La Ínsula Barataria reeditada | Opciones y decisiones por: Francisco Javier Chávez Santillán - LJA Aguascalientes
24/01/2025

Opciones y decisiones

La Ínsula Barataria reeditada

Concluidos que han sido los festejos de navidad, año nuevo y reyes, nos desperezamos de ese letargo relativo que pausa en gran medida el tráfico de lo político y ocupacional, para dar lugar al tiempo de revitalización familiar y social. Los prolegómenos del nuevo año 2025 están siendo marcados por la asunción al poder del recientemente electo presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, Donald John Trump, acompañado por una contextualización analítica desde México por los coautores Leonardo Curzio y Aníbal Gutiérrez, en su libro El Mejor País del Mundo, la sucesión de Claudia Sheinbaum, al gobierno de Andrés Manuel López Obrador; para ubicar el sitio de poder y herencia que recibe de su antecesor.

Esta dinámica prevalente en el hemisferio de Norteamérica, asombra al tiempo que reta al resto del mundo, y la razón es el tono disruptivo que comporta este sacudimiento sociopolítico sobre el bloque de la triple alianza Canadá, Estados Unidos y México, que conforman el TMEC (Tratado de Libre Comercio entre estos tres países); al que hoy el presidente número 47 de la unión americana trata de imponer una hegemonía nacionalista, proteccionista y condicionada a los intereses exclusivos del interior. 

A todas luces no se trata de generar una suerte compartida entre los tres países asociados, sino de alinear a estos con las demandas impuestas al resto del mundo: subordinarse al nuevo orden de restaurar “la grandeza de América-again”. De aquella primera concepción del TLCAN imaginada hace 38 años, en que se formaba un bloque continental de extraordinario dinamismo comercial y, por tanto, de formación intensiva de capital industrial, Canadá y México pasan a ser una especie de apéndice asociado al eje central del interés hegemónico mundial de los Estados Unidos, con pretensión de ser tributarios bilaterales -cada uno a la vez- del proceso de acumulación del Capital global bajo la hegemonía estadounidense.

El hecho de que Trump inaugure su mandato expidiendo órdenes ejecutivas que incluyen la imposición de aranceles a sus dos socios comerciales estratégicos, Canadá y México, resulta contradictorio a la letra y espíritu del famoso acuerdo trilateral del TMEC. Política de estado que se alza no tan sólo como “beligerante” hacia sus socios “nearshoring”, sino de tono y talante imperialista que impone reductivamente una supremacía del Capital central, aún por encima de su pertinencia geopolítica. 

México, en lo interno, pasa por otro proceso hegemónico equivalentemente disruptivo, también, habida cuenta de la consabida “supremacía constitucional” apropiada como patente de corso por el actual grupo en el poder de la Cuarta Transformación, a resultas de la cual disuelve el Poder Judicial existente por mandato constitucional para instituir otro de nuevo estatuto bajo elección popular. Este drástico cambio jurídico y político cae como a lomo de caballo, en una suerte de “paso de la muerte”, por el doble riesgo -interno y externo-  a que es sometido el sistema político mexicano.

Esta circunstancia que conjunta dos tipos de intervención populista, de naturaleza pura voluntarista, no tiene miramiento alguno hacia una trayectoria histórica antecedente de pactos libre y autónomamente buscados. De manera que el nuevo mandato López-obradorista, aprovecha facciosamente el viaje de la pretendida intervención norteamericana Trumpista como una amenaza a la “autonomía y soberanía” nacional, para cuya contención alude e invoca la “unidad nacional” de todos los mexicanos. Es decir, por la opción nacionalista a la mexicana. Una opción justificativa neta de su despotismo interno. 

El nuevo discurso de dominación comienza a frasearse desde el pronunciamiento inicial de la Presidencia de Donald Trump, en esta cadena comunicativa: 


Exordio

A partir de hoy, nuestro país florecerá y volverá a ser respetado en todo el mundo. 

– Seremos la envidia de todas las naciones, y no permitiremos que se sigan aprovechando de nosotros durante todos, y cada uno de los días de la administración Trump, sencillamente pondré a Estados Unidos primero. 

– Primero debemos ser honestos sobre los retos a los que nos enfrentamos. Aunque son abundantes, serán aniquilados por este gran impulso que el mundo está presenciando ahora en Estados Unidos de América. 

Presentación: 

Nuestro gobierno se enfrenta a una crisis de confianza. Durante muchos años, un establishment radical y corrupto ha extraído poder y riqueza de nuestros ciudadanos mientras los pilares de nuestra sociedad yacían rotos y aparentemente incompletos.

– Ahora tenemos un gobierno que no puede gestionar ni siquiera una simple crisis en casa, (…) al mismo tiempo tropieza con un catálogo continuo de acontecimientos catastróficos en el extranjero. No protege a nuestros magníficos ciudadanos estadounidenses respetuosos de la ley, pero proporciona santuario y protección a peligrosos delincuentes, muchos de ellos procedentes de prisiones e instituciones psiquiátricas que han entrado ilegalmente en nuestro país desde todo el mundo. 

