El pescado en cuaresma, negocio sólo para algunos
Público muestra preferencia por elegir sus compras
La cuaresma, aparte de tener un significado religioso y cultural al ser el período que antecede a la Pascua, es una etapa donde las costumbres alimenticias sufren un cambio: la carne roja es sustituida por la blanca característica de los pescados y mariscos. Ya sea por mera creencia o simplemente por usos y costumbres, el dependiente de Tacos Medina, en el Mercado Terán, ve en desuso esta costumbre: “con los años está menos arraigada, ya no la siguen”, aunque, agrega, de cualquier manera sigue afectando su economía en tiempos de cuaresma, “vendo como un 30% menos”.
Cada año, durante este periodo, los carniceros y taqueros deben subsistir, cambiando sus ofertas. El mismo taquero cuenta que “no queda más que aguantar, nomás son 40 días” y que los días más pesados son los viernes y los días santos, “ahí mejor vendo tacos de pescado, la crisis a eso lleva”. Cuando no son estas fechas particulares resuelven traer menos carne y así acabar más temprano, en una especie de solución para contrarrestar la situación, “de todos modos vendo, pero menos”.
Si bien, el taquero no tiene grandes ventas en cuaresma, lo mismo les ocurre a los vendedores de mariscos. “El primer viernes, el jueves y viernes santos, vendo 50 veces más pero de ahí en fuera hasta es peor”, comenta un joven comerciante de cocteles, quien considera que la gente prefiere comer alimentos del mar en casa en lugar de gastar en la calle, “salvo los viernes” pero en comparación con los demás días de cuaresma “hasta vendo más un día común que el resto del año”.
En los puestos de mariscos del mercado, el platillo más solicitado por los comensales es el coctel de camarón, seguido por el campechano. En cuanto al pulpo, “ese casi no lo consume la gente, solo no, combinado sí”. Los caldos se consumen más, como es el de camarón seguido por el de pescado, “pero no se venden tanto como la coctelería”. En cuanto a mariscos preparados no ha habido gran salto de ventas año con año, “más o menos se mantiene igual”.
Los mariscos y pescados crudos, para cocinar en casa, sus precios se incrementan en un 10% antes de la cuaresma, platica el dependiente de El Huachy, quien vende en mayor proporción “el huachinango y la mojarra”, que resultan ser los filetes más caros y baratos, respectivamente. Otros productos económicos en este rubro son el pescado molido, “ese viene de la carpa”. El róbalo, menciona el comerciante, tiene mucha aceptación entre las amas de casa, no tanto así el pescado maruca.
El incremento del 10% se debe a que así lo decidieron los productos, “es la ley de la oferta y la demanda”, expresa Mario Álvarez Michaus en su función de delegado de la PROFECO, dependencia que realizará operativos “como cada año cuando se incrementa la tendencia en un giro” y que irán intensificando en la Semana Santa para evitar abusos, “pedimos claridad, que estén exhibidos los precios, no que no aumenten, así es el mercado, sino que los justifiquen”.
Las ventas del pescado crudo van decayendo en cuanto termina la Cuaresma, considera el dependiente de El Huachy, además de que agrega que “falta promoción por parte del gobierno para consumir pescado y también es por cultura de la gente a consumir carne de res”. Otro alimento que no es tan común su consumo es la “papita güera”, la cual se ofrece solamente en pocos establecimientos, en 80 pesos el kilo, según una comerciante “la papa se relaciona con la Cuaresma porque es de la temporada, se acaba la Cuaresma y ya no hay”.
La PROFECO busca que el consumidor tenga condiciones donde pueda valorar el mejor lugar para realizar sus compras, con base en precios visibles y claros, “que respeten los gramos de lo que se venda y que sus básculas tengan el holograma 2011 para kilos completos”. Álvarez Michaus señala que una regulación de precios, la cual no se efectuará, corresponde no a PROFECO sino a la Secretaría de Economía.