- Desastroso que el partido volviera a perder el poder producto de la incompetencia
- Hay que ser conscientes de que la ciudadanía concedió una segunda oportunidad
Los asesinatos del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo y los políticos Luis Donaldo Colosio Murrieta y José Francisco Ruiz Massieu, además de la crisis financiera de 1995 y de las 210 vidas que cobró en 1992 el estallido de un oleoducto en Guadalajara son sólo algunos de los aspectos que desalojaron al PRI del poder nacional y local, dijo en retrospectiva José Ríos Alba, vicecoordinador de la Comisión Estatal rumbo a la XXI Asamblea Nacional Ordinaria del propio organismo.
“Todas nuestras acciones tienen repercusiones, cuando un partido político como es el Revolucionario Institucional había llevado la batuta en el crecimiento del estado… cuando después perdió el piso, cuando llegamos a la confianza extrema, cuando aceptamos corrupción interna en el partido y en los puestos de función pública… vino un desánimo de la población y entonces perdimos, no supimos mantener el poder”.
En entrevista con La Jornada Aguascalientes, el también diputado local aseveró que los conflictos políticos de carácter nacional invariablemente tienen repercusiones en las entidades.
“Nunca hay una sola causa, esto fue multifactorial, pero los priístas también fuimos responsables por aceptar y generar este tipo de situaciones, y en ese desánimo perdimos la gubernatura, las presidencias municipales, la mayoría en Congreso del Estado y entonces entramos en 12 años de ostracismo” con la llegada de Acción Nacional.
A lo largo de estos dos sexenios, dijo Ríos, Aguascalientes perdió peldaños en materia de empleo, desarrollo económico y educación.
-¿Cree que el PRI ya sea consciente de la historia?
-El PRI debe ser consciente. Somos conscientes y deberíamos ser más conscientes de que la población nos prestó otra vez la oportunidad de tomar el rumbo del estado. Hay que darle buenos resultados, la gente ansía que sus proyectos de vida no sean truncados por situaciones ajenas a ellos. las puertas de los comicios locales del 7 de julio Ríos reconoció que el partido fue responsable por el bajón de desarrollo en la entidad.
La titularidad del Estado, anotó, se debe conservar con base en una estrategia distinta.
“Lo debemos mantener con honestidad, con capacidad y con transparencia. Ya no se vale con discursos, con campañas mercadotécnicas porque ya la población aprendió el valor de la alternancia y el valor de su voluntad”.
Así, dijo que aunque la alternancia debe prevalecer como un derecho de la ciudadanía, “sería desastroso” que el Revolucionario Institucional saliera del poder debido a la incapacidad o la incompetencia.
Destacó por último José Ríos Alba que si bien al momento “hay mucho que hacer”, los programas de gobierno en la entidad han sido calificados satisfactoriamente por la población.
Foto: Roberto Guerra