La Nueva Escuela Mexicana (NEM) es el proyecto educativo y pedagógico mediante el cual Andrés Manuel López Obrador reformó el sistema educativo mexicano. Este proyecto comenzó a implementarse en el ciclo escolar 2021-2022 y planea darle continuidad la nueva presidenta de la República Claudia Sheinbaum Pardo, quien comparte los mismos ideales de su predecesor.
El enfoque fundamental de NEM es integrar a la comunidad en su desarrollo, sobre todo, a quienes se consideran más vulnerables por sus condiciones económicas y sociales. Se pretende, por tanto, promover el progreso de los ciudadanos de una forma integral. Para lograr esto se basa en 8 principios que son: 1. Fomento de la identidad con México. 2. Responsabilidad ciudadana. 3. Honestidad. 4. Participación en la transformación de la sociedad. 5. Respeto de la dignidad humana. 6. Promoción de la interculturalidad. 7. Promoción de la cultura de la paz. 8. Respeto por la naturaleza y cuidado del medio ambiente.
Este último principio es el que llama nuestra atención, ya que otras reformas no lo mencionan explícitamente. La NEM explica en qué consiste el Respeto por la naturaleza y cuidado del medio ambiente, describiéndolo como una forma de “promover una sólida conciencia ambiental que favorece la protección y conservación del entorno, la prevención del cambio climático y el desarrollo sostenible, proporciona educación y práctica ambiental que busca la preservación del entorno; además de promover el pensamiento crítico, tanto para generar nuevas ideas de desarrollo sostenible, como para analizar los patrones de vida y consumo actuales”, esto se encuentra escrito en su documento oficial titulado La Nueva Escuela Mexicana: principios y orientaciones pedagógicas, publicado el 8 de agosto de 2019.
Tenemos décadas escuchando que debemos cuidar el medio ambiente y se señala a los niños y jóvenes como los principales responsables, pero en las escuelas sólo se ve como un tema de relleno en algunas clases o cuando hay alguna conmemoración importante como “El día de la Tierra” (22 de abril) o el “Día mundial del medio ambiente” (5 de junio), por ejemplo, pero luego se deja de lado. En cambio, la NEM propone que el tema ambiental sea algo que esté presente en la educación de los alumnos, de ser posible en todas las materias que lleven a lo largo de su formación en el aula. De lo anterior se puede decir que la educación ambiental en México, aunque ha tenido una relevancia importante en los últimos años, enfrenta serios desafíos debido a la limitación de recursos y la resistencia cultural. En primer lugar, muchas escuelas carecen de materiales didácticos adecuados, de la infraestructura necesaria y de los recursos necesarios para implementar eficazmente programas de educación ambiental. Esta falta de recursos impide que los docentes realicen tareas prácticas y proyectos que fomenten la conciencia de los estudiantes en dicho rubro. Además, la falta de formación específica en esta área para los docentes limita su capacidad para cubrir la formación de sus alumnos en temas ambientales de manera integral y atractiva.
Mientras tanto, la resistencia cultural también juega un papel importante en las dificultades de enseñar educación ambiental debido a que persisten prácticas insustentables (como no separar y clasificar la basura, hacer un uso responsable de agua, no disminuir el consumo de energía eléctrica, promover el consumismo impulsivo) que no consideran la sostenibilidad como una prioridad, lo que lleva a la indiferencia o el rechazo del contenido ambiental que se imparte en las escuelas. Esta resistencia agrava la falta de conciencia y dificulta la adopción de una cultura sustentable creando un entorno desafiante para la implementación efectiva de la educación ambiental en el sistema educativo mexicano.
Estos retos que enfrenta la educación medioambiental es importante mencionarlos, puesto que la NEM debe tomarlos en cuenta para que el principio no quede solo en unas palabras bonitas escritas en sus documentos oficiales, sino que exista un plan que se centre en generar esas habilidades en los estudiantes, para lo cual la NEM propone utilizar diversas estrategias pedagógicas para integrar la educación ambiental en las aulas y superar los desafíos anteriormente mencionados, tales como:
- Aprendizaje Basado en Proyectos: Fomentar que los estudiantes trabajen en proyectos que aborden problemas ambientales locales, promoviendo la investigación y la solución de problemas en contextos reales.
- Educación Experiencial: Implementar actividades prácticas y salidas de campo que permitan a los estudiantes interactuar directamente con su entorno, facilitando una comprensión más profunda de los temas ambientales.
- Interdisciplinariedad: Integrar la educación ambiental en diferentes materias, como Ciencias naturales y tecnología, Educación socioemocional, Formación cívica y ética, Geografía e Historia, para que los estudiantes comprendan la interconexión entre el medio ambiente y otros aspectos de la vida.
- Fomento del Pensamiento Crítico: Desarrollar habilidades de análisis y reflexión en los estudiantes, animándolos a cuestionar patrones de consumo y estilos de vida, así como a proponer alternativas sostenibles.
Estas estrategias buscan crear un ambiente de aprendizaje que no solo informe, sino que también empodere a los estudiantes para convertirse en agentes de cambio en sus comunidades. Además, la NEM busca capacitar a los docentes en la enseñanza de estos temas, asegurando que estén preparados para abordar la educación ambiental de manera efectiva y significativa. Esta responsabilidad; sin embargo, no es solo de la escuela, sino también de los padres de familia, ya que les corresponde revisar que la NEM realmente esté implementando estas estrategias, preguntando a sus hijos sobre qué aprendieron y cómo piensan aplicarlo en sus hogares y en la vida cotidiana. Al interesarnos en la educación de nuestros niños y jóvenes, mostramos un interés en el futuro de nuestro país y el medio ambiente que nos rodea.
Como podemos notar, la Nueva Escuela Mexicana es un paradigma diferente que establece el gobierno de la 4T para desarrollar habilidades distintas a las de gobiernos anteriores a través del fomento de una formación integral de los futuros ciudadanos mexicanos, ya que no solo se les educa para memorizar contenidos, sino que también se les instruye para ponerlos en práctica en sus comunidades. Confiemos que así será.
