Dimisión se debe al deterioro de su fortaleza no a una enfermedad, dijo el portavoz Federico Lombardi.
Reuters y Dpa
Roma. El Papa Benedicto XVI no tiene una enfermedad en particular y su decisión de renunciar fue tomada sin presiones, dijo el lunes el portavoz del Vaticano, tras el sorprendente anuncio de que el Sumo Pontífice dimitirá a fin de mes.
El padre Federico Lombardi dijo que la decisión del Papa, de 85 años, no estaba relacionada con una enfermedad, sino con el progresivo deterioro de su fortaleza, que es normal en una persona de su edad.
“En los últimos meses, ha visto un declive en el vigor, tanto de su cuerpo como de su espíritu”, dijo Lombardi a periodistas. “Fue una decisión personal tomada en plena libertad, que merece el máximo respeto”, agregó.
Dijo que el nuevo Papa será elegido en cónclave a más tardar para Pascua. “En Pascua deberíamos tener un nuevo Papa, esa es la previsión que podemos hacer ahora”, señaló citado por medios italianos.
Benedicto XVI se mudará a un monasterio dentro del Vaticano. Antes de que pueda mudarse allí deberán realizarse sin embargo algunas reformas. Allí, Joseph Ratzinger llevará una vida de retiro y meditación.
Durante el período de transición vivirá en Castel Gandolfo, cerca de Roma, la residencia de verano de los pontífices, agregó Lombardi.
Con el fin del pontificado de Benedicto XVI, el 28 de febrero a las 20:00 horas comienza la “sede vacante”. El cónclave que debe elegir a un nuevo papa será convocado en marzo.