- IFE prácticamente legalizó el descontrol en el ingreso de dinero a las campañas: Gilberto Carlos
- Opacidad en el manejo de recursos es la principal traba democrática para el país
Con la decisión de no sancionar al Revolucionario Institucional por la presunta triangulación de recursos millonarios a través de las tarjetas Monex, consideró el diputado local Gilberto Carlos Ornelas, el Instituto Federal Electoral (IFE) podría desatar una ola de actos fuera de la ley en los 14 estados que verán comicios dentro de un par de meses.
“Sería un grave peligro que al alentar ese tipo de procedimientos en los 14 procesos de este año empiece a surgir el empleo de Monex y otro tipo de tarjetas de prepago para distribuir prebendas y coaccionar [el voto]. Eso pervierte de entrada los procesos electorales porque es una puerta tremenda para los grupos fácticos que manejan el dinero”.
En entrevista con este diario el perredista enfatizó que el fallo del árbitro comicial “va en detrimento de todo el sistema democrático porque hoy por hoy el principal riesgo de la democracia mexicana es el no tener control sobre las fuentes de financiamiento. Es el principal riesgo con candidaturas independientes o con partidos políticos”.
Al dejar impune un caso para cuyo castigo se contaba con evidencias “bastante sólidas”, añadió, el IFE “prácticamente está legalizando el descontrol en el ingreso de dinero a las campañas”.
Después de su racha a favor de la ciudadanía, añadió Gilberto Carlos, el organismo cayó en una etapa en la que han predominado las “decisiones convenencieras y acomodaticias con el poder”.
En pro de recobrar la confianza del electorado, dijo, es preciso poner en práctica una renovación de dependencias y propiciar la entrada del Instituto Nacional Electoral.
Apuntó que fue la víspera de los comicios de 2006 cuando el IFE comenzó su extravío. Mencionó que en este periodo la bancada priísta llegó a imponer varios consejeros.
“Ya las resoluciones en 2006 fueron muy cuestionables, y de allí para acá ha sido también bastante cuestionable” su labor.
“Me parece –expuso por último el legislador- que fue una actitud irresponsable de parte del Consejo General del IFE, que no abona a la democracia y sí a la decadencia, al descrédito de ese organismo, porque prácticamente se han colocado el sello del PRI en sus resoluciones”.