- El proyecto ha despertado una cultura a la denuncia, motivando a los jóvenes a participar en gran cantidad
- Castigar con cárcel debe ser decisión de la sociedad, gobierno, sistema educativo, padres de familia y Congreso
Con la modalidad de prevención realizada por el Instituto de Educación de Aguascalientes (IEA) mediante la instalación de buzones para denuncias de acoso escolar, las escuelas de todo el estado comenzaron una nueva etapa en dicha problemática.
Por ser un problema de aulas, en ocasiones los propios niños temen a denunciar en persona, por ello estos buzones han despertado una cultura denunciante, registrando así en el primer corte antes de cerrar el año, cerca de 142 denuncias.
Así lo manifestó Francisco Chávez Rangel, director general del IEA, y aclaró que aunque algunos casos han sido sólo rumores entre aulas, el equipo especialista analizó cada uno de los casos profesionalmente.
El equipo de trabajo de Convivencia Sin Violencia del IEA llevó a cabo el primer corte hace un mes, analizando cada una de las denuncias; por ello, antes de las vacaciones, Chávez Rangel visitó la secundaria general número 20 del Ojocaliente IV, que fuera la primera institución en colocar los buzones y donde se realizó la presentación del equipo de sicólogos y trabajadores sociales ocupados directamente de dicha escuela sobre los casos denunciados.
“Hoy por hoy celebramos que es la escuela con más participación, los jóvenes han estado muy motivados con el tema”, además de contar con más de 7 mil niños en el programa Constructores de Paz, quienes ayudan en las escuelas a mantener un ambiente de paz y armonía, que permita que las clases se den en situación normal.
Tras la petición al Congreso de castigar hasta con cinco años de cárcel a casos de acoso escolar, el director del IEA confesó no estar al tanto de la situación, sin embargo, espera que sean tomados en cuenta, ya que es algo que debe construirse en conjunto, tanto sociedad como gobierno, sistema educativo, padres de familia y Congreso.
“Es muy valioso que la sociedad haya despertado a esta problemática real”, manifestada no sólo en las instituciones locales, sino de todo el mundo, lo que la convierte en una situación de primera importancia, sobre todo por referirse a un sector vulnerable: niños y jóvenes.