La opacidad que existe en el financiamiento privado con el cual se cubren los gastos de un aspirante a una candidatura de elección popular, ha despertado sospechas entre los propios contendientes debido a su posible origen posiblemente ilícito. Hoy nadie puede negar que la mayor intensidad de los gastos de los aspirantes de los partidos se registran a partir del inicio del proceso en el mes de diciembre de 2012, y hasta el 15 de marzo de 2013 cuando comienzan a contar legalmente los 30 días de precampañas. Esto significa que desde el inicio del proceso electoral el 12 de diciembre de 2012 y hasta antes del 15 de marzo, legalmente no deberían de existir expresiones públicas de los aspirantes a candidatos, pero sucede todo lo contrario. Se ha reeditado el viejo juego del gato y el ratón. En tal razón, se explica la causa por la cual durante ese periodo del proceso el gasto financiero no se encuentra regulado dentro el Código Electoral. Este asunto, por su trascendencia, posiblemente debería ser incorporado a la agenda de reformas a cargo del poder legislativo local.
Debido a que el organismo electoral estatal no tiene competencia para fiscalizar el gasto que realizan los aspirantes a precandidatos, difícilmente se cuenta con alguna pista de los recursos financieros de tipo privado que se invierten para esos fines. Esa opacidad, da lugar a la presunción de la existencia de un financiamiento privado de origen ilícito. Y al no haber transparencia en el gasto de una buena parte de los procesos internos, ni autorregulación estatutaria alguna para esta Etapa del Proceso, nuestro sistema electoral contribuye al deterioro de la democracia y de la vida interna de los partidos.
Entre diciembre de 2012 a marzo de 2013, los aspirantes a cargos de elección popular padecerán de una profunda inequidad en la competencia interna. Por el momento, ningún dirigente de Partido, parece tener el mínimo interés en limitar el gasto excesivo de algunos de los aspirantes que contienden en las internas.
Durante ese largo periodo de tres meses, algunos aspirantes se endeudan gravemente en su afán de aparecer con un alto índice de reconocimiento del nombre (IRN), en los múltiples sondeos de opinión. Ellos se afanan para que los ciudadanos se graben y repitan su nombre. Así las cosas, los aspirantes inundan las calles de las ciudades con múltiples espectaculares e incontables lonas impresas con su nombre y una foto que expresa su más amable y amplia sonrisa. Los más pudientes invierten miles pesos en entrevistas de programas y noticieros de radio, televisión y prensa escrita y los más elitistas, intensifican su actividad social para que su nombre y foto aparezcan en las portadas de las mejores revistas de sociales.
Para ilustrar la presunción de la inequidad en la participación interna de los partidos, y del posible financiamiento privado de origen ilícito gastado en las internas por los aspirantes del PAN, es justo recuperar los dichos del diputado José Luis Novales Arellano, publicados en la prensa local el 19 de enero.
El diputado Novales, que parece muy afanado en construir los argumentos requeridos para justificar su salida del Partido Acción Nacional dijo: “Esto es un festín, nos estamos convirtiendo en el festín de otros partidos políticos. El PAN ha caído, de ser un partido contendiente, a uno que a lo más que aspira es a mantener su registro”. Enseguida puso en tela de duda el origen del dinero que se maneja en las campañas internas del PAN, y afirmó: “lo que hago es repetir las palabras del propio Orozco (se refiere a Martín Orozco Sandoval), él dijo que una interna vale millones y yo no los veo por ningún lado. Eso quiere decir que esos millones se van a la bolsa de alguien, o a las bolsas de muchas personas, o sea, hay dinero (sic) detrás de los resultados de las supuestas decisiones democráticas al interior del PAN, y contra eso estoy yo”. Y ante la pregunta de los reporteros de ¿en qué se lo gastan?, la respuesta de José Luis fue: “En comprar gente, creo. No me pidan que lo diga (re sic), pero no podemos decir en Aguascalientes el PAN es el partido más honesto y más democrático”.
Ahora tenemos algunos elementos que nos pueden ayudar para dimensionar el dinero que un aspirante tiene que gastar para obtener la calidad de Precandidato a Presidente Municipal en Aguascalientes, y tener posibilidad de competir en las internas de un partido político para alcanzar finalmente la candidatura. Basta con echar un vistazo al Tope de Gastos de Precampaña en el Municipio de Aguascalientes, que por acuerdo del Consejo General del IEEA, en enero de 2003 se fijó en 1 millón 888 mil 878 pesos, que corresponden al 20 por ciento del Tope de Gastos fijados para la Etapa de Campaña, y que será de 5 millones 944 mil 393.60 pesos, y que podrán gastar los partidos durante 60 días entre el 5 de mayo y el 3 de julio de 2013.
Resulta más que evidente que Martín Orozco Sandoval, al proteger la posible precandidatura de su amigo Antonio Martín del Campo, amagó a José Luis Novales de la manera más eficaz que un político puede hacerlo frente a un competidor en sus propios terrenos: “Una interna vale muchos millones y yo no los veo por ningún lado. ¿Cuánto tienes José Luis?”.
Ahora más que nunca, me parece razonable reconocer la maravillosa sabiduría de la política en México, que se encuentra resumida en una frase que hizo célebre al profesor Carlos Hank González: “Un político pobre, es un pobre político”.