– Mi reciente elección es un mandato para revertir completa y totalmente una horrible traición, y todas estas muchas traiciones que han tenido lugar, y para devolver al pueblo su fe, su riqueza, su democracia y de hecho su libertad, a partir de este momento, el declive de América ha terminado. 

– (Destino mesiánico) En un hermoso campo de Pensilvania, la bala de un asesino me atravesó la oreja, pero sentí entonces y creo, aún más ahora, que mi vida fue salvada por una razón. Dios me salvó para hacer a Estados Unidos grande de nuevo. 

– (Acento épico) Para los ciudadanos estadounidenses, el 20 de enero de 2025 es el Día de la Liberación. 

A las comunidades negras e hispanas, quiero darles las gracias por la tremenda efusión de amor y confianza que me han demostrado con su voto. 

Mi administración se inspirará en una fuerte búsqueda de la excelencia y el éxito implacable. 

Desarrollo: 

–  Así que todo sobre el sentido común, en primer lugar, declarar una emergencia nacional en nuestra frontera sur. 

–  Se detendrá inmediatamente toda entrada ilegal, y comenzaremos el proceso de devolver a millones y millones de extranjeros criminales a los lugares de donde vinieron. 

– Restableceremos mi política de “quédate en México”. Pondré fin a la práctica de captura y liberación, y enviaré tropas a la frontera sur para repeler la desastrosa invasión de nuestro país. 

– Las órdenes que he firmado hoy también designarán a los cárteles como organizaciones terroristas extranjeras, e invocando la ley de enemigos extranjeros de 1798 ordenaré a nuestro gobierno que utilice todo el inmenso poder de las fuerzas del orden federales y estatales para eliminar la presencia de todas las bandas y redes criminales extranjeras que traen delitos devastadores a suelo estadounidense, incluidas nuestras ciudades y centros urbanos. 

(Política energética) La crisis inflacionista fue causada por el gasto excesivo y la escalada de los precios de la energía, y por eso hoy también declararé una emergencia energética nacional. Vamos a perforar, baby, a perforar.

– (El modo) Estados Unidos volverá a ser una nación manufacturera, y tenemos algo que ninguna otra nación manufacturera tendrá jamás: la mayor cantidad de petróleo y gas de cualquier país de la Tierra, y vamos a utilizarlo. 

– Con mis acciones hoy pondremos fin al Green New Deal, y revocaremos el mandato de los vehículos eléctricos, salvando nuestra industria automovilística y manteniendo mis plantas sagradas para nuestros grandes trabajadores automovilísticos estadounidenses. 

– (Política económica en lo impositivo) En lugar de agravar a nuestros ciudadanos para enriquecer a otros países, arancelaremos y agravaremos a los países extranjeros para enriquecer a nuestros ciudadanos. Para ello, vamos a crear un servicio de ingresos externos que recaudará todos los aranceles, derechos e ingresos. 

– Será cantidades masivas de dinero que vierten en nuestro tesoro procedentes de los extranjeros sociales. 

Conclusión: 

Nunca más se utilizará el inmenso poder del Estado como arma para perseguir a los oponentes políticos, algo de lo que sé algo. No permitiremos que eso ocurra. 

– A partir de hoy, la política oficial del Gobierno de Estados Unidos será que solo hay dos géneros, masculino y femenino. 

– Mediremos nuestro éxito, no solo por las batallas que ganemos, sino también por las guerras que terminemos y, quizá lo más importante, por las guerras en las que nunca nos metamos. El legado del que me sentiré más orgulloso será el de pacificador y unificador. 

– América reclamará su legítimo lugar como la nación más grande, más poderosa y más respetada de la Tierra, inspirando el asombro y la admiración del mundo entero. 

– Dentro de poco, cambiaremos el nombre del “golfo de México” por el de “golfo de América”.

– Nuestro poder detendrá todas las guerras y traerá un nuevo espíritu de unidad a un mundo enfadado, violento y totalmente impredecible. América volverá a ser respetada y admirada, incluso por las personas de religión, fe y buena voluntad. Seremos prósperos. Estaremos orgullosos. 

– El futuro es nuestro y nuestra edad de oro acaba de empezar. 

Este restaurado “destino manifiesto” (América para los americanos) ya probó su suerte, bajo la prueba de ácido de la historia. Con Donald Trump dejamos atrás su anterior “marquesado” de América Latina que interpuso a México como interlocutor. Hoy, emula el sueño quijotesco de Sancho Panza, de instalarse en su Ínsula Barataria, absorbiendo más allá del mar continental de Canadá y apropiándose del Golfo de México; por rica, vasta, ambiciosa y separada de todo el mundo que sea. 

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