Jorge Camarillo: inasible fotógrafo tejedor de la luz y la poesía por: Jaime Lara Arzate - LJA Aguascalientes
14/03/2025

Jorge Camarillo: inasible fotógrafo tejedor de la luz y la poesía

Cauteloso de la inmediatez y de la indiscriminada invasión de la imagen efímera y desechable impuesta por la cultura de la fatuidad del espectáculo y del desperdicio, a más de la globalizante y del hiperconsumo de la actualidad, diríamos que Jorge fue un romántico de la luz, algo así como un artista extraído del siglo decimonónico.

En la era digital, la obra de Jorge ganaba en calidad, definición y concepto desde la trinchera de una práctica fotográfica mediante procesos analógicos de los cuales fue un fiel promotor, fecundo y reconocido tanto a nivel estatal, así como nacional y allende las fronteras.

Entre tendederos de papel fotográfico, como un testimonio de su docencia y como maestro de la fotografía experimental, imprimió una huella indeleble en un sinfín de generaciones de artistas en ciernes, de niñas y niños y público en general. 

Con él, las sesiones de trabajo alcanzaban notas casi rituales, que se abrían a la magia como resultado de la aplicación de procesos químicos para la aparición de la imagen, mediante técnicas como el colodión húmedo, el heliograbado, la cianotipia o la fotografía estenopeica, entre otras. 

Imágenes que dialogaban entre sí en el laboratorio de fotografía de la Universidad de las Artes, así como del Centro Cultural Los Arquitos, pertenecientes al Instituto Cultural de Aguascalientes, que fueron su hogar laboral durante varias décadas.

El lenguaje artístico de la fotografía de Camarillo entrelaza la palabra escrita y la imagen, siendo sus piezas inminentemente poéticas, más no ilustrativas de las fuentes a las cuales se anclaban, entre ellas la producción literaria del escritor mexicano Juan Rulfo. 

Desde su punto de vista sostenía que: “La intención fundamental era trabajar con el acto poético. […] Así, más que perseguir una imagen definitiva se busca una inasible que sea propia de lo imaginario”. Prologaba Jorge, en el catálogo de la exposición Inasible Imagen: fotografía y poesía, en ocasión del 50 aniversario del Premio Bellas Artes de Poesía Aguascalientes, 1968-2018. 

Heredero de la tradición de la fotografía estenopeica, abrevó con pasión y un acusado gusto por este género, mediante el conocimiento y la práctica en ese oficio, imbuido por el maestro Carlos Jurado, quien fue uno de los artistas más destacados e imprescindible referente de este medio de expresión analógica en el país, que continúa cultivándose por todo el orbe.


Existen por ejemplo diversos estilos y temas como el paisaje, el retrato o el documental por citar algunos en el marco de la gramática visual fotosensible en México, el fotoperiodismo abarca aspectos políticos, sociales o económicos siendo su característica la información que ofrece la imagen al receptor sobre los hechos o acontecimientos.

Paralelamente a aquello, se va gestando el surgimiento de los llamados fotoartistas, que centran su atención en aspectos culturales encontrando en ello propuestas estéticas que pueden desmarcarse o no de lo anecdótico o del folclorismo, generando una estética que va de la sencillez de lo cotidiano al intimismo que lleva por sello la expresión de sentimientos y emociones como motivo central de la búsqueda artística o de la fantasía.

Es probable que, en el marco de esa mixtura, la fotografía estenopeica no se agarre solamente a lo anecdótico, “…ya que ésta no se reduce a plasmar una representación de lo que la visión ofrece”, opinaba Jorge.

La fotografía estenopeica no requiere de una lente para captar imágenes, las cámaras tan solo poseen un diminuto agujero (estenopo), del grosor de una aguja y han sido cargadas con material fotosensible, pudiendo ser estas de forma cuadrada o cilíndrica (cajas de zapatos o envases de avena), o confeccionadas mediante materiales encontrados; para tomar las fotografías con ellas, se calcula por ensayo y error el tiempo de exposición a fin de conseguir los efectos de lenguaje visual satisfactorios desde el punto de vista de quien lo experimenta.

Esta sui generis cámara por carecer de lente, de manera natural y sin trampa, deviene en capturas de imágenes de contornos difusos de los objetos, de los motivos o bien de escenas citadinas o bucólicas, por lo que parecieran ser poéticas en sí mismas, al tiempo que mágicas, pues crean ambientes de ensueño que no apelan al artificio del retoque, ni a la sofisticada tecnología esgrimida por esa industria como necesaria para expresar oníricas representaciones.   

Año con año durante el mes de abril, por su paso en la Universidad de las Artes, Jorge, celebró con la población de Aguascalientes, el Día Mundial de la Fotografía Estenopeica, evento en la que participan más de cien países, siendo su propósito la divulgación y el acercamiento al uso de cámaras oscuras en todo el orbe, mediante talleres en los que participan personas de todas las edades; jornada en la que también se imparten conferencias, además de la construcción de las cámaras y la exposición tanto física como virtual de las fotografías resultado de esa experiencia mediante una convivencia comunitaria, de divulgación de la ciencia ciudadana y de acercamiento a prácticas artísticas. 

Jorge, por siempre será un referente imprescindible en el panorama de la docencia y de la fotografía artística de Aguascalientes, cuya producción ha sido valorada a nivel nacional e internacional en opinión del más destacado fotoperiodista y promotor de la fotografía mexicana Pedro Valtierra, creador del foro impreso más relevante en la materia, la revista Cuartoscuro y la agencia de fotografía del mismo nombre.

Al respecto se lee en la revista que: “En 2018, recibió el Premio a la Trayectoria en el Concurso de Fotografía Periodística y Documental “Cuartoscuro”, reconocimiento que destacó su labor artística y su impacto en la fotografía contemporánea. También fue becario del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes y presentó su obra en diversas exposiciones dentro y fuera de México”.

Así, dibujada por la luz, la imagen y el generoso legado de Jorge Rafael Camarillo López, prevalecerá en el tiempo, en tanto gravita en nuestra memoria, la de su familia y de quienes tuvimos el privilegio de ser sus amigos y pares en el universo del arte y en la academia, cuyo magisterio ha tocado el corazón de muchas generaciones de alumnas y alumnos que ahora son artistas con la especialidad en fotografía, que comparten la esencia de una profesión que capta el espíritu de las personas, de las épocas y del devenir de la humanidad, de sus entornos y de la naturaleza.

Coda. En la Galería Universitaria de la Universidad de las Artes, se encuentra actualmente la exposición No me gusta, no le entiendo: El discernimiento en la era de los medios, muestra que dedican los expositores a la memoria del maestro Jorge Camarillo, como un reconocimiento a su legado magisterial, la cual podrá apreciarse durante todo el mes de marzo de 2025. 

Ad infinitum


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