Hoy cedo el espacio a la denuncia. Me escribe una lectora “comprometida” con Vale al Paraíso. Ella es licenciada en mercadotecnia por la Universidad Autónoma de Aguascalientes, maestra en educación por la Universidad Interamericana para el Desarrollo, investigadora-DEA por la Universidad de Sevilla, España, y lamentablemente, el personaje central de la historia vivida en la tierra donde el poeta Pablo Neruda escribió “los versos más tristes” aquella noche.
Del protocolo mal entendido a la histeria bien sembrada, de terror al horror, de los maltratos a las bajezas, de Norma Patricia Ramírez Reyes para ustedes:
Soy mexicana. Actualmente con el grado de investigadora y candidata a doctor por la Universidad de Sevilla en el Programa de Didáctica y Organización de Instituciones Educativas.
Radico en Aguascalientes con mi familia. Vivo de forma comprometida y responsable hacia ellos y hacia mi comunidad, generando empleos e infraestructura productiva.
El día 31 de enero me encontraba en Santiago de Chile, el motivo de mi viaje fue para presentar mi Tesina del doctorado en el que me encuentro inscrita, este programa en particular tiene un Convenio con la Universidad Autónoma de Chile, se establece que la defensa de la tesina se realiza en dicha sede.
A las 12:30 pm me encontraba en la sala 11 esperando abordar el avión que me traería a mi querido México. La policía del aeropuerto de SCH solicita a Aeroméxico que me voceen.
Al escuchar mi nombre y la solicitud de que me presente en el mostrador de abordaje, inmediatamente lo hice. Al llegar ahí me estaba esperando un policía alto que se acredita como tal y muestra su placa. Me preguntó de forma insistente que sí soy Norma Patricia Ramírez Reyes. Yo insistí que si. Me pidió que le mostrara mi pasaporte y el pase de abordar. Lo hice y pregunté que si había algún problema y él me respondió que era un procedimiento de rutina y que yo había salido al azar para hacer dicha revisión. Y comenzó a cuestionarme respecto a todos los pormenores de mi viaje. Sin embargo, cada respuesta que yo le daba, él la repetía con tono incrédulo. Mencionó que era necesario revisar todas mis cosas que por favor lo acompañara y lo hice.
Caminando al lugar de la revisión se presentó: “Soy de la policía antinarcóticos; en México producen drogas, luego las distribuyen a todos los países. Yo necesito saber si tú viniste a eso a Chile, por eso voy a revisar todas tus cosas”. Tomó su celular, marcó algún número y preguntó ‘¿cuál es el tema aquí?’ y le respondieron ‘un reporte de mariguana’”. Mi reacción fue un shock, miedo, confusión, sin embargo me controlé.
Entramos a la oficina y comenzó el interrogatorio y la revisión de mis cosas: …“¿A ver, qué grupo compite con los zetas?”- No lo sé-. Y él continuó: “Tú lo sabes. ¿Dime por qué matan gente y la echan a una olla?” -Le dije que no lo sabía-. “¿No sabes? Está lleno de zetas en un pueblo que colinda con Texas, dime cómo se llama, tú lo tienes que saber. Ahí hay mucho tráfico de drogas. En Aguascalientes venden drogas, ¿no? Ahí la gente consume drogas. ¿Cuál droga se vende más? ¿Cuáles drogas venden? lo tienes que saber”. Yo no sé -respondí-.
Siempre me sentí amenazada, presionada, insultada, jamás escuchó mis respuestas. Lo que realmente quería era encontrar algo que me incriminara.
Luego de revisar hasta el último hueco de mi maleta y mis bolsas, el policía trajo una hoja para que la firmara, diciendo en tono prepotente: “Fírmala ya te puedes ir”.
Gracias a Dios ya llegué a mi país, a mi casa y puedo abrazar a mis hijas.
Siento tristeza, dolor, coraje, confusión. México es un país grandioso y su gente lo somos también. Luchamos, trabajamos, educamos a nuestros niños y jóvenes porque tenemos fe, certeza y esperanza en el futuro.
Salimos a otros países por los mismos motivos: trabajo, comercio lícito, descanso, estudio. No para hacer daño, no a delinquir.
Las medidas de seguridad en el aeropuerto de Santiago de Chile necesitan ser revisadas y a aquellos ciudadanos que tenemos razones legítimas para viajar que se nos dé un trato digno y cálido como el que nosotros ofrecemos a extranjeros.
La denuncia de la maestra Norma Patricia Ramírez Reyes, bien vale la intervención del Gobierno de Aguascalientes ante la Embajada de Chile en México, porque la entidad no se distingue por su “tráfico de drogas”, como perversamente afirma la policía chilena, ¿no cree usted?
Porque alguien tiene que escribirlo: Será en el 2014, 18 o 20, quizá en el siglo XXII, cuando Necaxa regrese a la primera división del futbol mexicano, porque la mediocridad mostrada, desde su llegada a esta ciudad capital, es parte importante de su capital deportivo.
Los de pantalón largo y corto —propietarios, directivos, jugadores y cuerpo técnico— nunca han respondido al apoyo brindado por los contribuyentes aguascalentenses que les edificaron el hermoso estadio sobre los escombros del viejo estadio municipal y les regalaron el terreno para la construcción de la espléndida casa club en las administraciones de los panistas Luis Armando Reynoso y Martín Orozco Sandoval, respectivamente, que dispusieron del patrimonio de usted para tirarlo a la basura.
Con razón, propósito de la educación familiar, el padre de un estimado amigo suele decir que “a los hijos hay que tenerlos con un poco de hambre y un poco de frío”.
Ánimo mis sayos, perdón, mi rayos necaxistas.