¡Larf. larf, larf!
Perro que ladra no muerde
Perro no come perro
Proverbios caninos
Misterios sin resolver. Por más que le damos vueltas y vueltas, no acabamos de entender las razones por las que alguien se tortura escuchando el programa de radio de José Luis Morales, sobre todo, por qué algunos choferes de la Ruta 40 atormentan a sus pasajeros sintonizándolo. Eso se preguntaba esta redacción mientras trataba de mantener las asentaderas en el incómodo asiento, cuando la voz de un espectro del pasado surgió de las bocinas del autobús, disolviendo los ¡larf, larf, larf! en los que el locutor se solazaba.
Perro que ladra no muerde, bien dice el dicho: dependiendo de quién le cuente la historia variará la versión, si usted es asiduo del programa, Luis Armando Reynoso irrumpió en la cabina de Morales. Si usted escuchó la emisión sabrá que el ex gobernador se presentó a la estación previo aviso, con cita establecida con el productor, para reclamar que lo hubieran llamado “ratero”.
Si esa es la razón por la que el ex gobernador asistió al programa, tendrá que pensar en organizar un evento masivo para atender e intentar desmentir a quienes lo señalan de esa manera, pues no son pocos los que lo acusan de haberse llevado hasta los ceniceros de las oficinas públicas.
El espectáculo lamentable del intercambio entre José Luis Morales y el ex gobernador merece nuestra atención porque el bochornoso trueque de opiniones refleja el nivel de la interlocución entre los medios y los políticos, he aquí un detalle de la conversación:
LARF: No, Yo no te pregunté eso, ni te cuestionaba, pero simplemente cualquier aseveración que se haga debe estar sustentada y debe haber instancias para demostrar cualquier situación. Yo también puedo decir lo mismo, como tú hiciste negocios, también en la administración pasada…
JLM: Me pueden decir, marihuano, me puedes decir maricón, mujeriego, cualquier cantidad y todo está centrado.
LARF: Te pregunto, ¿tú hiciste negocios en la administración pasada?
JLM: ¿Te robe algo?
LARF: Yo no te estoy diciendo ratero.
JLM: Ahí tengo facturas de todos los servicios, de todos los inmuebles, de todo lo que se pudo haber movido existe y hay un registro público, facturas, hay incluso…
LARF: Pero no por lo que te pagamos en dos predios que le vendiste al gobierno, con algunas cosas y servicios que hiciste. Yo no con eso no te estoy diciendo que tú seas ratero.
JLM: Teatros del Pueblo, conciertos, eso era lo que te iba a preguntar, ¿al que te diga ratero, qué le dices?
LARF: Que tata tata ta…
Pareciera que a eso estamos condenados, los medios de comunicación no estamos cumpliendo con ser el vehículo que permita exigir la rendición de cuentas porque no son claras las relaciones que se mantienen con los hombres del poder. Hemos acostumbrado a los ciudadanos a que los medios sean divulgadores de opiniones, no se recopilan noticias, se recogen declaraciones y, en lo general, no se confirma la información que se proporciona, de ahí que Reynoso Femat pueda evadir la acusación.
Quizá lo más grave no es la zona de confort en que estamos instalados los medios en Aguascalientes, ni la poca participación ciudadana que no exige más de los comunicadores, en la respuesta del ex gobernador hay una no tan velada amenaza de dar a conocer los negocios que se hacían con el gobierno.
Perro no come perro, es un dicho que lamentablemente sentó sus reales entre los comunicadores de Aguascalientes, y del que los políticos sacan provecho para escabullir el bulto.
Luis Armando Reynoso se despidió del programa con la promesa de volver. Ya no alcanzó a escuchar la llamada de Jorge López, dirigente panista, quien repitió el discurso aguerrido con que expulsaron al ex gobernador del partido; de nuevo escuchamos las mismas acusaciones de siempre, en esta ocasión, con la certeza de que en la tierra de la gente buena, nada va a pasar.
Los proverbios caninos antes enunciados, acerca de la nula capacidad de morder de quien mucho ladra y de la ausencia de costumbres caníbales entre chuchos, dejan esa clara sensación de que el ex gobernador no tendrá nada de qué preocuparse, ya que cuenta con varios ases bajo la manga que le permitirán silenciar a sus detractores, al grito de: si me hundes, te hundo.
Negro es el futuro de seguir igual cosas: Los partidos seguirán embrollados en sus propios intereses, sin importar otra cosa. Los medios ajenos a su compromiso social, relegado por sobrevivir económicamente y por nuestra incapacidad de vivir fuera del presupuesto de los gobiernos. Y los gobiernos en la certidumbre del que paga manda, lo que da un vale de impunidad que se extiende más allá de los años que duran en el gobierno, por su capacidad de corrupción, todo lo que tocan lo tornan cómplice.