Ocurrencias | Bajo presión por Edilberto Aldán - LJA Aguascalientes
09/01/2025

El miércoles, vecinos de las colonias Fimesa I y Lomas del Parque II Sección, que fueron renombradas por el gobierno municipal como Cuarta Transformación, salieron a las calles para arrancar los señalamientos con los nuevos nombres de las calles. Una decena de personas tumbaron los postes con las nomenclaturas con que se homenajea a diversos proyectos del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, como Becas Benito Juárez, Pensión para el adulto mayor, Tren Maya, Sembrando Vida y Tianguis del Bienestar.

Policías municipales de Tultitlán intentaron impedir la manifestación, pero fueron recibidos por los habitantes de esa colonia con pedradas y cohetones, los agentes respondieron arrojando cápsulas de gas. lo que no impidió aminorar las protestas, por el contrario, algunos habitantes amenazaron con obstruir la vía José López Portillo. Los inconformes amenazaron con escalar la protesta pues no están dispuestos a realizar los trámites de cambio de domicilio a los que obliga la nueva nomenclatura.

El cambio de nombre en las calles de esta colonia en el Estado de México fue nota en el ámbito nacional en diciembre del año pasado, en un primer momento se destacó este hecho por lo “divertido” que era exhibir la lisonja de las autoridades municipales hacia López Obrador, al grado de emplear las ocurrencias del presidente, como Yo tengo otros datos, Me canso ganzo (sic) y Acúsalos con su mamá, para designar las vías del sitio.

La protesta de los habitantes de esas colonias no fue por las burlas en redes sociales, si arrancaron los señalamientos fue porque no pueden aprovechar los descuentos en el pago del predial, ya que los nuevos nombres de sus calles no aparecen en el sistema municipal. La presidencia municipal justificó el cambio como una “medida para regularizar la situación legal de esas localidades y que beneficiará a más de 3 mil hogares al regular la tenencia de la tierra”, lo que en los hechos no ocurrió.

En este, como en todos los casos, es necesario trascender lo anecdótico, por divertidas o grotescas que puedan ser las manifestaciones en contra de la idolatría de las autoridades del oficialismo, perdernos en el chiste es una distracción que impide centrar la atención en los motivos del hartazgo.

En la conferencia matutina, la presidenta respondió a las declaraciones de Donald Trump acerca de la intención de cambiar el nombre del Golfo de México por Golfo de América así como señalar que este país está gobernado por el crimen organizado, dijo que si a cambios de nombres iban, “la Constitución de Apatzingán era de América Mexicana, entonces vamos a llamarle América Mexicana, se oye bonito y Golfo de México desde 1607 y además está reconocido internacionalmente”; sobre los cárteles, Claudia Sheinbaum indicó que aprovechaba el primer momento de la conferencia “porque sé que me lo van a preguntar, yo creo que ayer el presidente Trump le mal informaron, con todo respeto, porque yo creo que le informaron que en México todavía gobernaba Felipe Calderón y García Luna, pero no, en México gobierna el pueblo”.

Anteriormente, la presidenta había hecho un llamado a no engancharse con las declaraciones de Donald Trump, sin embargo, con estas respuestas, con emplear el método lopezobradorista de la ocurrencia chistosa viola ese principio y rebaja a chiste el discurso gubernamental; esta actitud coincide con el consenso de diversas encuestas que colocan a Claudia Sheinbaum en la cúspide de la aprobación, incluso con niveles más altos que su antecesor.

Ante cualquier señalamiento, el oficialismo ya se acostumbró a parapetarse en las encuestas de aprobación, impiden una evaluación seria del desempeño gubernamental presentado los índices de popularidad y, de manera vil, transforman esas opiniones en la voluntad del pueblo.

No dudo que muchos de los habitantes de la colonia Cuarta Transformación aprueben el gobierno de Claudia Sheinbaum y, a pesar de ello, salieron a manifestarse por el daño provocado por la decisión de la autoridad municipal. La risa que provocan las ocurrencias en el discurso desde el gobierno desaparece cuando se ven afectados los derechos de los ciudadanos. 


En ocasiones, el humor funciona como un distractor, nunca está de más una señal de levedad para despejarse, sin embargo, mantener la ocurrencia como estrategia ante los cuestionamientos indica una falta de atención a las demandas ciudadanas. Entre lisonjear a López Obrador cambiando la nomenclatura de unas calles y responder a Donald Trump con unos chistes no hay mucha diferencia, en ambos casos se trata de una distracción de lo relevante; sin importar los niveles de aprobación de un gobernante no se puede hacer a un lado la rendición de cuentas, la obligación de transparentar las decisiones y proyectos de su administración, en especial cuando se realizan en nombre de la voluntad popular.

Así como a las protestas de los habitantes de la colonia Cuarta Transformación no se les puede reducir a un berrinche por no poder aprovechar un descuento o cambiar los múltiples documentos, la postura del gobierno mexicano ante las declaraciones del presidente electo de los Estados Unidos no pueden quedar en ocurrencias para provocar una risa.

Coda. La esperanza no es la certeza de que algo saldrá bien, sino de que algo debe ser hecho, independientemente de cómo resulte, escribió Vaclav Havel, ojalá la forma de gobernar no siga basándose en la idea de que todo va a estar mejor.

@aldan


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