Por Claudia Rubalcava Mendiola
Querido deportista, no deportista, si estas leyendo esto espero que te interese algo de lo que estoy escribiendo.
El deporte más retador, demandante y gratificante que he practicado en mi vida, sin duda ha sido nadar en aguas abiertas, y hoy quiero compartir algo de mi historia, esperando puedo llegar a la persona que sea y si lo encuentran inspirador, sin duda ya habrá valido la pena compartirlo.
Deportivamente hablando siempre fui una niña inquieta y bastante competitiva, siempre me exigieron un deporte y el primero que me acuerdo fue la natación, después vinieron otros que practiqué con mucho empeño, pero nada como esto.
Siempre atraída por el agua, nunca dejaba de ver la alberca y sabía que algún día regresaría a nadar y entrenar en forma, quien me conoce bien sabre que el agua para mi es como imán y que siempre tengo que meterme al mar y batallan en que me salga o al menos tengo que tocar el agua, sea donde sea.
Gracias a la pandemia es que decido regresar a retomar este deporte como mi principal actividad física y que los últimos años se ha convertido incluso en mi mejor terapia y antiestrés.
Gracias a un nado entre amigos veo que me sentí como pez en el agua y es cuando decido inscribirme a mis primeros 10kms de distancia y así sigo compitiendo a nivel internacional, para sorpresa y asombro mía, colocándome en pódiums.
Es en 2024 que decido competir en la competencia de Oceanman Cozumel ranqueado como uno de los lugares mas preciosos para practicar este deporte, pero altamente demandante debido a las corrientes y oleaje que presenta la isla. Gracias a la calificación que obtengo en esta dura competencia, oh sorpresa mía, en los siguientes días recibo una cordial invitación y quiero hacer mención, ya que jamás se me olvidara lo que decía “El esfuerzo y la pasión que le dedicaste a la natación, tiene una recompensa para ti, un lugar en el campeonato Mundial de aguas abiertas 2024 en Dubai”.
Para mi esto ha sido una de las noticias mas impactantes que he recibido, ¿cómo, yo a mi edad, a mis 41 estoy calificando a un mundial? cuando apenas tengo 3 años practicando este deporte y les soy sincera sigo medio incrédula.
Después de esto dándole vueltas si ir no ir, el trabajo gastos y demás, un buen amigo me dijo inscríbete , lo demás llega , hazlo , oportunidades como éstas en la vida, no a todos les llegan , es cuando dije si , si voy y no solo a competir si no a hacerlo lo mejor que se pueda.
Se que la meta es importante, pero el proceso lo es todo y cuando entiendes y comprendes esto, estarás en el camino correcto.
Una persona con voluntad llega mas lejos que cualquiera, por eso decidí entrenar en forma, entrenar 7 días a la semana, dieta especial, podcast, sacrificios, cualquier cosa que me ayudara a enfocarme y a mentalizarme lo que iba hacer y hacia donde quería llegar.
Ahora más que nunca sé que el ejercicio transforma, pero más que el cuerpo, cuando haces ejercicio, luchas contra todo tu cuerpo que te dice ahorita no, porque incomodas a tu cuerpo, te pones a ti mismo bajo dolor físico constante para terminar y no ver un cambio inmediato y al otro día lo mismo. El ejercicio transforma tu necesidad de inmediatez, de disciplina y la convierte en recompensa, trabaja nuestra mente y cambia nuestra vida.

Una de las enseñanzas de este bello deporte, es que a mí el mar sin duda me ha enseñado mucho para la vida cotidiana:
Fluir con la corriente, capacidad de adaptación a lo inesperado
Paciencia y constancia, las distancias no se cubren con velocidad, sino con paciencia.
Mantén el enfoque en la meta, buscar siempre el horizonte como una guía y me ayuda a no desviarme.
Tu tienes que validar si lo has hecho bien, como va el proceso, no como salió al final, el resultado no es exigible, lo que es exigible es el esfuerzo, no es cuestión de suerte es cuestión de ir.
Por eso es cuando decido ir, que no solo voy a participar, si no que quiero dejar huella y hacerlo lo mejor posible por mí, porque lo he trabajo y estoy preparada.
Hoy te digo que después de 3 años de estar nadando , soy Subcampeona mundial en esta disciplina, que enfrenté una competencia física y mentalmente retadora, con corrientes de agua fría y un oleaje inesperado a la mitad de la competencia, donde entendí que si competía contra el mar , no lo iba a lograr nunca, era mejor que tomara su ritmo y entendiera , donde me repetí contantemente que estaba lista , entrenada y preparada para esto , que lo llevo en el ADN y que es lo que mas disfruto hacer.
Al mar siempre le pido permiso, le muestro respeto y le agradezco por cada competencia en la que he participado y me ha cuidado.
No dejes que nadie te diga que no puede hacerlo, hazlo, si tienes un sueño ¡tienes que protégerlo!