicano, la Gran Fuerza de México, por su centenario.
Colegio Aguascalentense de Estudios Estratégicos Internacionales, A.C.